Cuando Meika Hollender lanzó Sustain Natural, en 2014, nunca imaginó el impacto que tendría sobre su vida y la forma en la que su nueva empresa le ayudaría a descubrir el gran alcance del acoso, convirtiéndola en blanco de diversas agresiones sexuales.
Sustain Naturales una empresa norteamericana dedicada a comercializar productos sexuales amigables con el medio ambiente, como lubricantes y condones, con el objetivo de ayudar a las mujeres a tomar su salud sexual en sus propias manos. La misión suena realmente increíble, pero cuando Hollender la explica en voz alta a menudo encuentra desagradables respuestas masculinas invitándola a probar sus propios productos. «Algunas veces es divertido, otras no», asegura la fundadora en entrevista con Fast Company.
El acoso no se detiene en conversaciones privadas, esta empresaria ha recibido agresiones incluso por internet a través que comentarios que aluden al lunar de su labio como señal de enfermedades de transmisión sexual y le ofrecen instrucciones para utilizan sus propios productos.
Las experiencias de Hollender ponen de manifiesto los obstáculos que enfrentan las mujeres al abordar abiertamente temas relacionados con el sexo, no sólo en foros públicos, sino también con su pareja, lo que a su vez les dificulta abogar por sí mismas comunicando sus deseos y objeciones adecuadamente.
La fundadora de Sustain Natural cuenta que un día estaba tan afligida por los comentarios respecto a su lunar que llamó a su dermatólogo para saber qué tan rápido podría deshacerse de él, pero su madre la convenció de no alterar su apariencia debido a una situación negativa. «Me recordó que luchar contra esa cultura era la razón por la que había comenzado esta compañía. Yo no era la que necesitaba cambiar, lo que quería era un cambio social».
Es de ese propósito que, en el marco de la Semana de la Salud de la Mujer, ha nacido la campaña #GetOnTop, cuyo objetivo es abrir una conversación sobre la sexualidad femenina e impulsar a las mujeres a comprometerse a favor del sexo seguro. Por cada mujer que firma este compromiso, la empresa dona un condón para una chica en asociación con la Campaña Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente.
La campaña además invita a las mujeres a «llegar a la cima» de su propia salud sexual. «Se trata de asegurarnos que las mujeres se sientan bien acerca de tener relaciones sexuales (…) se trata de normalizar la idea de que las mujeres pueden tenerlas y disfrutar de ellas», asegura Hollender.
Así que para ampliar su mensaje, esta creativa empresaria consiguió que diez mujeres de diferentes industrias protagonizaran un video haciendo esta promesa; entre ellas destaca Miki Agrewal, fundadora de la marca de ropa interior Thinx, quien ha hablado sobre romper los tabúes sobre la menstruación y ahora se muestra a favor de hacer lo mismo con la sexualidad de las mujeres; mientras que Piera Gelardi, cofundadora de Refinery29 ha utilizado su plataforma de medios de comunicación para hablar sobre sexo seguro antes, por lo que no podría faltar en la lista.
Por su parte, la directora de cine Olivia Milch, quien pronto comenzará una película llamada Friend, prestó su voz para este importante esfuerzo.
Una parte clave de este mensaje es que el sexo seguro significa cosas distintas para cada mujer. «Tenemos un gran grupo de voces y personas y cada una tiene una forma única de hablar sobre salud sexual», reconoce Hollender, quien no olvida que si bien los condones son parte de la solución, el problema de salud reproductiva para las mujeres el mundo es mucho más grande.
Según datos de los Centers for Disease Control and Prevention en Estados Unidos, alrededor de 20 millones de nuevos casos de ETS aparecen cada año tan solo en ese país, la mitad de ellos en jóvenes entre los 15 y 24 años de edad. De acuerdo con un estudio de la National Coalition for Sexual Health, en la actualidad, 21% de las mujeres solteras sexualmente activas entre los 20 y los 44 años de edad utiliza preservativos de forma regular y el 71% de ellas se sienten tímidas al momento de comprar protección.
Para Hollender, el cambio no trata únicamente de lograr que las mujeres sientan la confianza de pedir a sus parejas que utilicen preservativos, sino de abrir la conversación. «Lo que estoy tratando de comunicar es que el sexo seguro no es lo mismo para todos», afirma. En su opinión lo más importante es que las mujeres comiencen a sentirse bien hablando sobre sexo de forma honesta.