La publicidad tiene un impacto profundo en la forma en que las sociedades perciben a diferentes grupos sociales, lo que otorga a las marcas una enorme responsabilidad. La publicidad responsable no solo debe ser creativa y atractiva, sino también inclusiva y libre de estereotipos o prejuicios. Sin embargo, muchas empresas han caído en el error de lanzar campañas que refuerzan ideas racistas, afectando a comunidades vulnerables y, al mismo tiempo, dañando su reputación.
El racismo en la publicidad puede surgir de formas sutiles o evidentes, pero siempre tiene consecuencias sociales graves, ya que no solo perpetúa estereotipos dañinos, sino que también deshumaniza a las personas que son objeto de esa representación, afectando su dignidad y contribuyendo a la normalización de ideas preconcebidas. Hoy en día, los consumidores están más atentos y demandan un comportamiento ético por parte de las empresas, exigiendo que se respeten los derechos humanos y se promuevan mensajes inclusivos.
Para las empresas, evitar este tipo de prácticas es crucial, tanto por razones morales como comerciales. El daño reputacional causado por campañas publicitarias racistas puede tener un impacto duradero, afectando la confianza de los consumidores y, en muchos casos, conduciendo a pérdidas financieras significativas. Por ello en este artículo revisaremos algunos ejemplos de publicidad racista que han generado controversia a nivel mundial y las lecciones que las marcas deben aprender para evitar este tipo de errores en el futuro. ¡No te lo pierdas!
¿Qué es el racismo y por qué debemos erradicarlo?
El racismo es una forma de discriminación que clasifica a las personas según su raza o etnia, con el fin de justificar la supremacía de un grupo sobre otro. Se manifiesta de diversas maneras: en actitudes, comportamientos, leyes y, como se ha visto con frecuencia, en la publicidad. Cuando una campaña refuerza prejuicios raciales, perpetúa una jerarquía social que privilegia a unas personas y margina a otras. Este tipo de mensajes, cuando son emitidos por marcas, no solo afectan a quienes son objeto de la representación, sino que también influyen en las percepciones del público general, perpetuando estereotipos que fomentan la desigualdad.
Erradicar el racismo es un imperativo moral y social que debe abordarse en todos los niveles, incluyendo la publicidad. Las empresas tienen el deber de actuar como agentes de cambio, promoviendo mensajes que reflejen la diversidad de las sociedades modernas de manera justa y respetuosa. Ignorar esta responsabilidad no solo las expone a críticas, sino que también las aleja de los valores de equidad e inclusión que hoy día son fundamentales para los consumidores. En este artículo, veremos algunos ejemplos de publicidad racista que han causado controversia y aprenderemos cómo evitar este tipo de errores en el futuro.
15 ejemplos de publicidad racista
1. Heinz y el anuncio de la novia negra (2024)
Heinz fue duramente criticado por un anuncio en el metro de Londres que mostraba a una novia negra junto a los padres blancos del novio. Esta imagen perpetuaba estereotipos racistas al sugerir la falta de una figura paterna negra, reforzando un prejuicio dañino sobre la estructura familiar negra.
Las críticas se extendieron rápidamente en redes sociales, obligando a Heinz a retirar el anuncio y emitir una disculpa. Este ejemplo muestra cómo un enfoque publicitario insensible puede causar un daño irreparable a la reputación de una marca. Para evitar caer en este tipo de errores, las empresas deben asegurarse de que sus mensajes sean revisados por equipos diversos que ofrezcan múltiples perspectivas.
2. Volkswagen y el anuncio en Instagram (2020)
Volkswagen lanzó un video en Instagram en el que una mano blanca gigante empujaba a un hombre negro. Esta representación fue considerada racista al evocar la dominación de los blancos sobre los negros.
El video fue eliminado rápidamente, pero las críticas permanecieron. Las empresas deben tener en cuenta el impacto que sus imágenes pueden tener en audiencias diversas y evitar cualquier representación que sugiera violencia o dominación racial.
3. Gucci y el suéter con diseño de «blackface» (2019)
Gucci causó controversia al lanzar un suéter que evocaba el «blackface», una práctica racista en la que personas blancas se pintaban la cara de negro para ridiculizar a las personas afrodescendientes. Esta elección de diseño fue vista como insensible y racista.
La marca retiró el suéter y pidió disculpas, pero la repercusión en su reputación fue significativa. Las empresas deben educarse sobre el contexto histórico y cultural de las representaciones visuales para evitar ofender a comunidades enteras.
4. Dolce & Gabbana y el estereotipo asiático (2018)
Dolce & Gabbana lanzó una serie de videos en los que una modelo asiática intentaba comer comida italiana con palillos de manera incómoda y torpe. El anuncio fue rápidamente criticado por ser condescendiente y por perpetuar estereotipos racistas sobre la cultura asiática. El video provocó indignación en China, uno de los principales mercados de la marca, lo que llevó a la cancelación de desfiles y a una crisis de relaciones públicas.
Este ejemplo de publicidad racista demostró cómo el desconocimiento cultural puede causar daños significativos a una marca, tanto en términos económicos como de reputación. Las empresas deben evitar trivializar o ridiculizar otras culturas en sus campañas.
5. H&M y la sudadera “Coolest Monkey in the Jungle” (2018)
H&M generó indignación cuando lanzó una campaña en la que un niño negro aparecía usando una sudadera con el eslogan «Coolest Monkey in the Jungle». Este eslogan evocó asociaciones racistas históricas que comparan a personas negras con monos.
