Veinte años han pasado desde la creación de Pacto Mundial en enero de 1999. El entonces Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Annan, fue quien planteó por primera vez la idea de un pacto entre la Organización de las Naciones Unidas y el sector empresarial. Con ello marcó para siempre la historia de la responsabilidad social corporativa.
Propongo que ustedes, los líderes empresariales, y nosotros, las Naciones Unidas, iniciemos un pacto mundial de valores y principios compartidos, que le den un rostro humano al mercado mundial
En aquellos días, los esfuerzos por dar forma a la inquietud del entonces Secretario General de Naciones Unidas reunió a un grupo de trabajo, el cual desarrolló la estructura de Pacto Mundial, basada inicialmente en 9 principios de actuación. El décimo principio, sería icónico para México ya que en tierras yucatecas en 2004 se llevó a cabo la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción; fue ahí donde nació: Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y el soborno.
El principio contra la corrupción distingue al Pacto Mundial de otras iniciativas de responsabilidad social.
A la llegada de su veinte aniversario, el Pacto Mundial está conformado entonces por un total de diez principios que rigen la conducta de una empresa responsable. ¿Cuál es el panorama de esta iniciativa y de la RSE?, ¿qué retos se han cumplido y cuáles son los desafíos que todavía hay por enfrentar?
Lise Kingo, CEO y Directora Ejecutiva del Pacto Mundial de las Naciones Unidas en Nueva York reflexiona sobre ello en su Carta Anual a las empresas afiliadas; donde se refiere a este 2019 como un Año de Puntos Clave para el Cambio.
«El año pasado y frente a nuestros ojos, muchos de nosotros sentimos que los pilares del mundo estaban cambiando. Nos preguntamos si los excesos y abusos de las décadas pasadas podrían volver para terminar con la estabilidad que considerábamos nuestro cimiento. Fuimos testigos de hechos cuestionados por una retórica absurda y una lógica retorcida», escribió.
Kingo calificó como un mundo al revés. Eso que, tal como señala, nos ha hecho cuestionar el orden de las cosas. Se trata de personas enriqueciéndose a un ritmo exponencial mientras miles de millones quedan atrás sumidos en la pobreza. Millones de personas que dejan sus hogares y arriesgan incluso sus vidas por la esperanza de un futuro mejor, y se topan con la xenofobia. El cambio climático que amenaza la supervivencia de la especie humana.
En un mundo al revés, nuestros diez principios pueden ayudar a recuperar el equilibrio y calmar los nervios.
Sí, a veinte años de su creación, los diez principios del Pacto Mundial se mantienen vigentes. Lo hacen porque el comportamiento ético, la protección de los derechos humanos y la conservación del medio ambiente jamás pasan de moda. La responsabilidad social corporativa es un compromiso permanente.
El Pacto Mundial y los ODS
Mientras el Pacto Mundial cumple sus primeros veinte años, los Objetivos de Desarrollo Sostenible miran el resultado de sus primeros tres años de existencia. De acuerdo con Kingo, importantes progresos se han alcanzado en la reducción de la pobreza y la mortalidad infantil; no obstante todavía existen grandes brechas en materia de cambio climático y desigualdad para las mujeres, los jóvenes y trabajadores en la cadena de valor global.
Al abordar estas brechas, sin duda notaremos que las empresas tienen un papel fundamental. Para aquellas que todavía no han conseguido alinear su compromiso responsable a los ODS, es momento de empezar.
Diversas iniciativas en el mundo empresarial ya apuntan al cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo sostenible, pero urge una mayor participación.
Necesitamos crecer rápidamente para llegar a los puntos claves para el cambio que harán que la sostenibilidad corporativa pase de ser una idea atractiva a una realidad práctica en todas las empresas del mundo.
El cumplimiento de la Agenda 2030 requiere del apoyo tanto de las pequeñas como de las grandes compañías para abrirse camino hacia un futuro más sostenible. En este camino han de integrarse los inversionistas, mismos que son capaces de ayudar a encausar los entre 3 y 5 billones de dólares que, se estima, son necesarios anualmente para llegar a la meta.
El desafío es enorme. Estamos a solo once años de la línea de meta y es importante trabajar duro, no solo por nuestro propio bien, sino por las generaciones futuras. El cumplimiento de los ODS necesita una profunda transformación de toda la sociedad; y está comienza por los líderes individuales y ha de extenderse a todos los stakeholders.
¿Cómo trabajar para apoyar?
Como líder del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, me es grato ver nuestras 70 Redes Locales generando conciencia y catalizando las acciones en el terreno.
Las empresas que se han sumado a las diferentes Redes Locales de Pacto Mundial cuentan con una guía certera de hacia dónde dirigir sus esfuerzos. De acuerdo con Kingo más del 80% de los participantes informan participar activamente para lograr los ODS y, en más de dos tercios de las compañías afiliadas, los propios directores ejecutivos están impulsándolos como parte de una agenda de innovación comercial responsable.
En su carta, Kingo destacó las herramientas y recursos que Pacto Mundial ofrece para ayudar a las empresas a procurar por sí mismas la responsabilidad corporativa. La Academia del Pacto Mundial de la ONU, el nuevo marco de Informes de ODS para ayudar a las compañías a dar cuenta de sus
progresos hacia los Objetivos y los Diez Principios y las Plataformas de Acción que se
crearon para ayudar a las empresas a innovar con respecto a los Objetivos, a través de su
enfoque único basado en los principios
