«Hemos llegado a un punto en el que el mejor resultado es la muerte y el sufrimiento generalizado para fines de este siglo, y el peor de los casos pone a la humanidad al borde de la extinción», dice un informe del relator especial de la ONU sobre pobreza extrema y derechos humanos.
Canadá es un importante usuario, productor y exportador de combustibles fósiles. Estos combustibles han ayudado al país a ser próspero, con una alta calidad de vida a la que nadie quiere renunciar.
Las herramientas económicas y tecnológicas que podrían llevar a Canadá hacia una economía baja en carbono, lo harían en gran medida al aumentar el costo de los combustibles fósiles, pero elevar el costo de estos a menudo ha llevado a una reacción política.
Principios hacia una economía verde
Estos 10 principios hacia una economía verde ayudan a guiar una transición más rápida:
1. La física no se compromete
La crisis climática no es una negociación política normal entre diferentes intereses, donde las soluciones provienen del compromiso. La crisis climática es una colisión entre los seres humanos y la física. La física, como la gravedad, no se compromete.
Los gobiernos que tratan la crisis climática como un «equilibrio» entre la economía y el medio ambiente están condenados al fracaso. La prosperidad se basa en respetar los límites de los sistemas naturales de los que dependen nuestras vidas.
Las reducciones solo pueden provenir de la reducción de los combustibles fósiles que quemamos, comenzando en este momento. No lograremos nada si seguimos invirtiendo en nuevas formas de suministrar o quemar combustibles fósiles.
2. No podemos contar con la magia
Sería maravilloso si la tecnología y plantar árboles nos permitiera mágicamente continuar los estilos de vida actuales sin mucho esfuerzo o gasto.
La tecnología y la innovación juegan un papel muy importante. La energía solar y eólica, las baterías, los vehículos eléctricos y los LED, hacen que la transición a una economía verde sea más fácil, más rápida y mejor para la salud pública.
Existe una enorme oportunidad financiera para mejorar en todas las áreas de la actividad humana, desde la agricultura hasta el agua, la conservación y la energía limpia, y tal vez la captura y almacenamiento de carbono. Pero es demasiado tarde para esperar a que alguien invente algo para que todo sea más fácil.
3. Nadie lo hará por nosotros
Canadá es uno de los 10 principales contaminadores climáticos del mundo. Cuantos más combustibles fósiles se queman, más caro, perjudicial e inmanejable será el daño climático.
Es cínico, miope y egoísta dejar todo para más tarde, para heredar el problema a las futuras generaciones. Si lo hacemos, nos habremos ganado su desprecio.
4. Tenemos mucho que ganar
Sí, reducir la contaminación climática ahora es un enorme desafío para los políticos democráticos. Es posible que muchas personas no quieran hacer lo que exige la crisis climática: pagar mucho más por la energía, usar mucho menos, poner primero el beneficio comunitario a largo plazo. Pero a la física no le importa lo que queremos.
Hacer de la economía una prioridad nos involucró en el lío actual. Se tiene mucho que ganar al reducir la dependencia de los combustibles fósiles, además del imperativo climático.
5. Los combustibles fósiles deben costar más
Disminuir la contaminación climática requiere una reducción dramática en la demanda de combustibles fósiles, así como en su oferta.
Los gobiernos deberían maximizar la conservación de combustibles fósiles, así como la electrificación de la red con bajas emisiones de carbono, diseñar el uso de la tierra para minimizar el uso de combustibles fósiles y apoyar la inversión en innovación y economía verde.
Pero las acciones para reducir la demanda avanzan poco cuando los combustibles fósiles son baratos.
Cada regulación, política, subsidio y tubería que aumenta el suministro de combustibles fósiles, o reduce su costo, socava los esfuerzos para reducir la demanda. Tanto la conservación de energía como las tecnologías bajas en carbono han luchado frente a los bajos precios del petróleo y el gas, y el consumo de combustibles fósiles ha aumentado.
La demanda de combustibles fósiles no disminuirá en los mercados libres hasta que estos se vuelvan mucho más caros.
6. Cumplir la demanda necesaria con la oferta práctica más limpia
Todavía no es posible hacer algunas cosas sin combustibles fósiles, por lo que habrá un mercado para ellos durante décadas, tal vez más para usos sin emisión de petróleo o con captura y almacenamiento de carbono. Ese mercado debe satisfacerse con la oferta práctica más limpia, teniendo en cuenta los costos climáticos totales de transporte, remediación y derrames.
Eso significa que el carbón térmico debe eliminarse lo antes posible.
7. La transformación verde debe ser rápida
Es demasiado tarde para un cambio incremental. A pesar de lo general y dominante que son los combustibles fósiles en la actualidad, la inversión en energía y eficiencia bajas en carbono debe superar las inversiones fósiles para 2025.
Para esto, los gobiernos tienen roles esenciales que nadie más puede jugar. Transformar la relación con los combustibles fósiles requiere investigación, capacitación, innovación, inversión e infraestructura enormemente ampliadas. Los inversionistas, las municipalidades y el sector privado solo intervendrán con objetivos, normas e incentivos sólidos a largo plazo.
8. No podemos tener una economía verde sin reconciliación indígena
Una transformación verde rápida, entre otras cosas, probablemente requerirá infraestructura en los territorios de los pueblos indígenas o a través de ellos. ¿Las comunidades indígenas bloquearán dicha infraestructura o ayudarán a construirla, operarla y poseerla?
Los pueblos indígenas tienen una influencia judicial y un apoyo público cada vez mayor. Su capacidad resultante para bloquear la infraestructura crea una influencia valiosa para las comunidades cuyos intereses legítimos a menudo han sido pisoteados.
9. Esforzarse por la justicia climática
La crisis climática afectará a todos, pero a algunos mucho más que a otros. Los que sufren las consecuencias más graves de la crisis climática, como las comunidades indígenas y pobres, se encuentran entre los menos responsables de la misma.
Están en primera línea de inundaciones, incendios, erosión, y la desaparición o contaminación de alimentos tradicionales, sin los recursos ni la cobertura de seguro para recuperarse de los desastres ambientales. Estas comunidades merecen ayuda para prepararse y restablecerse de las crisis relacionadas con el clima, y para alejarse de los combustibles fósiles.
10. Hechos honestos, conversaciones honestas
La verdad es que casi no tenemos tiempo. Ya es demasiado tarde para que los consumidores o los productores continúen sin cambiar el estilo de vida actual.
Solo la acción urgente en todas partes puede detener la alteración del clima, preservar la forma de vida actual y convertir este desafío en una oportunidad.
El petróleo, el gas y el carbón deben disminuir, no aumentar. Los consumidores y las empresas deben pagar mucho más por la energía y usar menos. Todos deben innovar.