1. Pobreza
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fueron ratificados por las Naciones Unidas en 2015 para mejorar la vida de la gente. Un proyecto colaborativo de fotografía impulsado por la Campaña de la ONU para los ODS ha recabado miles de imágenes de ciudadanos anónimos, pero con rostro, de todo el mundo que relatan cómo les afecta esta agenda internacional. «Mi vida cambió de la noche a la mañana cuando conocí a un niño de siete años que se me acercó mendigando comida. Pude ver en sus ojos que estaba enfermo y le pregunté por qué no se iba a casa con sus padres. Él dijo: ‘Ya no vivo con mis padres porque no pueden pagarme la comida. Alguien más se ocupa de mí ahora, pero es una mala persona. Me castiga cuando vuelvo sin dinero y por eso prefiero quedarme en la calle esta noche. Poco después de este encuentro, fundé mi propia ONG para ayudar a los más pobres de la sociedad. Mi sueño es un mundo sin pobreza, donde todos los niños puedan ir a la escuela». Nouakchott, Mauritania.
2. Hambre
«Mi mayor lucha diaria: encontrar comida». Manila, Filipinas.
3. Salud
«Mi madre murió cuando yo tenía solo 12 años. Mi padre estaba corriendo por la clínica tratando de encontrar a una enfermera o un médico, pero no había nadie cerca. Finalmente regresó a la habitación en la que estaba y… No sé, nunca he visto el dolor o la derrota en la cara de alguien así. Se dio cuenta de que no podía hacer nada más que verla morir. Después de su marcha, nos mudamos todos a Bangkok y mi padre consiguió un trabajo como conserje. Pudo permitirse una mejor cobertura de salud para mis hermanos y para mí, pero eso no cambió el hecho de que nuestra madre se había ido. No deseo esos días a nadie». Bangkok, Tailandia.
4. Educación
«En el pasado, los padres no eran más sabios. Cuando cumplí 11 años, los míos me dijeron: ‘Bien hija, ya no necesitas ir a la escuela. Es mejor que nos ayudes, vengas a trabajar y cuides a la familia. Yo era la mejor estudiante de mi clase, pero eso no importaba. Era la primogénita, así que mi nuevo trabajo era convertirme en la niñera de los seis más pequeños. Físicamente, fue muy difícil. Me despertaba cada mañana, ataba al bebé a mi espalda y luego salía a buscar agua y leña para hacer comida. Todos los días eran así. Y luego estaban los otros niños, mis viejos compañeros de clase. Mientras salía a buscar agua todas las mañanas, me pasaban de camino a la escuela. Eso me hacía sentir realmente triste. Tengo mis propios hijos ahora. Ellos no tienen que ir a por agua, hago todo lo que puedo para asegurarme de que lleguen a la universidad y obtengan títulos». Kigali, Ruanda.
5. Igualdad de género
«Muchas mujeres en mi familia son víctimas de abusos. Originalmente soy del campo y allí, muchos hombres todavía consideran a las mujeres como un objeto para satisfacer sus necesidades. Ya sea sexo, cocinando o cuidando a los niños. Pero las cosas están cambiando en Marruecos. Tomé el autobús nocturno ayer; esto no hubiera sido posible hace unos años. Mi generación es más consciente de la importancia de la igualdad entre hombres y mujeres. Creo que el cambio viene desde adentro. Me considero una mujer fuerte. De hecho, todas las mujeres son fuertes, solo tienen que estar informados sobre su propia fuerza». Meknes, Marruecos.
6. Agua y saneamiento
«Aquí solía haber una corriente de agua dulce, tan limpia que podíamos beber de ella… Ahora solo queda un estanque lleno de basura y canalones inútiles. Ojalá el Gobierno prestara atención y limpiara el lugar para que podamos recuperar la antigua y hermosa aldea de Saidpur». Islamabad, Pakistán
7. Energía
«Si la aldea recibiera electricidad, finalmente podría comprar maquinillas de cortar el pelo eléctricas. Estas viejas herramientas son muy lentas y por eso estoy perdiendo clientes en las barberías de la ciudad. También me gustaría tener un piso de cemento real aquí y un nuevo techo también. Pero todo comienza con esas maquinillas. Si tuviera electricidad y cortapelos podría hacer suficientes negocios para hacer todas esas mejoras». Mayange, Rwanda.
8. Trabajo decente
«Soy una trabajadora del sexo, pero no por elección. Mi esposo falleció cuando estaba embarazada de nuestro quinto hijo y estoy haciendo todo lo que puedo para mantenerlos. En ese momento trabajaba en la frontera vendiendo todo tipo de cosas. Por la noche, la gente comenzó a llamarme y así comenzó todo. Ahora tengo hasta cinco clientes por día, algunos son buenos; otros me degradan y me insultan. Es un trabajo sucio, pero no tengo otra opción. Como madre, quiero lo mejor para mis hijos, no quiero que se conviertan en caudillos o ladrones. ¿Sabes qué? ¡Todos están en la universidad, es verdad!». Ouidah, Benin.
