Como lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año más de 700 mil personas se suicidan. Esta problemática tuvo un aumento durante la pandemia por COVID-19, al menos en nuestro país, pues 2020 se convirtió en el año con más suicidios en la última década. Asimismo, es la cuarta causa de muerte de personas entre 15-29 años, quienes son más propensas a efectuar este acto.
El suicidio conlleva una serie de factores, además de muchas señales de alerta para quienes rodean a la víctima, que van desde situaciones emocionales, enfermedades o cumplimiento de expectativas. Debido a su alta prevalencia y al impacto social que tiene, muchos organismos han considerado que es un tema de salud pública.
Una de las causas que contribuyen a esto es el estrés laboral que, si bien no había destacado entre los motivos suicidas, en los últimos años ha cobrado relevancia, incluso se han identificado algunas profesiones con mayor riesgo de suicidio. Estas presentan ciertas características como alta demanda, responsabilidad enorme, mal ambiente de trabajo y horarios extenuantes.
Suicidios y Responsabilidad Social: Caso Matsuri y France Telecom
Todas las actividades humanas, desde la industria hasta la educación, tienen un fin común: el preservar la vida. Sin embargo, la calidad con la que se vive y cómo se desarrolla la existencia son factores que vuelven complejo cumplir con esto. Si bien, el acto suicida pareciera una decisión individual, en muchos casos se puede prevenir.
Como ya se mencionó, el estrés laboral se ha establecido como un factor en algunas profesiones con mayor riesgo de suicidio. Muestra de ello son los casos de las empresas Dentsu y France Telecom, cuyas prácticas laborales fueron vinculadas a la muerte de algunos de sus colaboradores. En el caso Dentsu, una compañía japonesa de publicidad, el suicidio de Matsuri, una empleada de 24 años, ocasionó que el presidente de la empresa renunciara a su cargo, admitiendo que la muerte de la joven se relacionaba con los desgastantes horarios.
Por su parte, France Telecom, corporación dedicada a proveer servicios de telecomunicaciones, fue acusada de generar acoso a gran escala, ya que en 2019, atravesó una ola de suicidios escalofriante, en la que colaboradores se apuñalaron, aventaron de sus edificios y dejaron mensajes señalando que lo hacían por el trabajo que desarrollaban.
«Me suicido debido a mi trabajo en France Telecom. Esa es la única razón».
Empleado de 52 años.
Estos dos ejemplos muestran que las organizaciones también pueden interferir en una decisión mortal, por lo que requieren, desde sus estrategias de Responsabilidad Social y Corporativa, implementar mecanismos que conserven el bienestar de sus colaboradoras y colaboradores, que son su activo más importante. Aunque no siempre es sencillo saber cómo mejorar este tipo de situaciones, los equipos ejecutivos deben estar atentos a los riesgos y necesidades de su personal. Por lo que conocer las profesiones con mayor riesgo de suicidio, podría ser una herramienta para localizar a las y los colaboradores en peligro.
15 profesiones con mayor riesgo de suicidio
Recordando que la prevención es fundamental para cualquier padecimiento y teniendo como marco el Día Mundial para la Prevención del Suicidio —celebrado cada 10 de septiembre—, el cual se ha establecido para conmemorar y fortalecer las acciones que eviten que más personas tomen esta resolución, te presentamos las 15 profesiones con mayor riesgo de suicidio.
1. Medicina
Las y los profesionales dedicados a cuidar la salud son quienes tienen una mayor tasa de suicidios. Aunque pareciera contradictorio, la exigencia que requiere tanto su formación como su trabajo las y los exponen a esta circunstancia, según lo reportó un estudio del Hospital Central de Nueva York, pues ocurren de 28 a 40 decesos por esta causa entre cada 100 mil médicos, el doble que en la población normal.
Esto se ve reflejado hasta durante su vida escolar. En México, como lo reportó una investigación de la UNAM, uno de cada diez estudiantes de Medicina han intentado quitarse la vida, situación que se replica en muchos otros países. Lo que convierte a este campo en una de las profesiones con mayor riesgo de suicidio.
2. Milicia
Un artículo especializado en el tema indica que la ideación suicida está presente en, al menos, el 14% de quienes adoptan carreras militares. En tanto las muertes suicidas representan la segunda causa de fallecimientos en las fuerzas armadas, al menos en EE.UU., porque hay una tasa de mortalidad de 18.5 por cada 100 mil personas cada año.
