El futuro es verde. Si hay algo que, como sociedad, hemos comprobado en los últimos años es que nuestros viejos hábitos le han hecho daño al planeta. Hoy buscamos crear nuevos comportamientos para revertir los efectos de la contaminación y el cambio climático. Parte de la respuesta a ello podría hallarse en la tecnología.
Escuchar la palabra tecnología nos remite con frecuencia a la palma de nuestras manos. Nos impulsa a mirar esas pequeñas piezas electrónicas que nos ofrecen información instantánea y nos permiten gritar nuestras consignas al mundo … ¿y si existieran otros ejemplares tecnológicos con el poder de hacer algo más por el planeta que algo de activismo de sillón?
Algunas empresas se han dado a la tarea de encontrar estas piezas tecnológicas e incorporarlas en sus procesos. Al hacerlo aprovechan su potencial para construir nuevos modelos de producción y favorecer el desarrollo sostenible.
Posiblemente estés pensando que crear soluciones tecnológicas a problemas ambientales requiere años de investigación y desarrollo. La verdad es que ninguna de estas compañías ha necesitado dispositivos salidos de una película de ciencia ficción para materializar un cambio significativo. La clave parece estar en aprovechar aquello que ya existe.
Si te preguntas cómo sería eso posible, te compartimos tres ejemplos extraordinarios de tecnología aplicada al cuidado y conservación del medio ambiente: IMCC, Grupo Bimbo, e IBM.
Bimbo – Sustentabilidad de última generación
Caracterizándose por su profundo compromiso con el cuidado de nuestro planeta, Grupo Bimbo es una empresa que no puede faltar cuando se habla de innovación y sustentabilidad.
La marca del osito incorpora tecnologías amigables con el medio ambiente a lo largo de muchos de sus procesos, favoreciendo el aprovechamiento eficiente el agua y la energía. No obstante, uno de sus esfuerzos más destacables radica sin duda en su flotilla de vehículos eléctricos de reparto.
En 2012, un grupo de jóvenes ingenieros mexicanos que colaboran con la empresa diseñó el primer modelo de vehículo sustentable para integrarse a la flota del osito. Desde entonces el modelo ha evolucionado y más de 500 de ellos ya se encuentran circulando en ciudades como CDMX, Monterrey y Guadalajara.
Lo anterior ha permitido a Grupo Bimbo contar con la flotilla de autos eléctricos más grandes de México, y una de las más extensas de América Latina. Esta se alimenta de energía que proviene del parque eólico Piedra Larga, ubicado en Oaxaca y algunos de los sistemas Bimbo Solar, que la compañía ha instalado en sus centros de venta.
Se espera que dentro de los próximos cuatro años la empresa pueda incrementar su flotilla a 4 mil unidades.
Los vehículos eléctricos de Grupo Bimbo se fabrican en Moldex, filial del Grupo ubicada en el Estado de México. Al día de hoy se comercializan con la marca VEKSTAR y su tecnología está disponible para todas aquellas empresas interesadas en invertir en flotillas sustentables.
El uso de autos eléctricos de reparto es una iniciativa que se suma a las múltiples acciones que realiza Grupo Bimbo para cumplir su meta de operar en 2025 con energía eléctrica 100% renovable.
IMCC – Una estrella del reciclaje
¿Qué tal suenan 3,100 millones de botellas de PET al año que no irán a océanos o vertederos tras un único uso? Eso equivale a llenar 2.4 veces el Estadio Azteca.
Gracias a maquinaria de reciclado Pellenc ST, instalada en la planta PetStar en 2010, Industria Mexicana de Coca-Cola ha conseguido grandes avances en materia de reciclaje. Su planta es al día de hoy la más grande del mundo y procesa miles de toneladas de PET grado alimenticio.
El proceso se describe de forma sencilla, pero requiere de soluciones avanzadas.
Una vez que las botellas son recuperadas tras su uso, se separan por color y tipo de envase dentro de una planta de acopio. Posteriormente llegan a la planta en donde son lavadas y molidas.
La hojuela que resulta de ese proceso se funde a 270º C, se extruye y se corta en pequeños pedazos llamados pellets. Luego los pellets son descontaminados y utilizados para la fabricación de nuevas botellas.
IBM – Inteligencia circular
Si hablamos de tecnología al servicio del planeta, no podía faltar el ejemplo de un gigante tecnológico; y los esfuerzos de IBM para favorecer la economía circular son dignos de mención.
La marca tecnológica considera que el desperdicio proviene de lo que se considera inútil o sin identidad, por lo que la clave para impulsar la economía circular estaba en dar relevancia a lo que se puede utilizar y conectar a las partes interesadas.
Es así que, en un esfuerzo por evitar el desperdicio de materiales aprovechables, la empresa decidió poner la inteligencia artificial al servicio de nuestro planeta.
Creó un sistema capaz de reconocer productos y marcar información relevante, para posteriormente conectarla a las partes interesadas mediante una red blockchain.
Esto permite reducir considerablemente el desperdicio de alimentos y puede aplicarse no solo a la industria alimentaria, sino a todos aquellos que utilizan materiales, componentes o productos que se pueden identificar y reutilizar.
Tecnología al servicio del planeta
Tal como prueban estos ejemplos poner la tecnología al servicio del planeta algunas veces puede tratar de desarrollo de nuevos avances, y otras simplemente de aprovechar los recursos que ya existen a nuestro alcance. Lo más importante es partir de un compromiso de fondo con el cuidado de nuestro planeta.
