En un contexto mundial cada vez más preocupado por los desafíos ambientales y el cambio climático, la Agencia Internacional de Energía (AIE), una organización intergubernamental independiente cuyo objetivo es promover la sostenibilidad energética, ha publicado una actualización de su hoja de ruta Net Zero 2021.
La conclusión de la influyente organización sobre cómo el sistema energético global podría descarbonizarse de manera factible en línea con los objetivos climáticos es contundente. Sin embargo, el informe deja claro que los objetivos climáticos mundiales siguen estando al alcance de la mano, gracias al «asombroso» crecimiento en la adopción de tecnologías de energía limpia. BusinessGreen resume los 10 insights de la AIE para lograr Net Zero.
Alcanzar el cero neto es posible: AIE
El objetivo principal de la meta de Net Zero es detener o limitar significativamente el calentamiento global y el cambio climático al reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a niveles bajos y sostenibles. Esto es fundamental para cumplir con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París, que busca limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2°C por encima de los niveles preindustriales, con un esfuerzo adicional para limitarlo a 1.5°C.
De acuerdo con la actualización del informe de la AIE: «El camino hacia 1,5°C se ha estrechado en los últimos dos años, pero las tecnologías de energía limpia lo mantienen abierto». La transición hacia Net Zero implica una serie de acciones y estrategias, que a continuación se desglosan…
10 insights de AIE para lograr Net Zero
1. Responsables de la formulación de políticas deben cumplir con 4 objetivos clave
La hoja de ruta Net Zero actualizada de la AIE establece cuatro metas fundamentales que los encargados de tomar decisiones políticas deben alcanzar en esta década para avanzar hacia la descarbonización del sistema energético y cumplir con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C. Estos objetivos son:
- Triplicar la capacidad de energías renovables.
- Duplicar las tasas de mejora en la eficiencia energética.
- Reducir en un 75 por ciento las emisiones de metano.
- Aumentar la electrificación de la calefacción y el transporte en el hogar mediante la rápida adopción de vehículos eléctricos (EV) y bombas de calor.
2. Nuevos proyectos de producción de combustibles fósiles deben terminar
La AIE enfatiza que ya existen demasiados activos de producción de combustibles fósiles en funcionamiento para cumplir con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura en 1.5°C.
Asimismo, advierte que se han invertido grandes sumas de dinero en infraestructura y proyectos que probablemente superarán los objetivos de emisiones netas cero. Por lo tanto, se insta a los gobiernos a limitar la inversión en combustibles fósiles a activos existentes y proyectos previamente aprobados.
3. Los gobiernos deben priorizar el clima sobre la geopolítica
El informe insta a que el cambio climático sea una prioridad por encima de las consideraciones geopolíticas. Fatih Birol, el director ejecutivo de la AIE, exhorta a los gobiernos nacionales a «separar el clima de la geopolítica».
Esto significa que, dadas las enormes dificultades que implica abordar los desafíos significativos del cambio climático, las naciones deben encontrar formas de trabajar juntas a pesar de las tensiones geopolíticas existentes. Esto es crucial porque el cambio climático es un problema global que requiere una cooperación global para abordarlo efectivamente.
Asimismo, el informe también destaca que la cantidad total de recursos naturales necesarios para lograr una economía con emisiones netas cero es significativamente menor que la cantidad necesaria para mantener la economía basada en combustibles fósiles. Esto resalta la importancia de centrarse en la transición hacia una economía más sostenible desde el punto de vista climático, incluso si eso significa superar rivalidades económicas y políticas.
4. Existen motivos para un optimismo cauteloso
En este punto de los insights de la AIE para lograr Net Zero, el organismo destaca razones para tener un optimismo cauteloso en lo que respecta a la transición hacia un mundo con emisiones netas cero.
A pesar de la advertencia inicial de que el camino para lograr emisiones netas cero para 2050 se está volviendo más estrecho, el informe argumenta que existen razones para ser optimista. Menciona que la adopción de tecnologías de energía limpia, como la energía solar fotovoltaica y la venta de vehículos eléctricos, está en línea con los hitos establecidos en el escenario de emisiones netas cero publicado en 2021.
Además, la capacidad de fabricación de tecnologías como la energía solar y las baterías eléctricas está en camino de satisfacer la demanda proyectada para 2030.
5. Urge acción climática ante desafíos críticos
Otro de los insights de la AIE para lograr Net Zero señala que a medida que las economías se recuperaban de la pandemia de la COVID 19, las emisiones globales alcanzaron un nivel récord en 2022. Lo que dejó al mundo en un estado peor que en 2021.
Y aunque ciertos avances en tecnologías limpias están superando las expectativas, la formulación de políticas climáticas sigue estando desfasada en comparación con el ritmo de descarbonización necesario. Como resultado, varias tecnologías verdes clave están muy rezagadas con respecto a la tasa de implementación recomendada en el escenario de cero emisiones netas de la IEA.
