Algo que los líderes de negocios más exitosos tienen en común es que ninguno parece alinearse a los convencionalismos; por el contrario, parecen decididos a romper viejos paradigmas y ajustarse a sus propias reglas. Basta ver a líderes como Larry Page, Richard Branson o Mark Zuckerberg para confirmar que atreverse a jugar con una nueva versión de lo que es correcto puede llevar a un líder y a una marca directo a la singularidad y la distinción.
Esta libertad para crear nuevos estándares y romper con los convencionalismos tanto en productos como en políticas, ha permitido a las grandes empresas adoptar nuevas normas de cultura organizacional ajustándose a las necesidades de sus colaboradores, estimulando su compromiso con la organización y elevando su nivel de productividad.
Dichas prácticas han ido ganando gran popularidad en los últimos años y han conseguido desplazar poco a poco a las ridículas reglas de oficina que predominaban hace varios años y que hoy se saben obsoletas. Desafortunadamente ningún cambio puede hacerse de la noche a la mañana y hoy todavía muchas empresas se mantienen atrasadas en políticas de oficina.
Sin embargo, la llegada de un nuevo año es siempre oportuna para reflexionar sobre las prácticas que sí funcionan y aquellas que necesitan ajustarse para impulsar el crecimiento de la organización en el ciclo por venir. Adaptarse a un nuevo mercado o arriesgarse a morir.
En este contexto nos permitimos hacer algunas recomendaciones que todo CEO debería considerar antes de escuchar el sonido de las copas anunciando la inminente llegada del 2017; ¿será que después de leerlas quieras lanzar alguna bajo la puerta de la oficina de tu jefe?
Olvídate de cualquier norma que vincule los horarios y el tiempo libre con infracciones disciplinarias. Si uno de tus colaboradores necesita atender un asunto personal como una enfermedad suya o de un familiar, la visita de un plomero, la reparación de un auto o un trámite legal, debería disponer de tiempo libre para ello sin tener que sacrificar su salario o sus días de vacaciones. Después de todo ¿acaso no trabajas con adultos responsables?
Tus colaboradores no necesitan permiso de sus jefes para solicitar una transferencia y desde luego, no puedes negarles el derecho a recibir ofertas para colaborar con la competencia. Lo que sí puedes hacer es impulsar su satisfacción laboral a un nivel en el que no deseen irse.
Empresas: Sí, hay algo peor que capacitar colaboradores y que se vayan, no capacitarlos y que se queden.
Deja atrás cualquier política que clasifique a tus colaboradores y los ponga unos contra otros. Los programas de salud y responsabilidad social deben estar disponibles sin importar el rango; esto los hace ineficaces y atenta contra el espíritu de confianza.
Evita desde ahora solicitar comprobantes de enfermedad o fallecimiento de un familiar para poder acceder a tiempo libre. Si no puedes confiar en tu equipo en este tipo de situaciones, ¿Cuándo puedes?
Obligar a tus colaboradores a utilizar determinado estilo limita su capacidad de expresión y creatividad. En lugar de ello, procura promover la libre elección de atuendos y confiar en su capacidad para proyectar profesionalismo al interior y exterior de la organización.
Si permites que tus colaboradores se queden varias horas fuera de su horario para terminar proyectos sin compensación, pero luego impones una sanción por llegar cinco minutos tarde, algo anda muy mal con tus políticas y necesitas recapacitar.
Si tu empresa todavía evita dar cartas de recomendación o excelentes referencias a un colaborado que se despide voluntariamente, es necesario ajustar esta política, ya que las referencias negativas no hablan únicamente de sus habilidades, también de la calidad de tus procesos de contratación.
Olvídate de pagar a tus colaboradores el mismo salario durante varios años consecutivos; la empresa crece gracias a cada uno de ellos y eso debería verse reflejado también en sus ingresos. Además, si pueden obtener mayor retribución de alguien más, ¿no perderás pronto a tus mejores talentos?
Las personas ya no necesitan estar dentro de la oficina para atender asuntos laborales. permite a tus colaboradores trabajar de manera remota cuando lo necesiten y comienza a basar las evaluaciones de desempeño en resultados.
En resumen, despídete a todas las políticas que traten a tus colaboradores como si fueran el enemigo; en lugar de ello intenta verlos como tus aliados en el crecimiento de la organización.