Para las empresas con fines de lucro medir sus resultados puede ser tan fácil como evaluar su desempeño financiero, pero para aquellas organizaciones que buscan un impacto social esta tarea no resulta tan sencilla, pues su éxito o fracaso depende de factores que van mucho más allá de un objetivo económico.
En entrevista con Fast Company, cuatro líderes del sector revelaron sus estrategias para medir el impacto de sus organizaciones.
1. Preparación de futuros líderes
Como fundadora y CEO de Global Health Corps, Barbara Bush es el pilar de una organización que conecta a líderes de la salud mundial con organizaciones de salud internacionales. La CEO afirma que para medir el impacto de su labor se basa en el trabajo de los colaboradores durante sus becas y en lo que sucede con sus carreras al término de las mismas.
Compartió que un compañero, por ejemplo, dejó su trabajo en la cadena de suministro de GAP luego de trabajar con la organización en mejorar la oferta de medicinas en Tanzania. Tras finalizar su labor se trasladó a Sierra Leona para ayudar a construir la cadena de suministro para el cuidado del ébola. «Estamos ansiosos por ver si gracias a su participación en Global Health Corps, tendrá un mayor impacto en el campo de la salud mundial», aseguró Bush.
2. Algunas batallas demandan mucho tiempo
Meighan Stone, presidenta de Malala Found, aseguró que la organización, que trabaja para garantizar el derecho de las niñas a la educación, fundamenta su medición de impacto en la misma pregunta que cualquier padre utiliza para evaluar la educación de sus hijos: ¿qué está aprendiendo?
Sin embargo, otra parte de su trabajo es luchar para transformar la forma en que los gobiernos manejan la educación de las niñas. «Esa es una pelea que tomará tiempo», dijo Stone a la publicación y agregó que no es algo que se pueda reportar en un informe anual.
3. Evaluación de fallas
El co-fundador de MBAs Across America, Casey Gerald, dijo que el impacto no es necesariamente la discusión más importante. «Creo que es mucho más interesante ver la forma en que hablamos de éxito y si pensamos en el fracaso», señaló.
El programa de Gerald funciona como punto de encuentro entre los estudiantes de MBA y los empresarios locales que buscan generar un impacto social positivo y para ejemplificar su medición de impacto utilizó el ejemplo de un emprendedor que construía un mercado en el desierto en Lower Ninth Ward de Nueva Orleans, donde los habitantes debían viajar a menudo varias millas en transporte público para llegar a la tienda más cercana.
«El negocio era mejor cuando nos fuimos que cuando llegamos ahí, pero el hecho de tener lugares en este país en donde un empresario debe comenzar un mercado de comida para alimentar a una comunidad hace más difícil poder llamarlo un éxito, porque hay una falla en el sistema que nos impide ir más lejos», agregó.
4. 4. Adoptar un enfoque digital
Por su parte, la fundadora de Sama Group, Leila Janah, busca conectar a las personas de bajos ingresos y permitirles trabajar a través de internet a través de un movimiento que denomina altruismo eficaz, con el que hasta ahora ha tenido un efecto positivo a nivel internacional. La idea es medir el impacto de los programas sociales con el mismo rigor con que podría manejar su carrera financiera, a fin de determinar el destino más efectivo para los recursos.
Aunque la idea puede parecer en resumen bastante estrecha, Janah dijo que es mejor que lo que hacía el sector con anterioridad, que consistía básicamente en utilizar conejillos de indias para probar teorías sobre aquello que podría hacerlos mejorar, pero con muy pocos datos de duros.
Su pregunta: ¿son las personas menos pobres después de nuestro programa?