Mucho se ha hablado en este y otros espacios sobre el compromiso de las empresas por mejorar el impacto que sus actividades tienen sobre su entorno; les hemos aconsejado e incluso exigido emprender esfuerzos orientados al cuidado del medio ambiente e impulsar el desarrollo social. Sin embargo, dejar esta tarea exclusivamente en manos de las grandes corporaciones es una visión pobre de lo que significa la responsabilidad social.
Aún la más grande entidad corporativa es resultado del trabajo de individuos encargados de definir su rumbo a través de una serie de decisiones. He ahí que el compromiso de la alta dirección, y más tarde la integración de cada uno de los colaboradores, sea tan relevante para la implementación de la responsabilidad social dentro de las compañías.
Dicho lo anterior, es comprensible que a medida que el compromiso social adquiere relevancia en el mundo, las empresas comiencen a sentirse más atraídas por el talento que resulte afín a sus valores corporativos; tal como sucede con los profesionistas que se sienten más cómodos colaborando con instituciones que les permitan generar un impacto positivo en sus comunidades.
La dinámica no es una sorpresa, la esencia misma de la responsabilidad social está en la interacción que los seres humanos mantienen con ellos mismos y con su entorno. Se trata de un compromiso colaborativo y virtuoso en el que ningún esfuerzo puede quedar aislado del resto.
Así pues, las marcas personales deben encontrar también la forma de mejorar su impacto. No hablamos de invertir en nuevas instalaciones o enormes donaciones, sino de transformar la forma en la que hacen negocios convirtiendo la responsabilidad social en parte de su vida cotidiana. Aquí te decimos cómo.
1. Equilibra tu bienestar con el de otros
Lo primero que debes saber sobre la responsabilidad social para marcas personales es que, al igual que sucede con las organizaciones, su práctica debe garantizar tu supervivencia y crecimiento al mismo tiempo que te permite crear un impacto positivo en tu entorno.
La diferencia fundamental entre un profesionista egoista y aquel que busca la autopreservación es que mientras el primero vela siempre por sus propios intereses, el segundo tiene la capacidad de cuidar a otros. Esto le permite desarrollar una sólida ética de trabajo sin permitir que otros se aprovechen de su compromiso.
Los profesionales que buscan la autopreservación, tienen objetivos ambiciosos, pero no pasarán sobre nadie para alcanzarlos y tampoco permitirán que otros pasen por encima de ellos. Esta misma ambición hace que la diferencia entre un profesional responsable y un egoista no siempre sea fácil de observar. El truco es que el primero sea capaz de comunicar que sus metas y ambiciones beneficiarán a otros; ya sea equipo, clientes, proveedores y cualquier grupo de interés.
2. Encuentra tu propósito
De acuerdo, no es una tarea sencilla y es probable que justo ahora estés pensando en todo el tiempo que llevas intentando encontrarlo. Olvídate de esa visión eterea del sentido de la vida que otros te han dicho que necesitas encontrar y piensa en ti como una marca con actividades profesionales que busca dejar huella en el mundo.
Si estas enamorado de los temas sociales, como yo, es posible que te ofrezcas constantemente a ayudar a otras personas, hacer voluntariado, recaudar fondos o involucrarte con los problemas de otros. Pregúntate cuántas de estas actividades están alineadas con tus objetivos profesionales, selecciónalas y olvídate del resto.
Existen muchas oportunidades de voluntariado que te permiten apoyar a diversas organizaciones aprovechando tus conocimientos y habilidades profesionales. Acércate a ellos, esto puede resultan en experiencias agradables a nivel personal y laboral.
3. Abandona la culpa
Decenas de empresas y organizaciones internacionales trabajan todos los días en un sin número de metas por mejorar el mundo; ¿qué te hace pensar que tú solo podrías abarcarlo todo?
Pensar en aquellas causas que te interesan y pueden aportarte algo para tu desarrollo personal, mientras dejas de lado otros problemas sociales, puede parecerte egoista al principio, pero abarcarlo todo es una fórmula probada para llegar a padecer el síndrome de Burnout. Así que olvídate de la culpa y equilibra tu bienestar con el de otros.
4. Aprende a comunicar
Como mencionamos anteriormente, tener objetivos ambiciosos a veces puede hacer que la diferencia entre un profesionista responsable y uno egoista sea difícil de identificar; así que lo que debes hacer es aprender a comunicar el impacto que tus esfuerzos tienen sobre tu entorno. No caigas en la trampa de creer que todos estos esfuerzos son desinteresados y no pueden comunicarse; haz la diferencia, permite que otros lo sepan y entonces inspíralos a caminar contigo.
Incluir tus actividades de voluntariado en tu curriculum y destacar las causas por las que te interesa trabajar puede ser un excelente lugar para comenzar, pero no te olvides también de aprovechar las herramientas que LinkedIn ha facilitado para ello.
Hola Corina, cómo estás?? Me gustan mucho los contenidos que generas por esta vía!! Me parecen super interesantes y me mantengo actualizada y aprendo cosas nuevas.
Te cuento, yo tengo una marca personal que se llama Si Me Importa / Actitud Verde y justo se trata de inspirar conciencia ambiental en las personas. Justo como dices, a mi me pasa que a veces siento que la gente ya lo sabe o no le interesa, pero no, en realidad falta proporcionar muchisima información y ayudar a aterrizarla. Por el momento estoy solo en Facebook te invito a que le des like y ojalá podamos platicar y me gustaría saber si te interesaría escribir algo sobre esto que hago. Saludos!!