Hoy en día, los artículos sobre sostenibilidad parecen estar por todas partes, lo que refleja la creciente sensibilización sobre los problemas a los que se enfrentan las generaciones futuras como resultado de las prácticas pasadas y actuales.
Y mientras la mayoría de las industrias están adoptando poco a poco prácticas más ecológicas y, en última instancia, más sostenibles, el sector de la limpieza profesional parece estar bien encaminado.
De acuerdo con FMLink, la industria de la limpieza profesional ha desarrollado nuevos productos que realmente reducen el impacto sobre la salud y el medio ambiente. La industria incluye a los fabricantes de productos químicos, papel, equipos, herramientas y otros suministros
Pero el éxito de la limpieza ecológica ha dado lugar a otras oportunidades y desafíos, ya que los fabricantes asumen erróneamente que la sostenibilidad es sólo otro nombre elegante para la limpieza ecológica. Pero verde y sostenibilidad son dos cosas muy diferentes.
Para el sector de la limpieza profesional, la principal diferencia es que lo «verde» se limita a los impactos sobre la salud y el medio ambiente de los productos elaborados por el fabricante, mientras que la «sostenibilidad» se aplica al sistema global y al impacto de todas las operaciones del fabricante.
Para facilitar a los responsables de las instalaciones la toma de decisiones con conocimiento de causa, a continuación se presentan 10 preguntas de RSE para plantas manufactureras que pueden ayudar a los fabricantes en materia de sostenibilidad.
10 preguntas de RSE para plantas manufactureras
1. ¿Qué marco o sistema de certificación estás utilizando?
Los fabricantes deben seguir un «marco» como el Global Reporting Initiative o el Natural Step; o uno de los programas de certificación emergentes sobre fabricación sostenible de Underwriters Laboratories (ULE 880) o Green Seal (CS-01) cuando formulen un programa de sostenibilidad.
Hay que dar preferencia a los fabricantes que utilizan un marco o sistema de certificación reconocido frente a los que siguen su propio programa interno.
2. ¿Has publicado un informe de sostenibilidad o de responsabilidad corporativa?
Dos de los temas más fundamentales de la sostenibilidad son la «transparencia» y la «presentación de informes». Los fabricantes deberían revelar lo que hacen en lugar de mantenerlo en secreto y esperar que los clientes y otros simplemente «confíen en ellos».
Hay que dar preferencia a los fabricantes que divulgan sus esfuerzos frente a los que no lo hacen. Y un poco de información es mejor que nada.
3. ¿Se han fijado objetivos de reducción?
Una vez que un fabricante ha empezado a hacer un seguimiento y a informar sobre su impacto, el siguiente paso es establecer objetivos de reducción. Solo hay que tener en cuenta el viejo dicho popularizado por Mark Twain, «hay mentiras, malditas mentiras y estadísticas».
Así que no te obsesiones con los porcentajes o los números, sino que piensa si el fabricante está realmente trabajando para mejorar. Y con esto en mente, da preferencia a un fabricante que haya establecido objetivos de reducción más exigentes en comparación con otros que tengan objetivos más modestos o ninguno.
4. ¿Sigues, informas y reduces tu consumo de energía?
El cambio climático es uno de los problemas más graves que preocupan a los profesionales de la sostenibilidad. Por ello, el uso de la energía y la disminución de la huella de carbono suelen ser el primer paso.
Preferimos a los fabricantes que hacen un seguimiento de su uso de la energía y su huella de carbono, y que informan sobre ello, en comparación con otros que no hacen un seguimiento ni informan sobre sus esfuerzos. Un ejemplo concreto de este esfuerzo es la adhesión a los programas Energy Star o Climate Wise de la EPA, o la participación en el Carbon Disclosure Project.
5. ¿Sigues, informas y reduces tu consumo de agua?
Mientras que la energía es una cuestión global, el uso del agua es regional. Además, algunos productos requieren menos agua durante su fabricación que otros. Tanto si el fabricante está en el desierto del suroeste como en la región de los Grandes Lagos, prefiera a los que hacen un seguimiento y presentan informes con objetivos de reducción en comparación con otros que no hacen ninguna de estas cosas.
