A estas alturas es posible que casi cada persona interesada en el mundo de la responsabilidad corporativa haya escuchado ya en algún punto el término de economía circular, aunque quizá todavía exista un poco de confusión en torno al mismo. Se trata de un modelo que tiene el potencial no sólo de combatir el problema de residuos que enfrentamos a nivel global sino de erradicar el concepto de desechos prácticamente por completo.
¿Sabías que menos del 1% de todos los recursos extraídos son utilizados en los productos que consumimos? El modelo de economía circular busca aprovechar los recursos disponibles al máximo y durante el mayor tiempo posible recuperando los materiales al final de la vida útil de un producto determinado.
A través la creación de un ciclo continuo de materiales a lo largo de las cadenas de suministro, da origen a nuevos modelos de producción que reducen al máximo la dependencia de las industrias de la extracción de materias primas.
La transición de nuestro modelo de economía actual que funciona sobre una base lineal que inicia con la explotación de recursos naturales y termina en los vertederos, a uno circular en el que los desechos no son más que nuevas fuentes de recursos, no es un proceso sencillo; su implementación enfrenta múltiples desafíos entre los que destacan la actualización de políticas públicas para promover una estrategia de recolección adecuada, la educación de los consumidores y el desarrollo de procesos internos realmente eficientes.
Pese a todo ello, la economía circular es hoy mucho más que un modelo teórico, se trata de un sistema al que habrá que migrar lo antes posible y existen grandes marcas que han comenzado a dar los primeros pasos hacia ella, aunque quizá tú no te habías dado cuenta.
1. Dell
La acelerada evolución de la tecnología ha acortado la vida de una gran cantidad de aparatos electrónicos que generan millones de toneladas de desechos peligroso cada año. Dell es una de las empresas que ha incursionado en los esfuerzos para migrar a un modelo más circular, por lo que a finales del año pasado anunció la expansión de su cadena de suministro para incluir plástico reciclado y materiales a base de fibra de carbono recuperada de sus productos.
Como parte de su plan para 2020, la marca también ha establecido dos objetivos vinculados a la reducción de los desechos electrónicos: el uso de 50 millones de libras de material reciclado y la recuperación de 2 mil millones de libras de basura electrónica.
2. Levi Strauss
Alrededor de 24 mil millones de libras de ropa, calzado y textiles viajan a los vertederos cada año tan solo en Estados Unidos, esto incluye, desde luego, una gran cantidad de jeans, por lo que Levi ha estado trabajando en iniciativas a corto y largo plazo orientadas a migrar a un modelo de economía circular y reducir esta estadística.
Es por ello que a través de su socio I:CO, la marca ha comenzado a recoger ropa y zapatos usados de cualquier marca con el fin de transformarla en materiales de aislamiento para edificios, material de relleno y fibras para la fabricación de nuevas prendas. Con el tiempo, la compañía espera poder reciclar viejos pantalones vaqueros en la fabricación de unos nuevos.
3. Timberland
En alianza con el fabricante y distribuidor de neumáticos estadounidense Omni, Timberland ha emprendido un particular esfuerzo para avanzar hacia la economía circular produciendo una nueva línea de neumáticos destinada a la fabricación de suelas de calzado al final de su vida útil; así que luego de viajar por carretera el caucho terminará dando una caminata en los pies de miles de consumidores.
Claro que el proceso no es tan simple. Una vez que los neumáticos llegan al final de su vida útil y los usuarios acuden a buscar un reemplazo, las viejas llantas son recolectadas y enviadas a una planta en la que se convierten en polvo; este material se procesa de nuevo y es convertido en hojas de caucho que son enviadas a los fabricantes de Timberland, quienes las mezclan en un compuesto para suelas antes de ser incorporadas a las botas que llegan hasta tus pies.