Entre la globalización y el desarrollo económico, existe una triste realidad que a menudo pasa desapercibida: la esclavitud moderna. Según estimaciones recientes, aproximadamente 49.6 millones de personas en todo el mundo viven en situaciones precarias en los países con mayor explotación laboral.
Lo que es aún más alarmante es que entre estas cifras desgarradoras, se estima que 1 de cada 4 niños deben ver su esperanzas y sueños truncados por la crueldad de la explotación. Asimismo, del total de personas atrapadas en esta red de explotación, un preocupante 54% son mujeres y niñas, cuyas vidas están marcadas por la desigualdad y la vulnerabilidad.
Una forma de esclavitud moderna
En los países con mayor explotación laboral se manifiesta una forma de esclavitud moderna. Puesto que se presentan situaciones en las que las personas son coaccionadas, engañadas o forzadas a trabajar en condiciones en las que tienen poco o ningún control sobre los términos de su empleo y no pueden abandonar su situación. Esta forma de explotación a menudo implica varios abusos de poder, incluyendo amenazas, violencia, coerción o engaño por parte de empleadores o traficantes.
Las víctimas pueden sufrir largas jornadas de trabajo por poco o ningún salario, trabajar en condiciones peligrosas sin protección adecuada y ver violados sus derechos humanos básicos. Puesto que la esencia de la esclavitud moderna en la explotación laboral radica en la negación de la libertad individual y la perpetuación del estancamiento económico
Además, la explotación laboral no se limita a industrias o contextos específicos, sino que puede encontrarse en diversos sectores, incluyendo la fabricación de prendas de vestir, la minería, la agricultura, el trabajo doméstico y otros. Y, aunque la prevalencia de la esclavitud moderna no es uniforme en todos los países, aun en aquellos donde es menor se perpetúa este problema.
Muestra de ello es la demanda insaciable de materias primas y productos manufacturados, por un valor increíble valor de 468 mil millones de dólares anuales, por parte de los países del G20. Lo cual alimenta indirectamente el ciclo de explotación en otras partes del mundo.
Países con mayor explotación laboral
Según el Global Slavery Index 2023, diez países son los epicentros de esta lamentable situación, donde hombres, mujeres y niños enfrentan condiciones de trabajo inhumanas y degradantes. Estos países, ubicados en diferentes regiones del mundo, se destacan por la prevalencia de la esclavitud moderna en sus territorios, así como por las complejas dinámicas sociales, económicas y políticas que fomentan este fenómeno.
1. Corea del Norte
En Corea del Norte, uno de los países con mayor explotación laboral, aproximadamente uno de cada diez individuos se encuentra en situación de esclavitud moderna, ya que el gobierno les obliga a trabajar. Esta estimación, que se considera conservadora, refleja la grave realidad en un país donde las Naciones Unidas han documentado abusos generalizados y sistemáticos como tortura, detenciones injustas y trabajo forzado contra sus propios ciudadanos.
Asimismo, existen informes sobre mujeres norcoreanas que son engañadas o forzadas a abandonar el país para ser vendidas como esposas en China. Aquellas que logran escapar y regresar a Corea del Norte suelen ser castigadas por las autoridades en lugar de recibir ayuda como víctimas del tráfico de esposas. Este panorama pone de relieve la severa explotación laboral y los flagrantes abusos de derechos humanos que caracterizan a Corea del Norte.
2. Eritrea
Eritrea tiene la segunda mayor prevalencia de esclavitud moderna en el mundo, afectando al 9% de su población, alrededor de 320,000 personas. El gobierno eritreo implementa un programa obligatorio de reclutamiento nacional, donde los ciudadanos entre 18 y 40 años son obligados a realizar servicio militar, en su mayoría realizando trabajos no militares. Este servicio tiene una duración indefinida, lo que ha llevado a que aproximadamente el 15% de la población, especialmente los menores de 40 años, huya del país para evitar el reclutamiento, exponiéndolos a un mayor riesgo de explotación.
De igual manera, Eritrea muestra una de las respuestas gubernamentales más débiles frente a la esclavitud moderna, lo que socava cualquier otro esfuerzo para abordar este problema, incluyendo la ratificación de convenios internacionales y la legislación nacional. Las empresas también han sido vinculadas con el trabajo forzado impuesto por el estado, como el caso de Nevsun Resources en la mina Bisha en Eritrea, que terminó en un acuerdo extrajudicial en 2020, marcando un paso positivo hacia la responsabilidad corporativa en las cadenas de suministro.
3. Mauritania
Mauritania se encuentra entre los países con mayor explotación laboral debido a diversos factores arraigados en su historia y sociedad. Como el último país en abolir la esclavitud, lo que ocurrió en 1981, Mauritania aún registra una de las tasas más altas de esclavitud, con 32 personas por cada mil habitantes.
