De acuerdo con la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), la ansiedad climática se define como «un miedo crónico al desastre ambiental» y Psychology Today la llama «una reacción comprensible a la creciente conciencia sobre los cambios extremos en la temperatura del planeta y los problemas globales que resultan del daño al ecosistema».
Si bien los síntomas pueden variar de persona a persona —insomnio, ataques de pánico, pensamientos obsesivos, por mencionar algunos—, dos tercios de la población reconocen actualmente que no quieren tener hijos por cambio climático, según lo detalla Eco Business.
¿Cambio climático podría frenar el crecimiento de la humanidad?
Como lo indica un estudio, publicado por la encuestadora GlobeScan, cuatro de cada 10 personas en todo el mundo no están interesadas en tener descendencia en medio de un caos climático. Pero, en realidad, ¿podría dicho problema estar frenando el crecimiento de la población humana?
Los datos revelan que en Asia, 59% de los habitantes de Corea del Sur; 53% de los de Hong Kong; y 52% de los de la India coincidieron en que no quieren tener hijos debido a los efectos del cambio climático.
El informe encontró que aquellos que dicen que se ven personalmente afectados por el cambio climático, el 44% tiene más probabilidades de evitar procrear que aquellos que no se ven afectados por él (28%). Lo anterior parece coincidir con otros estudios, como el publicado en la revista Environmental Research Letters, donde se señala que existen cuatro maneras eficaces para combatir el cambio climático, pero la más efectiva es tener un hijo u optar por no tenerlos.
«Reducir el número de hijos tiene un impacto anual de 56.8 toneladas de dióxido de carbono menos en el ambiente».
Environmental Research Letters.
No obstante, Indonesia parece ser un caso atípico al estudio. Las personas en la populosa nación del sudeste asiático, de mayoría musulmana, son las menos propensas a ser disuadidas de formar una familia debido al calentamiento del planeta.
Crece ansiedad climática
La investigación de GlobeScan encontró que la ansiedad climática ha alcanzado niveles récord a medida que más personas sienten personalmente los efectos del calentamiento global. El 65% de las personas cree que el cambio climático es un problema actual «serio», el nivel más alto registrado desde que se comenzó el seguimiento en 2002.
Inclusive, el número de los que dicen estar sumamente afectadas por los cambios en la temperatura del planeta también está registrando niveles nunca antes vistos: hasta 37% en comparación con el 31% del 2020.
De hecho, una encuesta, realizada en 2018 por Morning Consult para el medio informativo The New York Times, encontró que el 33% de las personas de 20 a 45 años mencionaron el cambio climático como una razón por la que tenían o esperaban tener menos hijos de los que podrían haber querido en diferentes circunstancias. Y otra indagación de The Lancet reveló que, en una encuesta global de 10 mil personas de 16 a 25 años, el 39% duda en tener hijos debido a su ansiedad climática.
No tener hijos una responsabilidad individual
Si bien, al hecho de que las personas no quieren tener hijos por cambio climático se le suman las preocupaciones que enfrenta el mundo y la capacidad de los recursos del planeta de satisfacer las necesidades. Sobre todo en un momento en que informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) resaltan un mapa de sufrimiento de no lograr limitar el calentamiento global a 1.5 °C.
En este sentido, la encuesta de GlobeScan, llevada a cabo en junio y julio de 2022, se elaboró en un momento de fuertes lluvias e inundaciones en Pakistán y China, deslizamientos de tierra en Bangladesh e India, incendios forestales en Afganistán y Turquía, y calor extremo en Estados Unidos y Europa, por lo que sus cifras demuestran que los fenómenos meteorológicos extremos —resultado del cambio climático— podrían estar afectando la voluntad de las personas a formar una familia.
«Estos impactos personales del cambio climático, a medida que crecen, están contribuyendo claramente a la sensación de las personas de que el futuro será menos positivo de lo que es ahora y temen tener hijos en un mundo afectado por el clima extremo y sus consecuencias, como la inseguridad alimentaria».
GlobeScan.
Finalmente, de cara al futuro, la investigación apunta a que la conciencia aguda y creciente de la injusticia ambiental serían un factor clave para impulsar una acción climática más dura por parte de los gobiernos y las empresas, aunque el tiempo se agota.