En línea con estos datos, el informe advierte que la tecnología de captura y almacenamiento de carbono (CCUS) ha tenido un historial de bajo rendimiento, la construcción de redes eléctricas puede ser un proceso largo debido a obstáculos en los permisos, y la mayoría de los proyectos de CCUS e hidrógeno necesitan urgentemente el respaldo de políticas para desarrollar la infraestructura necesaria. Sin apoyo gubernamental adecuado, estos proyectos podrían retrasarse o no concretarse.
6. El cero neto es bueno para la economía
En cuanto a la economía, los insights de la AIE para lograr Net Zero señalan que la inversión en la transición tiene argumentos económicos sólidos:
- Generación de empleos: Se crearían más empleos en un sistema de energía limpia que los que se perderían en la industria de combustibles fósiles. Bajo la estrategia de la AIE, se espera que se creen 30 millones de nuevos empleos para 2030, superando los 13 millones de empleos perdidos en industrias relacionadas con los fósiles.
- Beneficios económicos netos: La inversión en energía limpia generaría ganancias económicas netas debido a la reducción del gasto en combustibles fósiles. Aunque la inversión inicial es alta, se traduciría en ahorros operativos a largo plazo gracias a tecnologías más eficientes.
- Menor uso de materiales: La transición reduciría la intensidad de materiales en el sistema energético, lo que resultaría en ahorros significativos. Según la AIE, se podrían ahorrar 12 billones de dólares hasta 2050 al reducir el gasto en combustibles, sin considerar los beneficios adicionales de la mejora de la calidad del aire y la mitigación de riesgos climáticos.
7. Los costes de no lograr cero neto se están elevando
El informe deja claro que los costos de no lograr el objetivo de cero emisiones serán mucho mayores que los de cumplir con los objetivos climáticos. Un «caso de acción demorada incluido en el informe indica que posponer una acción más fuerte costaría al mundo un adicional de $1.3 billones de dólares anualmente.
La afirmación se debe en gran parte a que la acumulación de más emisiones a corto plazo requerirá una mayor eliminación de emisiones del aire mediante tecnologías de captura y almacenamiento de carbono a largo plazo. En otras palabras, es mucho más barato reducir las emisiones hoy que eliminarlas en el futuro.
Por lo tanto, la IEA ha instado a los responsables políticos a intensificar su apoyo a corto plazo para ayudar a los hogares, especialmente a los de bajos ingresos, a hacer frente al mayor costo inicial de las tecnologías de energía limpia y luego beneficiarse de los ahorros a largo plazo que se ofrecen.
8. Urge una transición energética más equitativa
La Agencia Internacional de Energía (IEA) también ha subrayado que el esfuerzo por alcanzar los objetivos climáticos debe tener en cuenta las circunstancias económicas y el papel histórico de diferentes países en la crisis climática. Esto sugiere que las naciones más ricas deben avanzar más rápido en la reducción de emisiones para dejar espacio a los países menos desarrollados, que pueden seguir una trayectoria de descarbonización ligeramente más lenta.
Otro pilar fundamental de la transición equitativa es garantizar el acceso a la energía limpia para todos antes de 2030, según la IEA. Esto requeriría destinar $45 mil millones o una parte significativa del presupuesto anual de inversión en energía limpia de $4.5 billones a esta misión.
Se espera que en la próxima Cumbre Climática COP28 se hagan llamados adicionales para aumentar los flujos de financiamiento climático hacia los países en desarrollo.
9. Cadenas de suministro de minerales esenciales para la producción de tecnologías limpias y renovables están rezagadas
Este insight de la AIE para lograr Net Zero se refiere a que si bien las baterías de automóviles eléctricos, sistemas de almacenamiento de energía, cables de transmisión de electricidad pueden contribuir a reducir las emisiones del sistema energético, su fabricación generará una gran demanda de recursos naturales.
Con esto en mente, la AIE ha advertido que los gobiernos deben planificar cuidadosamente para garantizar que puedan suministrar las materias primas necesarias para implementar las tecnologías requeridas en su escenario de cero emisiones netas.
En particular, advierte que los suministros de níquel y litio se están encaminando hacia una escasez. Por lo tanto, es urgente invertir más en la extracción de metales y minerales críticos, en el desarrollo de infraestructuras de reciclaje y en mejorar la eficiencia en el uso de recursos de las tecnologías limpias.
10. Una AIE transformada
La Agencia Internacional de Energía (IEA) ha experimentado un cambio significativo en su enfoque en los últimos años bajo la dirección de Fatih Birol. Durante un tiempo, la IEA se caracterizó por presentar escenarios conservadores en sus informes sobre la transición energética, los cuales eran utilizados por empresas de combustibles fósiles para justificar compromisos climáticos débiles y planes insuficientes.
Sin embargo, en años recientes, la IEA ha cambiado su enfoque y se ha convertido en un defensor destacado de la transición hacia cero emisiones netas. En su último informe de 2023 enfatiza aún más este mensaje.
Los informes anteriores se centraban en lo que «debería» hacerse, mientras que los informes actuales hablan sobre lo que «se logrará». Esto se debe al rápido crecimiento en la implementación de energías renovables y a la creciente aceptación de la necesidad de abordar el cambio climático.