Con 28 desastres que generaron daños que superaron el billón de dólares cada uno, el año 2023 se erige como un hito inquietante en la cadena de eventos climáticos en Estados Unidos. Este no fue simplemente un año más en la historia climática del país; más bien, destacó como un año de alerta, señalando de manera contundente las causas subyacentes de estos desastres: El cambio climático.
El récord de desastres climáticos en EE. UU. no solo representa una amenaza localizada, sino que trasciende fronteras y plantea interrogantes globales. Insta a la comunidad internacional, gobiernos, empresas y organizaciones a repensar y redefinir estrategias para abordar acciones concertadas frente a la crisis climática, según Shuang Ye Wu, científico atmosférico que estudia el cambio climático y autor del artículo en The Conversation.
Récord de desastres climáticos en EE. UU.
Si bien, 2023 no fue el año más costoso en términos totales, superó a cualquier otro en la cantidad de eventos que superaron la cifra de mil millones de dólares, rompiendo récords desde que se inició el conteo en 1980, con seis más que cualquier otro año, ajustando los datos por inflación.
El desastre más costoso del año comenzó con una ola de calor sin precedentes que se estableció sobre Texas durante semanas en verano, extendiéndose luego hacia el Sur y el Medio Oeste, alimentando una destructiva sequía. Este fenómeno provocó daños por aproximadamente 14.5 mil millones de dólares, según las estimaciones conservadoras de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). Además, la extrema sequedad en Hawái contribuyó a otro desastre multimillonario al alimentar incendios forestales devastadores que arrasaron Lahaina en agosto.
Otros desastres que superaron los mil millones de dólares incluyeron el huracán Idalia, que golpeó Florida en agosto; inundaciones en el Noreste y California; y casi dos docenas de otras tormentas severas en todo el país. Estados en una franja que se extiende desde Texas hasta Ohio fueron golpeados por múltiples tormentas que superaron los mil millones de dólares.
2023 el año más cálido
Un factor que influyó en algunos de estos desastres fue el fenómeno de El Niño, una alteración climática periódica que ocurre en la región del Pacífico ecuatorial y se caracteriza por un calentamiento anómalo de las aguas superficiales del océano y cambios en los patrones de viento. Sin embargo, en la raíz de la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos está el calentamiento global. El año 2023 fue el más cálido registrado a nivel mundial y el quinto más cálido en Estados Unidos.
De acuerdo con Shuang Ye Wu, es esencial entender la relación entre el calentamiento global y estos eventos extremos. Cuando los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono de vehículos y plantas de energía, se acumulan en la atmósfera, actúan como una manta térmica que calienta el planeta. Esto provoca un desequilibrio energético en la superficie terrestre, aumentando gradualmente la temperatura de la tierra y los océanos.
La consecuencia más directa de este calentamiento es un aumento en los días con temperaturas anormalmente altas, como se observó en gran parte del país en 2023. Las olas de calor, aunque son resultado de fluctuaciones climáticas, se vuelven más frecuentes, intensas y duraderas debido al calentamiento global.
Este calor también alimenta incendios forestales, ya que la evaporación adicional retira más humedad del suelo, secando la tierra y creando condiciones propicias para los incendios. Un simple rayo o chispa de una línea eléctrica es suficiente para desencadenar un incendio.
Peligro latente
Siguiendo con el especialista, a medida que más calor se almacena como energía en la atmósfera y los océanos, no solo aumenta la temperatura, sino que también aumenta la cantidad de vapor de agua en la atmósfera. Cuando ese vapor de agua se condensa y cae como lluvia, libera una gran cantidad de energía, conocida como calor latente, que es el principal combustible para todos los sistemas de tormentas. Con temperaturas más altas y una atmósfera más húmeda, esa energía adicional puede alimentar tormentas más fuertes y duraderas.
Las tormentas tropicales también se alimentan de manera similar por el calor latente proveniente del agua cálida del océano. Es por eso que solo se forman cuando la temperatura de la superficie del mar alcanza un nivel crítico de alrededor de 80 grados Fahrenheit (27°C). Con el 90% del calor adicional del calentamiento global siendo absorbido por el océano, se ha producido un aumento significativo en la temperatura global de la superficie del mar, incluyendo niveles récord en 2023, explica el científico del clima.
Asimismo, señala Shuang Ye Wu, que si bien puede parecer contradictorio, el calentamiento global también puede contribuir a frentes fríos en Estados Unidos. Esto se debe a que altera la circulación general de la atmósfera terrestre. A medida que la Tierra se calienta, las regiones polares se calientan más de dos veces más rápido que el ecuador, lo que puede cambiar los patrones climáticos y provocar eventos extremos en lugares inesperados.
Lecciones sobre el récord de desastres climáticos en EE. UU.
Este récord de desastres climáticos en EE. UU. deja lecciones cruciales para la acción global. En primer lugar, subraya la necesidad apremiante de abordar el cambio climático a través de medidas concretas y sostenibles. La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, es esencial para frenar el calentamiento global.
Además, resalta la importancia de la preparación y adaptación a eventos climáticos extremos. Los gobiernos y las comunidades deben desarrollar estrategias de mitigación de desastres, infraestructuras resistentes al clima y planes de evacuación efectivos para proteger a las poblaciones vulnerables.
Este récord también destaca la necesidad de colaboración internacional. El cambio climático no conoce fronteras, y las soluciones deben ser globales. La cooperación entre países, la inversión en tecnologías sostenibles y la promoción de prácticas medioambientales son esenciales para abordar este desafío compartido.
A manera de conclusión, el récord de desastres climáticos 2023 será recordado como un llamado de atención para la humanidad. La crisis climática es una realidad innegable, y la inacción solo intensificará los eventos climáticos extremos. Aprender de estos desastres y actuar con determinación y unidad es la única manera de asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras y las existentes.
