2019 fue un año decisivo para la energía y la sostenibilidad a nivel mundial. Aunque las emisiones continuaron aumentando, en el año se registró un número récord de CEO, activistas, consumidores, gobiernos e inversores, que exigieron una mayor acción en la creciente crisis climática.
Al mismo tiempo, las compañías compraron volúmenes históricos de energía renovable y la Unión Europea aprobó su Green Deal, posicionando al continente para convertirse en el primero en alcanzar el carbono neutral.
De cara al nuevo año, los terribles incendios forestales en Australia catalizaron el movimiento hacia un clima más limpio en 2020.
Si el impulso acumulado en los últimos 12 meses es una indicación, 2020 podría ser otro año récord para la energía y la sostenibilidad corporativas. Aquí hay tres tendencias para ver.
1. El nuevo estándar serán las emisiones cero netos
El establecimiento de objetivos corporativos para la reducción de emisiones no es nada nuevo. Hace más de una década, líderes como Walmart y Google ya estaban presionando para una acción a gran escala sobre el clima y el carbono.
Con el tiempo, la fijación de objetivos sobre energía y emisiones se ha vuelto más matizada, alejándose de las promesas genéricas en favor de objetivos más concretos.
En 2019, la carrera hacia la acción climática dio un giro dramático a medida que un número creciente de jugadores en el escenario mundial comenzó a establecer objetivos de emisiones neutrales de carbono o cero emisiones.
Algunos ejemplos:
En EE. UU. tras el anuncio de Xcel Energy en diciembre de 2018 de que alcanzaría emisiones cero netas a mediados de siglo, otras empresas de servicios públicos (incluidos Duke Energy y DTE) siguieron su ejemplo.
Durante la Semana del Clima, el líder de moda Kering y el mega minorista Amazon, entre otros, compartieron promesas dramáticas de reducción de carbono, incluido el anuncio de Amazon de que comprará 100,000 vehículos eléctricos.
77 países y más de 100 ciudades formalizaron una promesa de cero neto durante la Cumbre de la ONU sobre el clima. Estos compromisos fueron precursores del Acuerdo Verde Europeo y la legislación emergente que allanaría el camino para la neutralidad de carbono de los EE. UU. en 2050.
Lo que significa para los negocios:
El progreso legislativo y la presión competitiva a nivel global significan que el escrutinio de los objetivos climáticos corporativos es más alto que nunca. Y no solo las promesas son importantes. Las empresas tienen que seguir sus objetivos con acciones demostrables para mantener posiciones de liderazgo y entregar a los consumidores.
Si tu empresa aún no tiene un objetivo de reducción de carbono, 2020 es el año para una acción decisiva. Ponte al frente estableciendo y anunciando tus objetivos de manera proactiva.
2. La presión del inversor aumentará
Si bien los inversores se han calentado ante los riesgos potenciales asociados con el cambio climático durante décadas, varias acciones de los inversores en 2019 apuntaron a cambios fundamentales en el mercado. Este impulso culminó con el reciente anuncio de BlackRock de que se había unido al Climate 100+ (comprometiendo los activos totales de ese grupo de más de $ 35 trillones de dólares) y la carta anual del CEO Larry Fink que detalla los compromisos de BlackRock para poner la sostenibilidad al frente en su enfoque de inversión.
Pero los inversores son solo la punta del iceberg. Una investigación reciente realizada por Schneider Electric y GreenBiz de cerca a 300 profesionales de energía y sostenibilidad indica que las empresas hacen esto porque también tienen otros beneficios: mejora de la reputación de marca (52%), ventaja competitiva (46%), presión de los clientes (41%) y mandato de liderazgo senior (37%).
Lo que significa para los negocios:
El aumento de la conciencia sobre la importancia de la acción climática (por parte de los inversores, los CEO y el público) continuará presionando a los equipos de energía y sostenibilidad, así como a los equipos de comunicación responsables de administrar la marca y la reputación.
Para mantener el ritmo de sus pares, las empresas pueden comenzar explorando objetivos e invirtiendo en soluciones de compensación de carbono.
En 2019, el cliente de Schneider Electric, Maple Leaf Foods, anunció que había logrado la neutralidad de carbono al invertir en proyectos de compensación ambiental de alto impacto en toda América del Norte con la ayuda de los Servicios de Energía y Sostenibilidad de Schneider.
3. Las energías renovables proliferarán
El crecimiento en energías renovables no es nada nuevo. En la última década, esta forma alguna vez rara y costosa de generación de energía ha comenzado a dominar la conversación global, impulsada por la fuerte disminución de los precios y las demandas de reducción de carbono en la red energética.
Gran parte de esta demanda ha sido impulsada por corporaciones, que han contratado colectivamente más de 32 megavatios de energía eólica y solar a través de acuerdos de compra de energía fuera del sitio en todo el mundo, sin mencionar los muchos megavatios adicionales de generación in situ, celdas de combustible y otras tecnologías limpias.
2019 fue un año récord para las compras corporativas, debido a muchas razones. Tomemos, por ejemplo, la predicción de la Administración de Información de Energía de EE. UU. de que un total de tres cuartos de la nueva capacidad de generación a escala de servicios públicos en EE. UU. en 2020 provendría de fuentes renovables. La Agencia Internacional de Energía espera además que la generación global renovable pueda expandirse en más del 50% en solo cinco años.
La revolución de las tecnologías limpias va mucho más allá de las energías renovables. Las métricas sobre los recursos de energía distribuida (DER) son aún más asombrosas:
Solo el mercado de almacenamiento de energía en los EE. UU. experimentó un enorme aumento del 232% entre el primer trimestre de 2018 y el primer trimestre de 2019 y el Fondo de Defensa Ambiental proyecta que el mercado de almacenamiento crecerá a nivel mundial en 9X entre 2017 y 2022, lo que resulta en $ 620B en nuevas inversiones para 2040.
Se espera que el crecimiento mundial en microrredes alcance casi el 10% para 2025.
Los vehículos eléctricos muestran un crecimiento similar, tanto en las flotas como en los puntos de carga, avisorando una participación de mercado del 30% para 2030 (si no más).
Lo que significa para los negocios:
Es un buen momento para examinar su estrategia energética para determinar cómo, y cuándo, y no si, agregará energías renovables a su cartera.
Las rápidas fluctuaciones del mercado, junto con la creciente complejidad administrativa y de datos, hacen que sea aún más importante contar con un asesor de confianza sobre energía y sostenibilidad.
