En un reciente debate en línea, expertos en el tema discutieron la necesidad de colaboración e infraestructura y el papel que los gobiernos y las grandes corporaciones juegan en el tema.
A medida que el movimiento global de las empresas sociales crece, los gobiernos y las grandes compañías entran en el mercado con una gran necesidad de responsabilidad, colaboración y formación para el sector a escala.
1. Las empresas sociales escalan
En muchas formas, los negocios sociales proporcionan de forma tangible la posibilidad de una discusión sobre el valor social y el impacto de muchos sectores en las comunidades en las que operan; este tipo de escala no se ha terminado de definir dentro de las grandes corporaciones, pero ha logrado promover una idea más amplia sobre cómo hacer las cosas de forma diferente en el ámbito internacional, compartiéndo qué es lo que hacen en un lugar de simplemente hacer crecer su negocio. El reto sin embargo, de acuerdo con el presidente ejecutivo de Retorno Social de Inversiones, es mantener la rendición de cuentas a las personas centrales.
2. Los gobiernos y las instituciones internacionales llegan tarde pero son importantes
Aunque el proteccionismo puede ser una amenaza en múltiples niveles, las empresas sociales han acelerado la agenda de diversas instituciones internacionales como la Unión Europea, el Consejo Británico y el Foro Económico Mundial. El director de inversión social en The Cabinet Office, Kieron Boyle, declaró para The Guardian que los gobiernos pueden hacer la diferencia, ya que se encuentran entre los más grandes compradores del concepto, mientras que los gobiernos del G8 evalúan cómo pueden tener un impacto en este campo para hacer frente a los problemas que aquejan a las comunidades, encontrar innovación y ayudar al crecimiento económico.
3. Cuanto más grande es la empresa, mayor es la necesidad de responsabilidad
Las empresas sociales existen desde luego para hacer frente a algunos de los problemas que aquejan a las comunidades en las que se desarrollan, por lo que de acuerdo con Mackay, del British Council, orientarlas a impulsar su propio desarrollo es la clave para generar un verdadero impacto.
Algunas cooperativas han logrado esto a gran escala, pero a medida que cualquier negocio crece, se incrementa también el riesgo de que se convierta en una organización independiente. El director de director general de IIX cita el ejemplo de Selco, un proyecto que tomó conscientemente la decisión de incubar nuevas organizaciones que replicaran su modelo en diferentes áreas geográficas en lugar de enfocarse en su propio crecimiento.
4. La empresa social podría transformar la socio-economía de las naciones más pobres, pero los individuos necesitan apoyo
Para impulsar el desarrollo social es necesario aprovechar las capacidades de las comunidades más pobres para integrarlas con éxito a una estrategia de negocio; de acuerdo con Peter Helbrook, director ejecutivo de Social Enterprise UK, esta puede ser una poderosa herramienta poderosa para el crecimiento de África. Hay una gran cantidad de habilidades que existen en nuestras comunidades más pobres, por lo que el British Council se centra en el tema del acceso a pequeñas cantidades de dinero para poner estos proyectos en marcha.
5. Cuando el mercado cambia, las grandes corporaciones también lo hacen
Aún cuando faltan muchas grandes empresas por sumarse a estos modelos de negocio, ya existen algunas que miden impacto social y trabajan en estrecha colaboración con distintas comunidades a lo lardo de sus cadenas de suministro.
En Reino Unido, la Ley de Valor Social ha sido adoptada por más grandes empresas que por el sector público, Krabill coincide en que las empresas sociales pueden ser parte de la solución a grandes problemas sociales demostrando que se trata de un modelo innovador que sirve para empoderar a comunidades desfavorecidas.
6. Los líderes de empresas sociales a menudo no proceden del mundo corporativo
Aunque los dirigentes de empresas sociales estan a menudo llenos de ideas, muchos de ellos no cuentan con MBA’s y carecen de la preparación y comprensión necesarias para aumentar las inversiones de capital. Según Kraybill, la solución está en atraer más talento de los negocios tradicionales y aumentar el acceso de los negocios sociales a la profesionalización.
7. Existe un verdadero deseo de colaboración entre diferentes países y sectores
Hay una necesidad de reclutar campeones del gobierno, el sector privado, empresarios, filántropos y organizaciones no lucrativas para apoyar la creación de empresas sociales. La colaboración es la clave del éxito y los emprendedores sociales están obligados a aprender unos de otros en el ámbito internacional para lograr incrementar la penetración de este modelo de negocio.
8. El apoyo de donantes sigue siendo necesario
Aunque las empresas sociales deben luchar para ser sostenibles, aún se necesitan donantes dispuesto a contribuir a mejorar la formación y reforzar la capacidad de éstas en el mercado a través de programas de formación, incubación, aceleración y asistencia técnica que permitan a estas compañías atraer inversión privada.
9. Las grandes inversiones sociales son un trabajo lento que enfrenta obstáculos
La historia económica, la gobernanza, la falta de transparencia y la ley están ralentizando el potencial de inversiones de impacto social de gran escala. Se exige a los gobiernos a pensar «en formas radicalmente diferentes acerca de cómo los estados hacen frente a los problemas, principalmente en cuestión de costos, y cómo se organiza el gobierno», dice Boyle. Kraybill sugiere la creación de inversiones que ofrecen una tasa de retorno competitiva.
10. No perder la fuerza del impacto social
Boyle hace hincapié en que es necesario evitar la pérdida de impacto social al escalar, no es tanto una necesidad para el desarrollo de las estructuras y responsabilidades como lo es para el crecimiento comunitario.
Fuente: The Guardian