En la actualidad, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) más apremiantes, es poner fin al hambre y asegurar la disponibilidad de una alimentación adecuada para todas las personas. Sin embargo, en muchas regiones, incluida América Latina (LatAm), persisten desafíos significativos en este ámbito, según Pioneer Post.
La buena noticia es que para abordar el problema, han emergido empresas tecnológicas frente a la crisis alimentaria, cada una enfocándose en soluciones innovadoras y mejorando la vida de las comunidades vulnerables, al tiempo que inspiran a otras a sumarse a la lucha contra el hambre.
Lucha contra el hambre, un problema global
Según Our World In Data, un proyecto de Global Change Data Lab, una organización benéfica registrada en Inglaterra y Gales, una dieta saludable cuesta en promedio cuatro veces más que una dieta con suficientes calorías pero carente de nutrientes para los consumidores.
Este hecho es particularmente cierto en América Latina. A pesar de que la región lidera la producción mundial de alimentos como frutas, verduras, pescado y carne, la paradoja es evidente: alrededor de 130 millones de personas en la región no tienen acceso a una dieta saludable, y casi 57 millones sufren inseguridad alimentaria.
La brecha entre la abundancia de recursos alimentarios y la falta de acceso a alimentos nutritivos tiene su origen en la dinámica de producción y distribución. De hecho, el 87% de los productos alimentarios de América Latina se exportan a otras regiones, lo que impacta negativamente en grupos vulnerables como pequeños agricultores, mujeres rurales y comunidades indígenas.
Para abordar esta crisis alimentaria, están emergiendo tres empresas de tecnología de impacto con sede en América Latina, cada una enfocándose en soluciones innovadoras.
Empresas tecnológicas vs la crisis alimentaria
1. Nilus: Rescatando alimentos para luchar contra el hambre
En América Latina y el Caribe, se estima que alrededor del 20% de los alimentos se pierden entre la poscosecha y la venta minorista. Sorprendentemente, las frutas y verduras desechadas podrían satisfacer la mayoría de las necesidades de los bancos de alimentos en la región. Sin embargo, lamentablemente, representan solo una fracción mínima de los esfuerzos de rescate.
Ady Beitler, un uruguayo radicado en Argentina y director ejecutivo de Nilus, explica que esta discrepancia surge debido a la falta de colaboración entre productores, distribuidores y bancos de alimentos locales en las áreas de bajos ingresos.
Operando en Argentina y México, Nilus se ha propuesto reducir el hambre al disminuir el costo de los alimentos a aproximadamente el 70% del precio de mercado para las personas de bajos ingresos. Esto se logra al conectar a los productores con las comunidades vulnerables a través de una aplicación.
De esta manera, los productores pueden cargar los detalles de los excedentes de alimentos antes de que se deterioren y ofrecerlos a comedores o incentivar su compra por parte de grupos comunitarios. Hasta el momento, Nilus afirma haber rescatado casi 3,500 toneladas de alimentos.
Nilus tuvo su etapa de incubación inicial en los Laboratorios de Innovación de Harvard. Además, la empresa fue reconocida por la Fundación Norrsken como una de las ‘100 ideas que pueden cambiar mil millones de vidas’. En 2023, Ady Beitler, fundador de Nilus, también fue honrado como uno de los innovadores sociales destacados por la Fundación Schwab.
Nilus emplea la logística predictiva basada en el aprendizaje automático para recuperar alimentos de las granjas y maximizar su valor nutricional. La plataforma anticipa los excedentes de cosecha a través del reconocimiento de imágenes y el aprendizaje profundo, utilizando datos históricos y fotos de los alimentos. Los conductores de vehículos que cuentan con espacio libre pueden contribuir enviando fotos para calcular la capacidad disponible.
Posteriormente, mediante la geolocalización, algoritmos de optimización de rutas y proyecciones de viajes, los conductores recuperan los alimentos que de otra manera se desperdiciarían y los entregan directamente a los beneficiarios ubicados en las proximidades de las rutas planificadas.
2. Kigüi: Revolucionando la forma en que compramos alimentos
En América Latina, los consumidores se enfrentan a una elevada inflación y al aumento de los precios de los alimentos, lo que encarece los productos básicos. Esta situación se vuelve aún más preocupante para los alimentos saludables debido a políticas comerciales injustas y otros factores.
Para abordar esta problemática, surge Kigüi, una startup argentina que ofrece una solución innovadora. A través de una aplicación, los clientes pueden acceder a promociones y descuentos en productos esenciales que están cerca de su fecha de caducidad, obteniendo recompensas por sus compras a través del sistema de cashback.
Esta iniciativa no solo contribuye a reducir el desperdicio en los supermercados, sino que también beneficia el presupuesto personal de los consumidores. Este concepto es similar a la exitosa iniciativa Too Good To Go en Europa, que permite adquirir alimentos con descuento en restaurantes y tiendas para minimizar el desperdicio alimentario.
Kigüi tiene ambiciosos planes de expansión: después de su nacimiento en Argentina, la empresa se expandió a México y tiene como objetivo llegar a Estados Unidos en 2025. Desde febrero de 2022, en México y Argentina, Kigüi ha contribuido al rescate de más de 700,000 productos y ha logrado un ahorro promedio del 35% para los consumidores.
3. EatCloud: Conectando excedentes alimentarios con comunidades vulnerables
EatCloud, con sede en Colombia, es una plataforma digital respaldada por inteligencia artificial que conecta supermercados, restaurantes, hoteles y productores con bancos de alimentos y fundaciones que ayudan a comunidades vulnerables. Actúa como intermediario entre excedentes alimentarios no vendibles y personas necesitadas, además de generar ahorro para las empresas involucradas.
Desde su inicio en 2019, EatCloud asegura haber generado ahorros por más de $30 millones a través de beneficios fiscales y la reducción de costos logísticos para la industria alimentaria.
Jorge Correa, su fundador, atribuye el éxito de la plataforma a su participación en programas de aceleración como MassChallenge y Ruta N, los cuales le proporcionaron apoyo personalizado. En la actualidad, esta startup está presente en 230 ciudades y municipios en Colombia, además de haber iniciado operaciones en España y estar realizando proyectos piloto en México. Asimismo, tiene planes de expansión en países como Brasil y Estados Unidos.
Las empresas se registran y detallan los alimentos que desean donar. EatCloud recopila datos sobre el impacto económico, social y ambiental. Facilita a bancos y fundaciones la selección de beneficiarios cercanos y según su consumo, fomentando la recuperación de alimentos. EatCloud ha logrado salvar más de 60 millones de platos de comida.
La crisis del hambre en América Latina exige una respuesta urgente. Estas tres empresas tecnológicas que enfrentan directamente la inseguridad alimentaria se destacan al forjar soluciones en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Al aprovechar tecnologías de vanguardia, están transformando la realidad de las comunidades vulnerables y motivando a otros a sumarse a la lucha contra el hambre.