Nuestro mundo está cambiando, todos estamos sintiendo y experimentando dicha transformación, que no es positiva. Y aunque a la mayoría le preocupa el cambio climático, las acciones deben ser más grandes y progresivas. Si bien desde hace tiempo, varias naciones y poblaciones han buscado modificar sus actos de consumo o actividades, se necesitan más aliados.
Tan solo por alimentarse, al año, una persona produce dos toneladas de CO2. A esto hay que sumarle su consumo de vestimenta, techo, transporte y comunicación. Por ello, intercambiar el auto por la bici, prohibir el desperdicio de comida y adquirir productos de marcas comprometidas con la sociedad y el medio ambiente son solo algunas de las prácticas que pueden ayudar al mundo.
Si tú también te quieres unir a esta batalla y estás preocupado por el cambio climático, te compartimos algunos consejos que ayudarán a reducir tu huella ambiental.
Comienza a ser un agente de cambio
1. Comparte tu preocupación
Las organizaciones y las empresas que comunican sus esfuerzos en responsabilidad social no son las únicas que deben compartir su trabajo contra el cambio climático y sus efectos, también es importante que todos los que habitamos este planeta, nos unamos a la lucha contra la crisis.
Por lo que, además de integrar prácticas sustentables, es necesario que las personas compartan cómo contribuyen a minorar el impacto ambiental: Ya sea por medio de las redes sociales, en una marcha pacífica o haciendo voluntariado. Cualquier acción es buena mientras sea en beneficio del planeta y ayude a mejorar nuestra calidad de vida.
Actualmente, existen muchos programas que solicitan personas para reforestar o limpiar sitios contaminados, igual puedes optar por compartir tus propios proyectos o hacer donaciones.
2. ¡Un futuro más verde y mejores hábitos!
La temperatura del planeta va en aumento y estamos lejos de lograr el 1.5ºC, esto afecta a los arrecifes, a los glaciares y a los seres vivos que habitan en estos ecosistemas. Gran parte de la culpa nos pertenece y tenemos el deber de reparar el daño.
En este sentido, muchas empresas siguen migrando su cadena de producción a una más sustentable, incentivando tanto a sus proveedores como a sus colaboradores a crear productos respetuosos con el ambiente. Algunos países incluso han transformado sus trenes para que funcionen al 100% con energía eólica pero, ¿qué puedes hacer tú?
Puedes comenzar por reducir tu consumo de carne roja y abrirle tu corazón a otro tipo de alimento, convertir tu hogar en uno más verde con un mini huerto, ahorrando energía y otros recursos, incluso podrías intentar viajar en bicicleta y caminar más.
3. Consumidor responsable de ropa
Todos, alguna vez, fuimos víctima de la moda rápida, la cual representa un gran contaminante de playas y mares. Por ende, si quieres reducir tus emisiones, debes comenzar por hacer compras más responsables y dar regalos menos desechables, como lo son las prendas de esta tendencia.
Recuerda que cada producto o ropa que adquieres tuvo un impacto negativo para su elaboración y seguirá contribuyendo al calentamiento global una vez que lo tires. Los zapatos y la ropa son de las artículos más difíciles de procesar puesto que sus elementos tardan mucho en biodegradarse.
La atención al gran impacto que tiene la industria textil ha cobrado mucha relevancia, por lo que grandes marcas como Nike y Timberland han implementado estrategias para fomentar el reciclado en sus clientes, además de innovaciones en sus talleres que hagan posible crear piezas con materiales reciclados.
4. Apoya a las organizaciones y empresas responsables
En diferentes países hay muchas iniciativas con el objetivo de hacer de este mundo un lugar más inclusivo y verde. Por ejemplo, existen restaurantes que utilizan verduras y frutas, que no lograron ser vendidas por su aspecto, para elaborar platillos que serán servidos a personas en situaciones vulnerables o a comensales cuyo consumo ayudará a combatir otros problemas globales.
Asimismo, grandes compañías están apostando por medidas de economía circular, comercio justo, ecoetiquetados o restauración ambiental, en ocasiones, los precios de los artículos suelen ser un poco más elevados, pero garantizan que se impactó lo menos posible al planeta.
5. Mantente informado
La información es poder y conciencia. Si todos estuviéramos al tanto de la situación del aire, el agua y la naturaleza, y de la forma en que los líderes mundiales están abordando la crisis ambiental, sin suda, avanzaríamos más en salvar al mundo.
Conocer nos haría conscientes del preocupante panorama y hacer efectivas más acciones para evitar el Día Cero. ¿No sabes por dónde comenzar? Las cifras y avisos de las instancias internacionales, por ejemplo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), son un buen inicio para involucrarte con los datos ambientalistas.
Lo creas o no todas estás pequeñas acciones hacen un gran cambio y si invitamos a más personas a transformar su vida en una más verde, podemos mejorar. Así que más allá de pensar en el mal estado del clima, es momento de comenzar a saber cómo mitigarlo.
El cambio climático es algo actual que debemos trabajar para acabar con ello y vivir en un entorno seguro en el que se cuide el medio ambiente.