Para el 2020, en ese mismo país, los suicidios militares aumentaron un dramático 15%, teniendo como motivos principales el estrés laboral, marital y económico, al que se le suma la disciplina y el rigor al que este personal está expuesto. En México, se estima que desde 2007, cada mes, un militar se ha quitado la vida, compartiendo en muchos casos las mismas razones, a medida que se intensificó la problemática debido a la llamada «guerra contra el narcotráfico».
3. Construcción
La construcción, junto al trabajo minero, es uno de los campos más peligrosos para laborar, puesto que las personas suelen estar más propensas a riesgos en su quehaceres cotidianos. Aemás, la presión a la que esté sujeta este personal y las jornadas extensas también la colocan como una de las profesiones con mayor riesgo de suicidio. Un estudio en Reino Unido documentó que la mala salud mental es una de las principales causas por las que se suicidan quienes se dedican a esta rama tan importante para el desarrollo social.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., en el oficio de la construcción es donde se reporta el número más alto de suicidios en hombres, debido al estrés que sufren. El cual tiene impactos agudos, que van desde el consumo de sustancias hasta la muerte.
«Los trabajadores de la construcción enfrentan muchos factores estresantes relacionados con el trabajo que pueden aumentar el riesgo de suicidio, como la incertidumbre del trabajo estacional, los horarios exigentes y las lesiones en el lugar de trabajo, que a veces se tratan con opioides».
Jim Frederick, subsecretario interino de Trabajo para la Seguridad y Salud Ocupacional de EE.UU.
4. Dentistas
Al igual que la Medicina, la Odontología es una carrera que requiere de mucho desgaste mental e implica una fuerte demanda de tiempo y dedicación, por lo que es considerada una profesión estresante. Es esto último una característica previa al suicidio, ya que la presión laboral y académica es un factor recurrente en quienes se quitan la vida.
Si bien, no se cuentan con cifras exactas de cuántos dentistas se suicidan, o si en verdad son una de las profesiones con mayor riesgo de suicidio, en 2014, una fuente española afirmó que en aquel país «la odontología se encontraba entre una de las profesiones con mayor tasa de suicidios».
5. Trabajadores del campo
La falta de recursos y el ambiente laboral al que se exponen millones de trabajadoras y trabajadores rurales está prendiendo las alarmas en referencia a la depresión y al suicidio. Aunque en los últimos años se ha mostrado interés por comprender la problemática, lo cierto es que aún falta mucha investigación sobre el tema.
En este sentido, un acercamiento sobre el estado de los suicidios en este sector son las conclusiones del programa Proyecto AgrAbility en Colorado, Estados Unidos, que señalan que «las personas dedicadas a tareas de campo cometen suicidio en una proporción de dos veces y media más que el resto de la población, derivado de la precariedad con la que ejercen sus labores».
6. Farmacéutica
Otra de las profesiones con mayor riesgo de suicidio es la farméutica, de acuerdo con un estudio de la Universidad de California y la Facultad de Medicina de UC San Diego, las personas dedicadas a esta disciplina tienen «una tasa aproximada de 20 suicidios por 100 mil personas, frente a los 12 por 100 mil en la población general».
Se podría pensar que el contacto con sustancias y comprender sus efectos es una de las principales razones que llevan a este personal a quitarse la vida, si bien se ha encontrado que los problemas laborales representan el motivo más frecuente para cometer este acto.
7. Investigación
La demanda por innovar, crear y descubrir, el aislamiento, largos lapsos de trabajo y un ambiente competitivo provocan que la comunidad científica se exponga a altos niveles de ansiedad y estrés, que culminan en depresión, como lo indican algunas investigaciones. Estos últimos padecimientos son los que han puesto a las y los investigadores como propensos a cometer suicidios.
Muestra de esto fue el caso del conocido científico de RIKEN, Yoshiki Sasai, quien se quitó la vida en 2014, después de que quedará al descubierto que su artículo sobre células madres tenía información falsa.
8. Electricistas
Los suicidios de personas dedicadas a la electricidad tienen una tasa 1.36 más alta que el promedio, dicha circunstancia podría estar vinculada a la exposición a campos electromagnéticos, ya que según una investigación científica, estos «pueden afectar la producción de melatonina en el cerebro, lo que conduce potencialmente a la depresión y podría culminar en el suicidio».
Por lo tanto, la exposición ocupacional a este tipo de campos de quienes se emplean como electricistas es un factor que los lleva a quitarse la vida.
9. Asesoría financiera
El mundo de las finanzas y el flujo de capital es, en sí mismo, un ambiente estresante y demandante. Si a esto se le suma la capacitación inmediata a la que muchas y muchos asesores financieros en EE.UU. se vieron sometidos por algunos cambios en las regulaciones, se obtiene un alza en el número de muertes en este gremio, que lo ha llevado a ser de las profesiones con mayor riesgo de suicidio.
