Para lograr un futuro equitativo, el desarrollo en las zonas rurales es fundamental, sobre todo porque según cifras del CONEVAL, el 55.3% de la población en estas regiones padece pobreza, siendo un detonante de otras problemáticas que vulneran los derechos humanos.
La carencia de agua potable, alimentos y medios para generar ingresos económicos es una realidad para gran cantidad de regiones en nuestro país, una de ellas es Oaxaca, estado popularmente conocido por ser un destino turístico, pero poco por las regiones en donde vive un sector vulnerable del país.
Si bien se informa que en durante el segundo trimestre de 2021 la entidad registró una disminución de pobreza laboral, aún no se alcanzan los niveles que existían antes de la pandemia derivada de COVID-19, ante ello, dos fundaciones han buscado continuar apoyando a las comunidades del área y todos los miembros de ella, teniendo excelentes resultados. ¡A continuación te compartimos cómo lo hacen!
La situación de familias oaxaqueñas en regiones remotas
En México muchas personas no tienen acceso a servicios básicos, por lo que se requieren de esfuerzos que transformen esta realidad. Frente a esto, la Fundación Obras Educativas y Fundación Gigante —encargada de dirigir los esfuerzos sociales de Grupo Gigante y Grupo Presidente— han focalizado una labor coordinada para contribuir a los problemas de habitantes del municipio de San Pedro Huamelula, Oaxaca.
Como lo indica Statista, más del 60% de la población de Oaxaca vive en pobreza. Asimismo, cuatro de los municipios en la República Mexicana con más carencias se encuentran en este estado. Por ello, el desarrollo en zonas rurales oaxaqueñas es una tarea imperante, que requiere de esfuerzos tanto gubernamentales como los que puede brindar la iniciativa privada y el Tercer Sector, es decir, el cual conforman organizaciones civiles sin fines de lucro.
Y es que la situación que viven las comunidades indígenas, como las del área Chontal de San Pedro Huamelula, es realmente preocupante. Muchas de las comunidades suelen carecer de educación, comida y agua, lo que las expone a riesgos de salud y violencia que marcan su vida y obstaculizan sus oportunidades de mejora y crecimiento.
Frente a esto, Fundación Obras Educativas —nacida de la preocupación filantrópica de las madres de familia del Colegio Vista Hermosa— encontró una manera de aportar a las personas de localidades indígenas, las cuales enfrentan desafíos que van desde el abasto de agua hasta la falta de ingresos. A dicho trabajo se ha unido Fundación Gigante, que, como parte de su actuar, ha asimilado la causa aportando de manera sustancial al beneficio de familias de esta área y obteniendo grandes resultados.
“Todas las familias que tienen carencias de agua han logrado solventarlas. Tengo una gran impresión de esta labor y de nuestra alianza con Fundación Obras Educativas, porque, aparte de que mejora la calidad de vida, lleva educación a las personas”.
Ana María Arsuaga Losada, Presidenta de Fundación Gigante.
Como parte del trabajo en la zona, se han generado diversas iniciativas de apoyo, entre las que destacan cuatro que han tenido un impacto verdaderamente relevante tanto a nivel individual en cada habitante, como para la comunidad en conjunto.
Cambiando vidas: 4 maneras de impulsar el desarrollo en zonas rurales
1. Proyecto MUSA
La falta de agua es una de las limitaciones que impactan negativamente en el desarrollo de las zonas rurales, ya que enfrentarse a la carencia del vital líquido también supone un deterioro en la calidad vida de las personas, pues puede afectar a la salud y los medios de producción. Esta circunstancia es un problema agudo porque, según el Banco Mundial, 2 mil 200 millones de personas no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura.
Lo anterior es parte de la cotidianidad de las localidades de San Pedro Huamelula, que en épocas de sequía cuentan con pocas alternativas para satisfacer esta necesidad. Por ello, el proyecto “Agua para las comunidades vulnerables a la sequía en la Región Chontal” ha buscado brindar una manera de fomentar el desarrollo rural, a través del Modelo de Uso Sustentable del Agua (MUSA), el cual ha ayudado, en su segunda fase, a 30 familias de la zona esto por medio de estas tres ecotecnias (estrategias para ahorrar y gestionar el agua):
- Baño seco.
