En México y casi en toda América Latina no existe un modelo integral de política pública para la integración familia-trabajo, tal como los existentes en los países escandinavos o en Europa Central Las mujeres que trabajan son quienes experimentan de forma especial los conflictos por falta de conciliación entre sus deberes familiares y laborales, pero éstos también se reflejan en los trabajadores del sexo masculino.
En junio de 2008 se llevó a cabo en Monterrey el foro Mejores prácticas laborales: Balance trabajo y familia. En un día de conferencias, paneles y mesas de trabajo participaron representantes de la Delegación Federal del Trabajo en Nuevo León, expertos en recursos humanos, académicos y representantes de organismos interesados en aprender cómo lograr un mejor equilibrio entre contexto familiar y responsabilidades laborales.
El tema tiene enorme importancia si reconocemos que el perfil de los trabajadores mexicanos se ha modificado drásticamente en años recientes. Según datos de la Encuesta Nacional de Empleo Urbano (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática), en diciembre de 2004 la tasa específica de participación de mujeres en la fuerza laboral era de 40.58 por ciento.
Opinion