Aunque H&M retiró rápidamente la prenda y pidió disculpas, la controversia afectó gravemente su reputación. Las marcas deben ser conscientes del contexto histórico y cultural de los términos que utilizan en sus productos y campañas para evitar perpetuar estereotipos dañinos.
6. Dove y el anuncio del jabón blanqueador (2017)
Dove lanzó un anuncio en el que una mujer negra se quitaba una camiseta marrón para transformarse en una mujer blanca, lo que fue interpretado como un mensaje subliminal de que el jabón «blanqueaba» la piel, reforzando el estereotipo de que la piel blanca es superior.
El anuncio fue retirado y Dove emitió una disculpa, pero la campaña dejó una mancha en la reputación de la marca. Para evitar este tipo de fallos, las marcas deben revisar a fondo sus campañas y asegurarse de que no promuevan ideas racistas o excluyentes.
7. L’Oréal y la exclusión de la diversidad racial (2017)
L’Oréal fue criticada cuando despidió a una modelo negra y transgénero, Munroe Bergdorf, después de que ella hablara sobre el racismo sistémico en una publicación de redes sociales. Esto ocurrió después de que la marca promoviera una campaña a favor de la diversidad, lo que fue percibido como una contradicción entre sus mensajes de inclusión y sus acciones.
Este es otro de los ejemplos de publicidad racista que refleja la necesidad de que las empresas alineen sus campañas con sus acciones internas. Promover la diversidad y luego penalizar a quienes hablan sobre racismo puede dañar gravemente la credibilidad de una marca.
8. Pepsi y el anuncio con Kendall Jenner (2017)
En un intento de capitalizar las protestas sociales, Pepsi lanzó una campaña protagonizada por Kendall Jenner, en la que se mostraba a la modelo resolviendo un enfrentamiento entre manifestantes y la policía al entregar una Pepsi a un oficial. El anuncio fue acusado de trivializar movimientos como Black Lives Matter.
El anuncio fue retirado tras una ola de críticas, pero el daño ya estaba hecho. Las empresas deben ser conscientes de los contextos sociales y evitar explotar causas legítimas para fines comerciales. El apoyo a movimientos sociales debe ser genuino, no una simple estrategia de marketing.
9. Nivea y el anuncio “White is Purity” (2017)
Nivea lanzó una campaña dirigida al mercado de Oriente Medio con el eslogan «White is Purity». El anuncio fue duramente criticado por perpetuar la supremacía blanca, en un contexto en el que los ideales de pureza han estado históricamente ligados a la blancura.
Nivea retiró el anuncio tras las críticas y reconoció el error. Las empresas deben ser especialmente cautelosas cuando utilizan términos que pueden tener connotaciones racistas o que refuercen jerarquías raciales.
10. Gap Kids y la jerarquización racial (2016)
En 2016, Gap Kids lanzó una campaña publicitaria que mostraba a un grupo de niñas, pero lo que llamó la atención de los críticos fue una imagen en la que una niña blanca, aparentemente mayor, apoyaba su brazo sobre la cabeza de una niña negra, que parecía más joven. La crítica señaló que la imagen reproducía estereotipos racistas, ya que presentaba una jerarquización implícita en la que la niña blanca parecía dominar o relegar a la niña negra. La campaña fue vista como un reflejo de cómo, incluso en situaciones cotidianas, la publicidad puede perpetuar dinámicas de poder basadas en el color de piel.
Esta campaña provocó una ola de comentarios negativos en redes sociales, acusando a Gap de insensibilidad racial. Gap se disculpó por el anuncio y lo retiró, señalando que no era su intención enviar un mensaje racista. Para evitar este tipo de situaciones, las empresas deben ser conscientes de cómo las imágenes que usan pueden ser percibidas y asegurarse de que no refuercen jerarquías raciales o estereotipos dañinos.
11. Zara y la camiseta «White is the New Black» (2014)
Zara enfrentó críticas cuando lanzó una camiseta con el eslogan «White is the New Black». Este mensaje fue interpretado como una banalización del movimiento por los derechos civiles y un ejemplo más de insensibilidad racial.
Zara eliminó la camiseta de su catálogo tras las críticas, pero su imagen fue afectada. Las marcas deben ser conscientes de las luchas históricas que ciertas frases o conceptos evocan, y evitar trivializar cuestiones sociales delicadas.
12. Intel y el anuncio de los atletas (2007)
Intel lanzó una campaña que mostraba a un hombre blanco rodeado de seis atletas negros en una postura de carrera, lo que fue interpretado como una imagen de subordinación racial. Esta representación refuerza dinámicas históricas de opresión.
Aunque Intel pidió disculpas y retiró el anuncio, el daño a su imagen fue considerable. Las marcas deben evitar imágenes que refuercen ideas de sumisión o desigualdad racial, y ser especialmente cuidadosas con las connotaciones visuales.
Hacia una publicidad donde todas las personas estén representadas
Estos ejemplos de publicidad racista nos recuerdan el poder que tienen las marcas para influir en la percepción pública. La publicidad, cuando se maneja de manera irresponsable, puede reforzar estereotipos dañinos y perpetuar desigualdades sociales. Las marcas, por tanto, no solo deben tener un compromiso con la creatividad y el impacto comercial, sino también con la inclusión y el respeto por la diversidad cultural y racial en cada mensaje que transmiten.
Una publicidad responsable no solo previene daños reputacionales, sino que también fortalece la conexión con los consumidores, quienes buscan cada vez más marcas alineadas con valores de equidad e inclusión. La erradicación de prácticas racistas en la publicidad es fundamental para construir un mundo más justo y respetuoso, donde todas las personas sean representadas de manera digna e igualitaria.