- Lavadero con biofiltro.
- Sistema de captación de agua.
Para lograrlo, Fundación Obras Educativas contó con el respaldo de Fundación Gigante, que hizo una inversión social de un millón de pesos, y otras aliadas. Esto ha permitido que estas familias puedan contar con agua de manera sustentable.
“Teníamos mucha escasez de agua, por lo que para mí es una maravilla tener este sistema en casa. […] Hemos dado un paso más para seguir adelante porque vemos la diferencia de lo que teníamos antes a lo que tenemos ahora”.
Doris Rodríguez, vecina de la comunidad de San Francisco de Asís, Huamelula.
2. Proyectos Productivos
Las iniciativas de Proyectos Productivos consisten en dar impulso a ideas y emprendimientos que sirvan para que sectores vulnerables logren generar ingresos y mejorar sus condiciones de vida. Conscientes de lo difícil que es para muchas familias oaxaqueñas crear un medio de sustento, Fundación Obras Educativas implementó un apoyo para incentivar la agricultura en Huamelula.
Esto logró que las personas beneficiarias pudieran cultivar hortalizas para el comercio en sus localidades, impulsando un tianguis en el que los productores llevan sus artículos, estimulando la economía y generando un ingreso extra que ayuda a sus gastos. A la fecha, con ocho años de haber arrancado los proyectos, se ha conseguido impulsar a 120 familias por medio de los recursos económicos que les han facilitado ambas fundaciones y otras.
“Hemos obtenido más plantas para llevarlas al tianguis, en mi caso, yo vendo ahí. Cada sábado estamos en la explanada comercializando nuestros productos. Vendemos lo que cosechamos en el tiempo de agua, de ahí sacamos beneficios con los que ayudamos a nuestras familias”.
Doris Rodríguez, vecina de la comunidad de San Francisco de Asís, Huamelula.
3. Albergue educativo
La educación es una herramienta indispensable para erradicar la pobreza y aumentar el desarrollo de las zonas rurales. Sin embargo, muchas de ellas, debido a su ubicación y al abandono en el que se encuentran, suelen padecer de acceso al aprendizaje. La lejanía de los centros de estudio es una de las principales causas de la deserción escolar en la zona de Huamelula, por lo que, en 2012, la Fundación Obras Educativas instaló el albergue San Eugenio Mazenod, el cual cada año recibe a jóvenes que quieran continuar sus estudios.
Este lugar les ofrece el servicio de vivienda, acercándolos a otros municipios que cuenten con instituciones de educación superior. Los resultados: más de 140 beneficiarios y cuatro egresados de nivel superior.
“Para realizar mis estudios universitarios recibí apoyo de manutención por parte de Obras Educativas A.C., con esfuerzo y dedicación conseguí ser becado por la Universidad y por la SEP. Para mí implicó un enorme sacrificio permanecer en la universidad[…], pero mi vida tomó un sentido completamente distinto, grandes aprendizajes, visión amplia de la realidad, etc., y, lo más importante, mejoras en el desarrollo personal”.
José Edwin Avendaño Ramírez, primer egresado del albergue San Eugenio Mazenod.
4. Invernadero
Al ser tan evidentes las mejoras que se han hecho en las comunidades de San Pedro Huamelula, Fundación Obras Educativas y su aliada Fundación Gigante siguen buscando otras opciones para invertir socialmente. Muestra de ello, es la reciente iniciativa para incentivar a las personas a crear invernaderos que detonen aún más su economías, por medio de capacitaciones profesionalizadas.
Esto ayudará a que quienes sean parte de esta iniciativa puedan aprovechar tanto las características de la tierra como las de clima para cultivar productos de manera sustentable y a una mayor escala.
“Estamos iniciando a sembrar, el proyecto del invernadero es un buen proyecto para mí porque de ahí vamos a sacar nuestra verdura para vender. Este proyecto me ha cambiado la vida”.
Doris Rodríguez, vecina de la comunidad de San Francisco de Asís, Huamelula.
Es así como Fundación Obras Educativas y Fundación Gigante demuestran que, con alianzas sólidas, es posible generar valor compartido para la sociedad y contribuir a alcanzar metas más grandes como el fin de la pobreza y las desigualdades, a través del compromiso y la Responsabilidad Social.