Como lo indica la UNICEF, en nuestro país, cada día ingresan 275 niños, niñas y jóvenes migrantes, quienes enfrentan violencia, abandono social y un sinfín de problemáticas que vulneran sus derechos y bienestar. Por lo que los esfuerzos para salvaguardar su integridad deben intensificarse. Esto ha hecho que las instituciones que otorgan ayuda a adolescentes migrantes y menores tengan un papel clave.
Las acciones en favor de este sector poblacional requieren del apoyo tanto gubernamental como de otros agentes sociales, puesto que en muchas ocasiones, la falta de seguimiento y de conocimiento sobre dicha situación agrava las condiciones negativas. En este sentido, la Fundación Pablo Landsmanas (FPL) —brazo social de Corporativo Kosmos (CK), compañía líder en el sector de alimentación en México— ha buscado sumarse, no sólo estableciendo alianzas y aportando recursos, sino creando conciencia por medio de la educación.
Es así, que por medio de la Cátedra de Investigación Elías Landsmanas Dymensztejn– Anáhuac en niños migrantes no acompañados, creada por la FPL en conjunto con la Universidad Anáhuac, se están divulgando los trabajos de iniciativas que brindan ayuda a adolescentes migrantes. Y, en esta ocasión, fue el turno de Casa Alianza, una Institución de Asistencia Privada, que protege a menores y jóvenes que viven en las calles, víctimas de abuso y explotación.
Academia y Tercer Sector, sinergia en causas sociales
Dentro de sus pilares de actuación, la Fundación Pablo Landsmanas ha priorizado la educación, la cual ha vinculado a su misión de visibilizar a la comunidad migrante. Conjuntando ambos principios, en 2020, decidió fundar la Cátedra, que tiene como objetivo “aportar conocimiento y propuestas a la problemática de la migración de los niños y niñas”.
De esta forma, la FPL ha vinculado la Academia con la crisis humanitaria que representa la migración en México y, en específico, cómo experimentan niños, niñas y jóvenes este desplazamiento, que en muchas ocasiones se debe a que en sus naciones de origen no cuentan con las oportunidades para subsistir y/o son objetos de violencia.
Y, aunque la UNICEF indica que la ayuda a adolescentes migrantes, niños y niñas en la misma condición debe estar garantizada, la realidad es que nuestro país —uno de los lugares de tránsito migratorio— no es un lugar seguro, ya que tan sólo en 2020, se estimaba que la niñez y jóvenes migrantes eran el 10% de las personas desaparecidas en México.
Para generar soluciones a este panorama y exponer lo que la sociedad civil realiza en favor de la comunidad migrante, la Cátedra de Investigación Elías Landsmanas Dymensztejn realiza webinars públicos y gratuitos, en los que invita a especialistas en materia migratoria como el Tercer Sector, es decir, el de las organizaciones civiles y no lucrativas.
Es por ello que, como parte de estas sesiones remotas, el 10 de noviembre de 2022, la Cátedra tuvo como ponente a Alejandro Nuñez, director de Intervención Social en Casa Alianza, quien compartió con los espectadores las maneras en las que esta IAP ayuda a adolescentes migrantes y otros menores que se encuentran en las calles o en abandono, y son víctimas de violencia.
Una Casa que ayuda a adolescentes migrantes
Desde 1988, Casa Alianza ha tenido como objetivo ser parte de la intervención social. Esto a través de un programa en el que se procura a adolescentes que viven en condiciones de abandono social, por medio de “una metodología probada y replicada, para reincorporarlos a la sociedad de forma funcional y autosuficiente”.
Como explica Nuñez, el abandono social de niñas, niños y adolescentes se entiende como la falta de cuidados físicos y emocionales que vive este sector y que, pese a que pueden sobrevivir en las calles, los expone a la violencia, el maltrato y la explotación; incluyendo a menores migrantes.
“Nosotros trabajamos con chicos de 12 a 18 años, víctimas de violencia, expuestos a la trata de personas, en riesgos de contraer alguna infección, que consuman sustancias, madres adolescentes y migrantes no acompañados”.
Alejandro Nuñez, Director de Intervención Social en Casa Alianza.
Para realizar este trabajo, Casa Alianza cuenta con un modelo de reintegración, en el que se atienden cuatro formas de ayuda. Estas son:
1. Residencia
Mirando cómo crecía el flujo migratorio de jóvenes, Casa Alianza notó que tanto su modelo como su ayuda a adolescentes migrantes debía adaptarse a las necesidades de ellos. Por lo que acondicionó un espacio particular, ya que notaron que en grupo los jóvenes tenían más posibilidades de terminar el programa.
Así fundaron Hogar Albatros, primera manera de intervención, en la que se busca la integración de los jóvenes de manera residencial. Puesto que en este Hogar están los adolescentes migrantes que quieren solicitar refugio en el país. Cabe señalar que este espacio fue inaugurado en 2016, en colaboración con la ACNUR y el COMAR.
2. Ayuda psicológica y médica
Como parte del modelo de Casa Alianza, la atención médica y psicológica es primordial en la ayuda a adolescentes migrantes, pues en su mayoría han tenido que afrontar problemáticas serias o pasar por alguna situación que vulnere su dignidad.
Los jóvenes llegan a la Casa porque son canalizados por un aliado como la ACNUR o por alguna instancia gubernamental. Dependiendo del contexto en el que se encuentren, se les asigna un programa de rehabilitación personalizado, por parte de los consejeros de la institución, con el que se buscará contribuir a solventar sus necesidades.
3. Capacitación y educación
Para Casa Alianza es indispensable restaurar los derechos y la ayuda a los adolescentes migrantes, por ello, destacan que una de las primeras acciones que realizan es reintegrarlos a la educación.
Asimismo, por medio de ayuda con la regulación de su situación migratoria, Casa Alianza promueve su autosuficiencia, independientemente de si alcanzan o no la condición de refugiados.
4. Reintegración
Por último, dentro de Casa Alianza, se elabora un plan de vida, que de manera general pretende ser una guía para los jóvenes a quienes quiere egresar, ya sea reincorporándolos a sus familias o convirtiéndolos en adultos autónomos. En el caso de los adolescentes migrantes, la segunda alternativa es la más demandada, puesto que ellos en su mayoría no pueden regresar con sus familias.
Desde 2015, Casa Alianza ha ofrecido su ayuda a más de 200 adolescentes migrantes de todas partes del mundo. Esta labor da muestra de que se requiere de alianzas para impulsar a este sector, por lo que la Fundación Pablo Landsmanas, por medio de su Cátedra, espera que la misión de Casa llegue a más personas.
Si quieres conocer más sobre la labor con la comunidad migrante sigue la cuenta de Facebook de la Cátedra y asiste a sus webinars.
