Mientras la fotógrafa turca Nilufer Demir retrataba a un grupo de migrantes paquistaníes cerca de Bodrum, en la costa suroeste de Turquía, una trágica imagen invadió sus sentidos a un nivel tal, que solo pudo inmortalizarla. Desde entonces, la inocencia y fragilidad de Alan Kurdi han invadido las pantallas y los corazones de millones de personas en todo el mundo haciendo un importante llamado a la paz, la conciencia y el respeto a los derechos humanos.
La polémica que ha despertado esta fotografía es similar a la tomada hace ya más de 20 años por Kevin Carter, en la que aparece un niño sudanés asechado por un buitre y las opiniones nuevamente se encuentran divididas. ¿Es ético tomar la fotografía del cuerpo de un niño y convertirla en un fenómeno internacional?
Tenía que tomar esa foto y no lo dudé. Lo único que podía hacer era que el mundo escuchara su grito”, dice Demir
La fotógrafa también ha añadido que no pensó que una imagen llegaría a tener tanto impacto y afirmó que le gustaría poder cambiar el rumbo de los acontecimientos en este momento.
En entrevista con BBC, el galardonado fotógrafo de guerra Will Wintercross aseguró que el hecho de que la imagen fuera tomada en Turquía y no en Siria ha sido un factor determinante para su impacto internacional. «Fotos como esta se toman todo el tiempo, pero generalmente son tan gráficas, que difícilmente se publican en los medios», aseguró.
Destacó también que el impacto emocional de esta fotografía se debe a que no llega a ser tan explícita sobre la violencia. «Esta foto es impactante, pero la mitad de lo que ocurre pasa en tu subconsciente, tu mente complementa lo que le falta a la foto (…) Lo que ves es una foto bastante apacible y en cierta forma respetuosa», afirma.
El impacto emocional que la fotografía ha causado en millones de personas en el mundo, se ha visto reflejado en redes sociales, donde los homenajes no se han hecho esperar, pero difícilmente se han transformado en acciones concretas o políticas públicas.
Uno de los espacios en los que estos esfuerzos han tomado forma ha sido la iglesia católica, donde el papa Francisco ha solicitado a cada iglesia en Europa acoger a una familia de refugiados.