Fabricar una batería consume 50 veces más energía de la que generará, además de que la corriente producida por cada una es 450 veces más cara que la de una red eléctrica.
Con elementos sumamente tóxicos como el mercurio, cadmio, litio y plomo, las pilas representan un verdadero peligro para el medio ambiente.
Cuando éstas son desechadas en la basura doméstica o a cielo abierto, su próximo destino es el basurero de la ciudad, donde probablemente serán incineradas dando como resultado que sus componentes químico-tóxico se modifiquen en el ambiente, para perjuicio de todos, señala Greenpeace.
Daños en primer grado
El mercurio es un posible cancerígeno y se acumula en seres vivos, por lo que la alta exposición a éste puede dañar el cerebro, los riñones y, en el caso de embarazo, al futuro bebé le provocaría afectación en el andar o habla, falta de coordinación, ceguera y convulsiones.
Este químico, emitido desde los basureros, puede contaminar el agua y la tierra, con lo que llegaría a la comida al a cumularse en los tejidos de los peces por ejemplo.
El plomo, otro componente de las baterías, puede dañar el sistema nervioso, los riñones y el sistema reproductivo. Como no se degrada, cuando se libera al aire puede ser transportado por largas distancias antes de sedimentar. Se adhiere a partículas en el suelo y pasa a aguas subterráneas.
El litio es tóxico para el riñón. La intoxicación por éste produce fallas respiratorias, depresión del miocardio, edema pulmonar y estupor profundo. Daña al sistema nervioso hasta provocar estado de coma. El litio puede fusionarse fácilmente y llegar a los mantos acuíferos.
Consecuencial en la salud
El cadmio es una sustancia cancerígena que si se respira en altas concentraciones produce graves lesiones en los pulmones. Ingerirlo provoca daños a los riñones.
Ingerir alimentos o tomar agua con cadmio induce vómitos y diarrea. Éste entra al aire y al agua desde verederos o por derrames de desechos domésticos, puede viajar largas distancias.
El níquel tiene efectos sobre la piel, respirarlo en altas cantidades produce bronquitis crónica y cáncer del pulmón. Se libera a la atmósfera por la incineración de basura y en el aire se adhiere a partículas de polvo.
Terminemos con esto
Por todo el daño que puede generar una pila cuando es desechada inapropiadamente, Greenpeace ha recomendado reducir el consumo de las mismas o intercambiarlas por baterías recargables, pues una de éstas puede sustituir hasta 300 desechables.
Cuando se tenga la necesidad de usar pilas desechables, la sugerencia no arrojarlas a la basura, sino apartarlas en un recipiente para después llevarlas a los depósitos de reciclaje, con lo que se recuperan, el plástico, el vidrio y los metales que lo conforman.
Súmate a la ayuda
Según reportes de este organismo no gubernamental, fabricar una pila consume 50 veces más energía de la que genera y se calcula que la corriente producida por cada pila es 450 veces más cara que la generada por la red eléctrica.
Alrededor del 30 % de los materiales contenidos en pilas y baterías son tóxicos, si se trata de pilas y baterías de óxido de mercurio su contenido maligno para el humano es de 50%.
Cálculos conservadores señalan que cada mexicano usa 10 pilas desechables por año, y que en el mundo se tiran 35 millones 500 mil kilos de pilas y baterías. Así que es momento de activarse y ponerlas en su lugar.
Medio Ambiente – suplemento especial del Universal, p. 8