9. Infraestructuras
«Aquí, todo está condicionado por el agua. La ciudad se hundió durante el último terremoto, y ahora incluso con un poco de lluvia, se inunda todo. Nuestros niños no pueden ir a la escuela y no podemos ir a trabajar. Cuando comienza a llover, nuestras vidas se detienen». Dagupan, Filipinas.
10. Desigualdad
«Hay dos mundos en este planeta: el de los ricos y el de los pobres. Lo más triste es que la división crece todos los días, lo veo con mis propios ojos. Mis amigos en Berlín, Marruecos y Líbano luchan por sobrevivir, ocurre en todo tipo de sociedades y me temo que no es algo que podamos detener». Marrakech, Marruecos.
11. Ciudades sostenibles
«Mi prioridad es la vivienda asequible. Antes del tsunami, toda mi familia vivía junta, en seis casitas en la playa. Diez de nosotros estábamos perdidos ese día. Siete eran niños. No teníamos documentos de las tierras, por lo que no recibimos nada para reconstruir. Ahora debemos alquilar. Vivimos separados y el precio es muy alto». Galle, Sri Lanka.
12. Consumo
«Para salvar el planeta y cuidar de las generaciones futuras. Para mí es difícil entender que podamos salvar a todos los niños del mundo con solo el dinero de Bill Gates. Nunca he querido ser rico y no entiendo cómo alguien puede gastar miles de euros en un automóvil o una casa. La gente tiene tanta ignorancia en la cabeza hoy en día… Lo más estúpido de todo es que, como sociedad, destruimos la tierra. ¿Por qué las personas no entienden que necesitamos que el planeta sobreviva y que debemos preservarlo para las generaciones futuras?». Mönchengladbach, Alemania.
13. Cambio climático
«La gente de mi edificio siempre habla de reforma educativa y escándalos de corrupción, pero todo eso parecerá un juego de niños cuando las aguas comiencen a subir, especialmente aquí, a lo largo del Bósforo… Quizás entonces todos comiencen a escuchar». Estambul, Turquía.
14. Océanos
«El año pasado, un grupo de turistas me contrató para llevarlos a las islas por un día. En nuestro camino de regreso, un tipo arrojó toda su basura directamente al agua. Envoltorios de comida, latas, colillas de cigarrillos. ¡Cómo si no si no importara! Estaba tan enojado que quería empujarle. El océano es todo para mí, ¿sabes? Es mi trabajo. Es mi vida. Si pones basura en este agua, también puedes ponerla dentro de mi casa. No puedo soportar eso». Puerto Princesa, Filipinas.
15. Medio ambiente
«No es ningún secreto que la salud de una nación depende de muchos factores, incluidos la ecología, el mundo en que vivimos, el agua y los alimentos que comemos, el aire que respiramos. ¿Qué pasará en 10, 15 o 20 años si no pensamos en eso ahora? ¿Qué pasará si no nos damos cuenta de que talar los bosques, drenar marismas y contaminar ríos, lagos y océanos es malo? No es solo la naturaleza la que arruinamos, también a nosotros mismos. ¿Qué quedará después de nosotros? ¿Qué dejaremos a nuestros hijos?». Minsk, Bielorrusia.
16. Paz y justicia
«Mi hermano fue asesinado por una pandilla de fútbol cuando tenía 17 años. Si tuviéramos mejor seguridad y menos corrupción, esto nunca hubiera sucedido. Los que lo hicieron fueron hijos de personas políticamente poderosas. Aún están afuera hoy. Aún los veo por ahí». Buenos Aires, Argentina.
17. Alianzas
«Hace mucho, mucho tiempo, yo era el alcalde aquí. Hace mucho tiempo, cuando este lugar no era un lugar feliz para estar. Esta es una de las regiones más áridas del país, lo que significa que también es la más pobre. Pero luego fuimos elegidos como el sitio para el proyecto ‘Millennium Village’ en Ruanda, y fue entonces cuando la suerte de todos cambió. Antes, las personas preguntaban cómo conseguir comida para sus familias para comer. Ahora, 15 años después, las personas tienen preguntas sobre la mejor manera de invertir todo el dinero que están generando. ¡Ahora las aportaciones que obtenemos de la población para proyectos de desarrollo comunitario superan la ayuda que recibimos del Gobierno! Los padres construyeron y pagaron la nueva escuela por su cuenta. Antes, era el secretario ejecutivo de este sector pobre, Mayange. Ahora, soy el secretario ejecutivo de este rico sector, Mayange. Estoy muy orgulloso de lo que estamos empezando a ser». Mayange, Ruanda.