10. Leyes
La abogacía es una carrera que implica la tolerancia a situaciones frustrantes y que requiere de resoluciones inmediatas, lo que puede ocasionar ansiedad en las personas dedicadas a ella. Ante esto, la Fundación Dave Nee asegura que las y los abogados «tienen las tasas más altas de depresión y suicidio de cualquier profesión y el 40% de los estudiantes de derecho en su tercer año de escuela informan que experimentan síntomas de depresión».
A lo anterior se le suma el estigma de buscar ayuda, lo que contribuye a que muchos profesionistas no se acerquen a especialistas que puedan guiarlos si se enfrentan a un proceso depresivo o un cuadro de estrés, ya que muchos temen a las repercusiones que pueda tener esto sobre su trayectoria.
11. Policías
Con el deber de cuidar el orden y la seguridad de la ciudadanía, los elementos de seguridad tienen que afrontar experiencias fuertes y en algunos casos traumáticas. Derivado de esto y junto a las olas de violencia que se viven en muchas zonas, la carrera policíaca se encuentra dentro de las profesiones con mayor riesgo de suicidio.
Por ejemplo, en España se tuvo un aumento del 54% de casos de suicidio entre agentes, lo que alertó a las autoridades, pues es una cifra histórica. En México, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) también está preocupada por la salud mental de sus policías, por lo que se creó la Unidad de Atención y Referencia Psicológica.
12. Puestos ejecutivos
Cumplir con metas, tener a cargo a personas y solucionar los problemas que se presenten en su día a día pueden ser circunstancias desgastantes para muchos líderes, ya que también tienen que realizar jornadas de trabajo extensas que afectan, en muchas ocasiones, su vida personal.
Frente a esto, no es de sorprenderse que el estrés abunde entre las y los altos ejecutivos, al igual que otros padecimientos como la depresión y el burnout, que muchas veces son la antesala para cometer suicidio. Por lo cual, las organizaciones deben estar atentas sobre cómo gestionan a su planta ejecutiva, que no está exenta de ser vulnerable.
13. Anestesistas
Como lo explica un artículo sobre el tema, las y los anestesistas son los médicos con un mayor número de suicidios, ya que tienen hasta 5.5 más posibilidades de atentar contra su vida que las personas que ejercen otras especialidades. Cabe señalar que 86% de los suicidios de anestesistas fueron realizados por envenenamiento, de acuerdo con la Association of Anaesthetists, y en 83% de estos se utilizaron medicamentos anestésicos.
Y, aunque las causas fueron multifactoriales, la falta de sueño, el estrés, la presión, la soledad y la exigencia son aspectos que contribuyen a que muchas personas dedicadas a esta especialidad médica decidan quitarse la vida.
14. Veterinaria
Del mismo modo que otras ciencias enfocadas a la salud de seres vivos, la veterinaria presentan un alto índice de atentados contra la propia vida entre quienes la ejercen, lo que la posiciona como una de las profesiones con mayor riesgo de suicidio. De acuerdo con Animal’s Health España, las y los veterinarios tienden a ser dos veces más propensos a cometer este acto que otras profesiones.
El componente ético es uno de los factores desencadenantes en cuadros de ansiedad y depresión que pueden llevarlos a suicidarse. Asimismo, el método que utilizan para llevar a cabo esto es el envenenamiento farmacéutico con un 39% de prevalencia.
15. Marketing
Las fuertes cargas de trabajo y el cumplirlas bajo reloj han hecho que las personas dedicadas al marketing vivan y laboren en ambientes muy estresantes. Y, con la pandemia por COVID-19 y la llegada del teletrabajo, aumentó lo que se le demanda a estos profesionales. Sin embargo, ya desde 2015 se había notado este problema, pues un estudio de Workfront reveló que el 25% de quienes se dedican a este sector se siente en estrés extremo.
Esto podría llevar al marketing a ser una de las profesiones con mayor riesgo de suicidio puesto que la presión y el estrés laboral son dos aspectos que están relacionados con la ideación suicida que, de no ser atendida, termina en una tragedia para muchas familias.
Por último, la prevención es la herramienta más fuerte para evitar el suicidio, por lo que todas y todos tenemos la posibilidad de contribuir a que actos así disminuyan, pues existen muchos indicios antes de que alguien atente contra su vida.
La sociedad es demasiado indiferente. Es un problema grave. Hay que tratarlo urgente.