Además, la esclavitud hereditaria continúa afectando a las comunidades Haratine y Afro-Mauritanas, donde muchos sobrevivientes y sus descendientes dependen de antiguos «amos» debido a la falta de habilidades y oportunidades económicas alternativas. Las actitudes y normas culturales también perpetúan este problema, con discriminación sistemática y desigualdad que afectan a minorías étnicas en áreas como educación, empleo y acceso a servicios públicos.
4. Arabia Saudita
Los trabajadores migrantes conforman la gran mayoría de la fuerza laboral en Arabia Saudita. Estos trabajadores caen efectivamente bajo el control de los empleadores debido al sistema de kafala (patrocinio) y tienen pocos, si es que tienen alguno, derechos laborales.
Se han reportado espeluznantes cuentas de tráfico para la explotación laboral y la servidumbre doméstica a través de las redes sociales en los últimos años. Además, en 2021, documentos filtrados de Facebook revelaron que se utilizaban las plataformas de Meta para reclutar trabajadores migrantes de países de bajos ingresos mediante anuncios de empleo engañosos y trasladarlos a los países del Consejo de Cooperación del Golfo para servidumbre doméstica y trabajo sexual forzado.
5. Turquía
Turquía se encuentra entre los países con mayor explotación laboral debido a varios factores. Uno de los principales es su participación en conflictos regionales, como el conflicto en Siria, que ha llevado a la llegada de millones de refugiados al país. Este aumento en la población vulnerable ha creado condiciones propicias para la explotación laboral. Además, Turquía también ha sido identificada como un país donde la esclavitud moderna está presente en diferentes formas, incluyendo la explotación en las cadenas de suministro de diversas industrias, como la construcción y la textil.
6. Tayikistán
Tayikistán figura entre los países de su región debido a la prevalencia de conflictos y tensiones políticas en la zona. Ello, junto con la falta de infraestructura y oportunidades económicas, crea un entorno propicio para la explotación laboral. Además, Tayikistán se ha visto afectado por el tráfico de personas y la explotación laboral en sectores como la agricultura y la construcción.
7. Emiratos Árabes Unidos
Aunque los Emiratos Árabes Unidos cuentan con mayores recursos a su disposición, es uno de los países con mayor explotación laboral. Dentro de la región, tienen una de las tasas más altas de esclavitud moderna.
Esto se debe a que el sistema de kafala en los Emiratos Árabes Unidos, al igual que en otros países de la región, crea un desequilibrio de poder entre los trabajadores y los empleadores, lo que permite que los empleadores controlen aspectos fundamentales de la vida de los trabajadores migrantes, como su ingreso, residencia, empleo, cambio de trabajo y, en algunos casos, la posibilidad de salir del país.
8. Rusia
Rusia enfrenta desafíos significativos en cuanto a la explotación laboral, especialmente en el contexto de la participación en conflictos regionales y tensiones políticas internas. La falta de datos precisos y la presencia de sistemas coercitivos, como el trabajo forzado en prisiones y campos de reeducación, contribuyen a la persistencia de la explotación laboral en el país.
Además, es un lugar donde la esclavitud moderna está presente en diversas industrias, como la agricultura y la construcción, con la participación de trabajadores migrantes vulnerables.
9. Afganistán
Afganistán ha estado inmerso en conflictos prolongados y ha experimentado una grave inestabilidad política durante décadas, lo que ha creado un entorno propicio para ser uno de los países con mayor explotación laboral. La falta de infraestructura, oportunidades económicas y protecciones legales efectivas ha dejado a muchas personas vulnerables a la explotación, incluyendo el tráfico de personas y la servidumbre laboral. Además, la participación de Afganistán en conflictos regionales y su situación como un importante país de tránsito para el tráfico ilícito también contribuyen a la explotación laboral en el país.
10. Kuwait
Al igual que en Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, la fuerza laboral en Kuwait está compuesta principalmente por trabajadores migrantes que son controlados por los empleadores debido al sistema de kafala. Además, se ha observado un riesgo particular para los trabajadores migrantes en la construcción y las mujeres domésticas en los países del Consejo de Cooperación del Golfo y Jordania y Líbano, donde están especialmente expuestas a la servidumbre por deudas y la explotación laboral forzada en hogares privados.
Entender las razones detrás de esta problemática es crucial para abordarla eficazmente a nivel global. Al identificar y comprender los factores subyacentes que contribuyen a la explotación laboral en diferentes países y regiones, podemos desarrollar estrategias más efectivas para prevenirla y combatirla. Desde conflictos armados hasta desigualdades socioeconómicas y sistemas coercitivos, conocer las raíces de la explotación laboral nos permite dirigir nuestros esfuerzos hacia soluciones holísticas y sostenibles.
