Un director de empresa o CEO tiene grandes responsabilidades, ya que debe responder no solo a los accionistas y al consejo directivo sino a múltiples grupos de interés, incluyendo por supuesto al de los empleados. No todos los ejecutivos tienen lo que se necesita para liderar una empresa manteniendo felices a todos estos stakeholders al mismo tiempo que entrega resultados positivos. ¿Sospechas que el director de tu empresa no es muy bueno en su trabajo? Aquí te damos 10 señales que lo confirman, y que pueden aplicarse a cualquier líder en cualquier nivel:
1. Su ego importa más que el resultado:
Un CEO a quien le importa mucho su título, sus beneficios y su poder no solo es poco atractivo, sino que a la larga probará que le interesa más su propia imagen que liderar una una estrategia fuerte, impulsar y empoderar a otros líderes y tomar decisiones difíciles. El liderazgo no se trata de las apariencias, sino del recorrido.
2. No es directo:
Un CEO que no habla directamente con quienes le reportan, sino que se reúne en secreto con subordinados que no le reportan directamente demuestra debilidad y genera falta de confianza. Es cierto que el directivo puede hablar con cualquier empleado en cualquier momento, pero este tipo de acciones crean una atmósfera poco saludable que amenaza la armonía del lugar de trabajo.
3. Se enfoca en lo que no es importante:
Es una mala señal si el director se distrae con las noticias más recientes en lugar de dedicarse a lo importante. Lo mismo pasa si se queda atascado en los detalles como quién es el último en la oficina cada día. Al enfocarse en este tipo de cosas no llega a ningún lado.
4. Habla mucho de su pasado:
Nadie quiere escuchar sus historias cuando se refieren a su trabajo en otras empresas, excepto tal vez a los colaboradores que haya traído consigo desde su trabajo anterior. Quienes aman hablar sobre los buenos viejos tiempo normalmente siguen atrapados en ellos. Al hacer demasiadas comparaciones con otras industrias, otros trabajos y otros éxitos no inspiran a las personas a trabajar, perdiendo el interés de los colaboradores.
5. Regaña públicamente:
Es difícil creerlo pero estas cosas. Hay directores de empresa que pueden regañar en público a un colaborador, aún delante de los subalternos de este. El gritarle a alguien enfrente de 30 personas, azotar el escritorio y salir de la sala es en definitiva una señal de un mal CEO.
6. Insulta a personas:
Un CEO que es apasionado es bueno. Un arrebato en el que se dicen algunos insultos puede perdonarse, pero si estos van dirigidos a una persona en particular, demuestran que la persona no está lista para su puesto. También vale la pena mencionar que el uso de descripciones violentas es otra mala idea. Decir, por ejemplo «les vamos a romper la cara» para hablar con los empleados sobre cómo manejar a la competencia, es innecesario, lo mismo que cualquier demostración de fuerza que pretenda intimidar, como jugar con un bate de beisbol mientras se habla o flexionar los músculos.
7. Siempre viaja con un séquito:
Esto puede resultar divertido y hasta patético. Hay directores que no pueden viajar a ningún lado sin un equipo de al menos seis personas. ¿Por qué? Para demostrar poder, pero acaban demostrando que no pueden manejar las cosas solos.
8. No respeta el tiempo de otros:
Un director debe demostrar un excelente manejo del tiempo. Cuando alguien hace esperar a otros por horas, pide a sus colaboradores que regresen de vacaciones y no toma en cuenta las reuniones agendadas, es un problema. Significa que es desorganizado, irrespetuoso y demasiado preocupado por su ego.
9. No genera un ambiente armonioso:
La fricción puede ser saludable. Las personas con experiencia y opiniones fuertes pueden acabar logrando un acuerdo en el que las cosas se puedan hacer mejor. Y también es cierto que no todas las personas que trabajan juntas tienen que caerse bien. Pero un directivo que deliberadamente enfrenta a unas personas con otras no logra buenos resultados, sino que más bien hace que la desconfianza se vuelva institucional.
10. Busca lo negativo:
El punto de una evaluación de desempeño no es encontrar los errores de los colaboradores, sino sus aciertos, además de ajustar aquellas cosas que no están los dando resultados deseados. Quienes se enfocan en lo negativo pueden tener poca experiencia o una tendencia a controlar todo.
Fuente:
LinkedIn
Al ver todas esas características, gritè BINGGOO esa es mi jefa, increíble encaja en todos los aspectos mencionados no deja ni uno por escapar, increible, y me pregunto què hace uno con un jefe de este tipo?