Desde niños dabemos recitar la importancia de las tres R (reutilizar, reciclar y reducir), pero al crecer aprendemos que no es tan fácil aplicar estos conceptos. La conveniencia de consumir comida rápida, por ejemplo, suele anteponerse a la intención de generar menos basura.
Son pocas las empresas de alimentos que están trabajando para crear empaques más amigables con el ambiente y en muchas ocasiones los esfuerzos que lanzan tienen una vida corta, sin hacer un impacto importante en la forma en la que consumimos o en la cantidad de desechos que acaban en vertederos.
Hoy te presentamos dos iniciativas de marcas de pizza para reutilizar sus cajas, así como un plan a largo plazo de Starbucks. ¿Cuál te parece más relevante?
Pizza Hut:
La pizza y las películas parecen hechas la una para la otra, como Bonnie y Clyde o las fresas y la crema. Con esto en mente, Pizza Hut Hong Kong creó una caja de pizza que puede ser usada como proyector para así tener una noche perfecta sin salir de casa.
Desde mediados de abril y por tiempo limitado, los clientes pueden elegir entre cuatro diseños de caja, que representan cuatro géneros cinematográficos y llevan un lente en su interior. Al perforar un hoyo en la caja (que ya venía precortada) y colocar ahí el lente, los consumidores pueden usar su teléfono celular para escanear un código QR y acceder a una aplicación que permite elegir qué película ver, de forma gratuita.
Esta iniciativa está dirigida a los jóvenes en Hong Kong y fue creada por la agencia Ogivly & Matter. A pesar de que no es una campaña específicamente de RSE, sí involucra darle un segundo uso a un empaque que de otra forma acabaría en la basura; es una edición limitada que no supone una solución a largo plazo, pero demuestra que la creatividad no está peleada con los principios básicos de la ecología.
Domino’s:
En el mismo espíritu que Pizza Hut, Domino’s encontró hace unos años una forma de ser parte de las tradiciones de sus consumidores, mediante patrones que les permitían convertir sus cajas de pizza en adornos de Halloween. De nuevo, aunque se trata de un concepto que puede relacionarse con la RSE, la comunicación de la campaña no se centró en lo verde, sino en la creatividad de los usuarios, quienes podían compartir sus cajas modificadas por medio de redes sociales.
Las llamadas «Box O’Lantern» permitían así que la marca tuviera una mayor interacción con sus clientes, al tiempo que creaba una cultura de reutilización y reciclaje, en la que una caja puede ser usada de una forma inesperada y cool.
Starbucks:
Por su parte, Starbucks sí creó un diseño específicamente para ser reutilizado dentro de sus tiendas. El vaso reutilizable fue lanzado hace dos años con el objetivo de de reducir el número de vasos que acaban en la basura, ya que cada año se venden cuatro billones de ellos, y antes de la existencia de esta iniciativa, la gran mayoría de ellos acababan en vertedero.
Con un costo de solo un dólar ( y un ahorro de diez centavos de dólar cada vez que se rellena), estos vasos están hechos de un material ligero, su tapa no contiene BPA y son de 100% poliprpileno, un material que no desperende residuos hacia la bebida y tienen una huella de carbono muy baja. Son lavados con agua hirviendo cada vez que el cliente los entrega al barista y según la compañía pueden ser usados 30 veces, aunque en las pruebas de manufactura se usaron en 170 ocasiones sin problema.
La propuesta ha sido bien recibida por los usuarios, pero el experto John Davis escribió en GreenBiz una pequeña crítica: al ser estos vasos muy similares a primera vista a los desechables, es muy fácil confundirlos y tirarlos a la basura sin pensar.