Piensa por un momento en el mejor líder con el que has trabajado, puede ser que venga a tu mente uno de hace varios años, o seas alguno de los afortunados que evocará a su actual jefe; lo que es seguro es que en algún momento te ha sorprendido con sus excelentes habilidades de gestión de equipos, su empatía o sus prácticas responsables y es muy probable que en un futuro no te negarías a trabajar para él.
Ahora, piensa en los grandes líderes corporativos y pregúntate, ¿qué podrían tener en común con esa persona? Hablamos de personalidades como Richard Branson, Mark Zuckerberg o Paul Polman, cuyas prácticas disruptivas como las vacaciones ilimitadas y las amenidades de oficina sin duda han puesto la responsabilidad en boca de todos y han conseguido inspirar a una gran cantidad jefes a preocuparse profundamente por la satisfacción laboral de sus colaboradores, el equilibrio entre su vida personal y su desarrollo laboral y la importancia de la felicidad para impulsar su productividad.
La responsabilidad social no es una cualidad que deba recaer únicamente en los grandes líderes de negocio, no es un deber exclusivo de las grandes marcas y, desde luego no requiere de enormes presupuestos para su implementación (aunque claro que en algunos casos es de gran ayuda). Se trata de un conjunto de acciones que pueden ser aprendidas y ejecutadas por dirigentes de todos los niveles y todas las industrias del mundo. En las postales que compartimos a continuación revelamos algunas de sus acciones clave.
