“La pobreza –y quienes la ignoran y alimentan-
es el telón de fondo de la explotación infantil”.
Anónimo
En México al menos tres millones 14 mil 800 niños y niñas de entre cinco y 17 años de edad laboran en todos los días, según cifras del año 2012 proporcionadas por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia. Cerca de 215 millones trabajan en el mundo.
Estos niños pierden su infancia, su tiempo de juego y dejan de ir a la escuela para involucrarse en tareas que no corresponden a su edad, su condición, conocimientos y habilidades.
La Organización Internacional del Trabajo, OIT, define el “trabajo infantil” como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
El trabajo que pone en peligro el desarrollo, físico, mental o moral del niño, sea par su naturaleza o por las condiciones en las que se efectúa, es denominado “trabajo peligroso”.
En sus formas más extremas los niños son separados de sus familias, sometidos a abusos, situaciones de esclavitud, expuestos a graves enfermedades y abandonados en las calles.
Datos de la UNICEF (2007) revelan que 7 de cada 10 trabajadores entre 5 y 17 años viven en las zonas rurales de México, y 3 de cada 10 en las ciudades.
Los estados con mayor tasa de trabajo infantil, como son: Guerrero con 17.6 por ciento, Nayarit con 16.7, Zacatecas con 16.3, Colima con 15.8, Puebla con 15.1 y Oaxaca con 14.8 por ciento, puntualiza la UNICEF.
Cifras del 2012 desenmascaran que el trabajo infantil en México se incrementó un 12% en los últimos 12 años.
Los sectores con mayor índice de trabajo infantil son agricultura con 60% y servicios con 25,6%. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) creó en 2010 el distintivo “Empresa Agrícola Libre de Trabajo Infantil” que incentiva a las empresas que se preocupan por el cuidado y protección de los hijos de jornaleros para evitar su incorporación al trabajo.
El aumento de la pobreza y de los precios que integran la canasta básica, la depreciación de los salarios y malas condiciones laborales, explican que este fenómeno vaya en incremento. La discriminación, la falta de oportunidades en educación, la ausencia de suficiente protección social colaboran en la necesidad de que los padres manden a sus hijos a trabajar.
Por ejemplo en África la pandemia del SIDA ha dejado a millones de niños huérfanos, que se han visto obligados a trabajar para poder sobrevivir o para hacerse cargo de sus padres enfermos han abandonado la escuela y han sido orillados a las calles para mantener a sus familias.
El trabajo infantil impide que los niños adquieran la educación adecuada que los llevará a construir un futuro mejor, además las consecuencias de este hecho influyen en la economía del país pues pierde la posibilidad de mayor competitividad e ingresos, ya que las familias inmersas en este asunto no son capaces de romper el ciclo de pobreza.
Como en la mayoría de las situaciones se ha demostrado que la educación es la solución para erradicar este problema, la combinación de este elemento junto con la protección social, mejores empleos para los padres y la comprensión y aplicación de los derechos del niño puede disminuir significativamente el trabajo infantil.
La Convención sobre los Derechos del Niño instituye “el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”.
Manpower México y Centroamérica abrió en Kidzania Cuicuilco la primer oficina de empleo para niños, a través de la cual, se busca que mediante el juego los pequeños enfrenten la experiencia de buscar trabajo, hagan su currículum, apliquen su examen de orientación vocacional y de este modo hacerles saber que la mejor opción para obtener el empleo de sus sueños es mediante la educación.
Por otra parte Fundación Manpower a través de Agropower fomenta que los jornaleros que son reclutados por el servicio no lleven a los niños a trabajar con ellos.
Finalmente, en su preocupación por erradicar este problema, Manpower México y Centroamérica, participa en foros como el IV Encuentro Internacional en contra del trabajo infantil promovido por Fundación Telefónica, de este modo se mantiene informado y capacitado para poder emprender nuevas acciones que ayuden a la niñez mexicana.
