Aún cuando cada vez son más las empresas suman distintas prácticas responsables a las distintas áreas como su cadena de valor o la relación con sus stakeholders, el diseño es con frecuencia un elemento olvidado a lo largo de este proceso. La comunicación de la sustentabilidad a través de largos reportes impresos y materiales poco amigables con el medio ambiente es un error de coherencia que las organizaciones no deben permitirse y que puede llegar incluso a infringir daños en su reputación corporativa.
De ahí la importancia de medir y reducir en la medida de lo posible la huella ambiental en cada uno de los servicios que integramos a lo largo de los procesos de producción aprovechando al máximo los recursos disponibles y buscando alternativas ecoamigables.
Trabajar con base en un diseño ético que funcione con materiales de menor impacto ambiental y considere los aspectos sociales no sólo es un buen elemento visual para comunicar adecuadamente las prácticas responsables de una empresa, sino que constituye una parte fundamental de su compromiso con el medio ambiente y con valores que pueden llegar incluso al respeto de los derechos humanos. Así que ¿cómo calificarías el diseño de los materiales en tu empresa?