Hace apenas unos días, Peyton Manning, estrella de la NFL, se convirtió en un exmariscal de campo, al anunciar su retiro luego de 18 años en la Liga Nacional y tras haber obtenido dos victorias en el Super Bowl con dos equipos distintos, cinco premios como el jugador más valioso y todos los reconocimientos importantes en el fútbol americano.
A sus 39 años, Manning tiene asegurado su lugar en el Salón de la Fama cuando resulte elegible dentro de los próximos años y no hay duda de que se ha convertido una leyenda en este deporte.
En el futuro de este empresario ya puede verse una brillante carrera como locutor deportivo, orador motivacional, empresario o incluso dueño de un equipo deportivo; ya que a pesar de las recientes acusaciones enfrentadas por uso ilegal de sustancias prohibidas mientras jugaba, su reputación cultivada cuidadosamente parece estar fuertemente blindada. ¿Qué lecciones podemos aprender tras su retiro del campo?
El portal Entrepreneur identificó algunas de las lecciones más valiosas que Manning puede dejar a los aficionados a este deporte y a todos aquellos interesados en gestionar adecuadamente su reputación. Conócelas.
1. Si vas a despedirte, que sea en la cima.
Actores, músicos, deportistas y otras celebridades llegan a la cima de su carrera y buscan permanecer ahí el mayor tiempo posible, por lo que con frecuencia terminan desvaneciéndose y en última instancia dañando de forma permanente su imagen. Es una rareza que un jugador decida que su último partido sea una victoria del Super Bowl, como lo hizo Manning, y esta es una lección a la que deben atender celebridades y marcas.
Aferrarse a la cima no es un tema que resulte desconocido para las grandes marcas, que con frecuencia buscan mantener en el mercado productos cuyo declive se encuentra ya a la vista, ya sea debido a las exigencias del mercado o al surgimiento de grandes escándalos producto de prácticas irresponsables en sus procesos de producción. Después de todo, como decía Warren Buffet: «Se necesitan veinte años para construir una reputación y sólo cinco minutos para arruinarla».
2. Conoce tus límites.
Manning nunca podrá ser descrito como el mariscal más veloz de la historia, pero esto no quiere decir que su carrera no haya resultado memorable. ¿Cómo hizo para conseguirlo? Se basó en su habilidad para proteger su línea ofensiva y la desarrolló al máximo.
Luego, tras una serie de cirugías de cuello, decidió ser honesto consigo mismo, reconocer los límites de su cuerpo y aceptar que su momento como jugador profesional estaba llegando a su fin.
Al igual que este deportista, una organización responsable sabe que reconocer sus limitaciones puede ser incluso más importante que conocer aquello que las hace fuertes, ya que representa una importante ventana de oportunidad al crecimiento y le permite identificar los puntos de riesgo para gestionar adecuadamente su reputación corporativa.
3. Cada minuto cuenta.
Existe un viejo proverbio que dice: «un minuto de locura puede arruinar toda una vida de honor». Manning es un claro ejemplo de ello, ya que sabe que haber tenido una carrera exitosa como jugador en la NFL no le garantiza para nada un futuro prometedor.
Por ello dedicó gran parte de su carrera a construir una excelente reputación tanto dentro como fuera del campo, dando siempre la bienvenida a los aficionados, patrocinadores, críticos y oponentes de una forma amable y construyendo lazos que sin duda le serán de gran utilidad en un futuro próximo.