Los ejemplos a tener en cuenta son la participación en los esfuerzos regionales de conservación, como el Pacto de los Grandes Lagos, y el uso de estrategias de bajo consumo de agua en la fabricación, así como en los accesorios, el paisajismo, etc.
6. ¿Sigues, informas y reduces tus residuos y emisiones?
Los residuos sólidos son una medida de la eficiencia de la fabricación, o de la falta de ella. Los fabricantes que desperdician menos pueden ofrecer productos a precios más competitivos. Pero esta cuestión es mucho más amplia que los residuos sólidos e incluye las emisiones al agua y al aire, especialmente si pueden ser tóxicas.
Por ello, hay que preferir a los fabricantes que miden, hacen un seguimiento e informan sobre todos sus residuos y emisiones y, lo que es más importante, se han comprometido a reducirlos, en comparación con los que sólo hacen lo que exige la ley.
Un ejemplo de esto podría ser la participación en el programa Waste Wise de la EPA o que el fabricante haya introducido un programa de «devolución» de sus productos.
7. ¿Sigues, informas y reduces tu impacto en el transporte?
El transporte puede tener un gran impacto medioambiental. Prefiere a los fabricantes que hacen un seguimiento de su impacto en el transporte, informan sobre él y tienen planes para reducirlo.
Un ejemplo de ello es el «dimensionamiento» de su flota, la adopción de estrategias de transporte alternativas y la participación en el Programa de Transporte Inteligente de la EPA.
Asimismo, pregunta por su trabajo con el canal de distribución, ya que la mayoría de los administradores de instalaciones no reciben sus suministros de limpieza directamente del fabricante y, en conjunto, esto supone una ventaja desde el punto de vista medioambiental, mientras que una mayor eficiencia reducirá los costes.
8. ¿Cuáles son las tendencias de los productos «verdes»?
Los fabricantes sostenibles deben hacer productos «verdes». Después de todo, ¿de qué sirve un fabricante «sostenible» cuyos productos perjudican la salud o el medio ambiente?
Aunque no sea razonable esperar que los productos sean 100% ecológicos, deberían ir en esa dirección. Por tanto, prefiere a un fabricante cuyas ventas de productos ecológicos tiendan claramente al alza como porcentaje de las ventas totales, en comparación con otros que demuestren un menor compromiso.
9. ¿Cómo abordan la equidad social?
Una de las cuestiones fundamentales que diferencian la «sostenibilidad» de lo «verde» o de un programa medioambiental es la inclusión de la equidad social. Esto va mucho más allá de la mera protección de la salud y la seguridad de los trabajadores, la formación y otros requisitos legales, sino que puede incluir la filantropía, el voluntariado, la participación de la comunidad, los derechos de los trabajadores, los salarios, las prestaciones y mucho más.
Para los fabricantes que elaboran productos en EE.UU., Canadá, Europa Occidental, Japón y otros países desarrollados, esto es un problema menor. Pero para los que fabrican e importan productos, subcomponentes o ingredientes de países en vías de desarrollo como China o Vietnam, prefieren a los fabricantes que tienen políticas estrictas y que hacen un seguimiento e informan sobre los problemas de los trabajadores en comparación con otros que no lo hacen.
10. ¿Apoyan a algún grupo que se oponga a la sostenibilidad?
Algunos fabricantes hacen grandes declaraciones públicas que constituyen una gran publicidad y, al mismo tiempo, participan activamente en grupos comerciales y otras organizaciones (incluidas las políticas) que trabajan específicamente para bloquear la sostenibilidad, el cambio climático, la equidad social y otras cuestiones relacionadas.
No hay una respuesta correcta o incorrecta a esto y NO pretende ser una declaración política; sólo pregunta para que no te quedes ciego si tu proveedor es señalado como hipócrita por uno de los grupos de defensa.
Al final, algunas de estas preguntas pueden incomodar a los fabricantes, pero esa no es la intención. La intención es más bien asegurar que los administradores de las instalaciones consideren las opciones más preferibles.
Al fin y al cabo, el fabricante más sostenible será el más eficiente, lo que le permitirá ofrecer productos a un precio más competitivo y reduce el riesgo de que tenga un problema que provoque la interrupción de los productos necesarios para llevar a cabo su actividad. Y, en última instancia, hacer preguntas difíciles y seleccionar el fabricante más sostenible aumentará la capacidad de éxito en el futuro.
