En los últimos años, el enfoque ESG en la comunidad inversora, que destaca el riesgo en las carteras de inversores ante factores ambientales, sociales y de gobernanza, ha estado plagado de mitos y críticas desde diversas perspectivas.
Ante la inminente campaña anti-ESG, Andrew Behar, director ejecutivo de la organización de defensa de accionistas «As You Sow», proporciona una comprensión más precisa y fundamentada para desacreditar algunos de los mitos sobre ESG, según informa Triple Pundit.
Importancia de la inversión responsable o ESG
Educar a las partes interesadas sobre la comprensión adecuada de qué implica exactamente ESG, también conocida como inversión responsable, en el ámbito empresarial, es crucial por cuatro razones principales: toma de decisiones informadas, gestión de riesgos, desempeño financiero sostenible y atracción de inversores conscientes.
Sin más preámbulos, estos son los cuatro mitos más comunes a derribar en torno a ESG.
4 mitos sobre ESG
1. ESG es solo greenwashing
Andrew Behar, director ejecutivo de As You Sow, ofrece una visión valiosa al respecto. Afirma: «Hace cinco años, las empresas proclamaban logros sin un respaldo real. Ahora, vemos que están actuando con mayor intensidad y profundidad, pero evitan alardear. Aunque representa un avance, es un caso de greenhushing.
En el trasfondo, Behar señala que las empresas están adoptando medidas más enérgicas. Han destinado recursos a la creación de programas sostenibles y sociales. Además, han acordado recopilar información sobre diversidad, equidad e inclusión en sus fuerzas laborales, así como el impacto del cambio climático en sus cadenas de suministro.
Estos datos se comparten con inversores y grupos de accionistas, incluyendo organizaciones como As You Sow. Según él, «Las declaraciones de 2019 sobre el nuevo propósito corporativo [que desafiaban una responsabilidad más amplia con clientes, empleados y comunidades] marcaron un hito».
Según Behar, este anuncio fue el punto en que las empresas se comprometieron a cambiar su filosofía fundamental en busca de un desempeño y éxito superiores. En esta perspectiva, los críticos «anti-ESG» llegan un poco tarde a la fiesta. La implementación de un nuevo propósito corporativo y la transformación hacia una economía regenerativa, basada en la justicia y la sostenibilidad, están en pleno desarrollo.
En última instancia, para Andrew es crucial separar la realidad del mito y reconocer el progreso real que las empresas están logrando a través de la adopción de los principios ESG. Los críticos y los escépticos pueden ser motores del cambio, pero no pueden negar la evolución significativa que está teniendo lugar en la manera en que las empresas operan y contribuyen a un mundo más sostenible y equitativo.
2. ESG e inversión sostenible van contra los negocios
Con frecuencia, los críticos de extrema derecha retratan a ESG como una novedad impulsada por el «despertar», que se refiere a una creciente percepción o conciencia en la sociedad sobre temas sociales y culturales. Sin embargo, Andrew señala que ESG no es un fenómeno nuevo; su origen se remonta a 2005.
Para los inversores, ESG es un enfoque de gestión de riesgos y crecimiento a largo plazo. Al analizar cómo las empresas manejan cadenas de suministro, adquieren recursos y tratan a su fuerza laboral, los inversores pueden discernir cuáles están preparadas para el futuro. Al mismo tiempo, las empresas utilizan los principios ESG para manejar y reducir los riesgos que enfrentan.
En este sentido, según Andrew, ESG se presenta principalmente como un mecanismo de gestión de riesgos y fomento de crecimiento a largo plazo. Al analizar cómo las empresas administran sus cadenas de suministro, adquieren recursos y tratan a sus trabajadores, los inversores pueden obtener una comprensión más profunda de cuáles están bien posicionadas para el futuro.
Además, las propias empresas aprovechan los principios ESG para gestionar y mitigar los riesgos que enfrentan. En esencia, ESG no es solo una etiqueta política, sino un marco valioso para la toma de decisiones empresariales responsables y la inversión sostenible.
3. Si las empresas adoptan ESG, los bienes y servicios serán más costosos
Para el director ejecutivo de As You Sow, es común que productos autodenominados «sostenibles» tengan precios más altos, un punto que los críticos usan para argumentar que la adopción generalizada de ESG aumentará los costos de bienes y servicios en todos los ámbitos.
Sin embargo, esta perspectiva pasa por alto la importancia del estado actual de las cadenas de suministro globales. La creciente desigualdad social y las crisis ambientales ya están aumentando la complejidad y los costos comerciales. Los principios ESG emergen como una herramienta esencial para gestionar y mitigar este riesgo, lo que conduce a la estabilidad de los precios a largo plazo, señala Andrew.
«La falta de aceitunas ha encarecido el aceite, lo mismo ocurre con el café, el chocolate, el algodón y el cereal. El calentamiento global está teniendo un impacto significativo en los precios de las materias primas», aclara Behar. En este contexto, los principios ESG ofrecen una estrategia crucial para moderar los efectos adversos y mantener una estabilidad financiera y de precios.
4. La inversión sostenible es exclusiva para la gente rica
Behar hace hincapié en que existe un equívoco común al pensar que solo las personas ricas pueden invertir de manera sostenible. No obstante, inversores institucionales, como gestores de activos y fundaciones, incorporan factores ESG en sus decisiones. Se proyecta un aumento del 84% en la inversión institucional ESG para 2026, abarcando una quinta parte de los activos bajo gestión.
Sin embargo, la inversión sostenible no es un privilegio exclusivo de los acaudalados. Cualquier individuo puede participar e influir como accionista, existen diversas formas accesibles de involucrarse en la inversión sostenible.
«La mayoría quiere que las corporaciones protejan el planeta», destaca Behar. «El enfoque actual radica en amplificar las voces». De esta manera, la inversión sostenible se democratiza, permitiendo que todos contribuyan a un futuro más sustentable.
En última instancia, desmitificar la narrativa en torno a ESG es esencial para comprender su verdadero valor. La inversión sostenible no es contraproducente a las ganancias empresariales, sino que promueve prácticas que aseguran estabilidad y éxito a largo plazo. Al desestimar estos mitos, se abre un panorama que ofrece una visión más precisa y equilibrada de ESG, permitiendo que las empresas y los inversores impulsen un cambio positivo hacia un futuro más sostenible.