Las actividades humanas representan la mayor fuente de contaminación y son las principales responsables del cambio climático, pues en la búsqueda de «satisfacer» sus necesidades se han desgastado los recursos naturales o incluso provocado accidentes ambientales que han tenido grandes repercusiones.
De acuerdo con la organización OXFAM Intermón, los incidentes nucleares en la planta de Chernóbil y Fukushima, así como la desaparición del mar Aral, son considerados los desastres ambientales más dañinos en la historia. El primero sucedió cuando un reactor se sobrecalentó y ocasionó la expulsión de materiales radioactivos, las consecuencias han sido devastadoras, ya que durante siglos la zona seguirán sin ser habitable y se alteró la salud de muchas personas.
Mientras que lo acontecido en la comunidad japonesa, según las autoridades, no ha tenido grandes repercusiones en los habitantes humanos, pero sí en la contaminación del océano. De igual forma, la desaparición del mar Aral en Rusia ha traído consecuencias para los ecosistemas: muchas especies murieron, por lo que es considerado uno de los más trágicos casos de sobreexplotación natural.
