Un estudio reciente de Mind Share Partners, mostró una disminución en la salud mental de casi la mitad de los encuestados desde el inicio de la pandemia. A nivel nacional, en EE.UU. aproximadamente el 50% informa que la crisis del coronavirus está dañando su salud mental, según una encuesta de la Kaiser Family Foundation.
De acuerdo con INC, a medida que COVID-19 continúa redefiniendo la forma en que los líderes se comunican dentro y fuera de la oficina, muchos se están recuperando de un aumento en la ansiedad y el estrés relacionados con el lugar de trabajo.
Si bien el tratamiento de los problemas graves de salud mental debe dejarse en manos de profesionales capacitados, hay pasos que todo líder puede tomar para aliviar el costo de la pandemia en el bienestar general de sus empleados.
A pesar de la imprevisibilidad del momento, estas prácticas pueden proporcionar un impulso necesario para las muchas personas que ahora experimentan mayores temores sobre su salud emocional e incluso física.
3 formas de promover la salud mental en la oficina
1. Comunicación de alto contacto
En un lugar de trabajo híbrido, es crucial que los gerentes permanezcan visibles al comunicarse con frecuencia e intención. Al mantenerse en contacto regular con los empleados, los líderes pueden detectar signos de desgaste emocional antes de que se vuelvan más pronunciados. Más importante aún, dedicar tiempo y recursos a estos controles envía un mensaje claro a las personas de que su salud emocional es importante.
La escasez de tiempo no es excusa, para los clientes especialmente ocupados, se ha recomendado un enfoque «15-2-1»: dedica 15 minutos una vez a la semana a hablar con dos miembros de tu equipo.
Hacer que estas conversaciones sean ritualizadas y rutinarias alivia parte de la incomodidad y el estigma que pueden surgir cuando se habla de salud mental. Lo que puede causar resultados positivos y comerciales, y resultados orientados tanto a directivos como a empleados.
Para una comunicación de alto contacto que va más allá de los saludos triviales, prueba estas útiles indicaciones:
- ¿Sientes que tienes tiempo suficiente para hacer tu trabajo de manera razonable?
- ¿Cómo te sientes al principio y al final de tu día?
- ¿Estás encontrando formas de mantenerte conectado con el equipo?
- ¿Cómo puedo ser un mejor aliado para ti ahora mismo?
2. Permitir que otros se replanteen y se enfoquen
Los investigadores han demostrado los efectos restauradores de reencuadrar y reenfocar para aliviar el dolor emocional. Según los resultados de la investigación, las personas que sufrieron reveses pero que luego imaginaron un futuro mejor a través de la «escritura prospectiva», experimentaron una sensación de crecimiento postraumático.
Otros estudios han demostrado que las personas se enfrentaron mejor a cambios importantes en la vida cuando se centraron activamente en sus valores y creencias fundamentales.
Estos no son trucos ingeniosos para eludir preocupaciones reales. Más bien, son marcos poderosos para ayudar a sus empleados a controlar los miedos, tanto reales como imaginarios, al obtener el apoyo de sus seres más cercanos.
Los líderes pueden desempeñar un papel fundamental para facilitar este proceso simplemente «presentándose» a sus empleados con ofertas de compasión, preocupación y compromiso. El solo hecho de saber que alguien está ahí para ayudar puede ser reconfortante.
3. Presta atención a los indicadores físicos y las señales no verbales
Las personas que luchan contra el estrés y la ansiedad a menudo muestran signos de angustia. Los primeros indicadores incluyen cambios en el comportamiento y el estado de ánimo, así como señales no verbales como el lenguaje corporal y la disposición alienantes. Los líderes atentos deben ser conscientes de los siguientes comportamientos de alerta por parte de los empleados:
- Exhibir nerviosismo, inquietud o irritabilidad excesivos.
- Actuar demasiado pasivo, preocupado o tenso.
- Evitar reuniones grupales, ya sean presenciales o virtuales.
- Muestra signos visibles de fatiga, molestias o dolores.
Para los líderes, prestar atención vale la pena: los investigadores han descubierto que las personas ofrecen menos información voluntariamente y hablan menos articuladamente cuando hablan con jefes desatentos; mientras que los jefes atentos, medidos por su conocimiento de las señales no verbales, reciben información más relevante y detallada incluso sin tener para pedirlo.
Antes de que puedas abogar por los demás, debes notar cómo comunican sus necesidades tácitas.
A medida que continúa el repunte posterior a la pandemia, es fundamental que los líderes sigan comprometidos con el bienestar mental y emocional de sus empleados.
Los actos de liderazgo más impactantes a menudo comienzan con los más pequeños gestos de apoyo. Nuestro trabajo no está completo hasta que los demás se sienten completos.