La escasez de agua es un hecho real del que quizá hayas escuchado y todavía la veas algo lejana, sin embargo, si eres mexicano y vives en la Ciudad de México, deberías empezar a preocuparte más, puesto que esta situación ya se está presentando en Iztapalapa, la delegación con más habitantes de la CDMX.
Justo en ahí, al oriente de la ciudad la falta de agua es tan real que hasta ya han habido casos de «secuestros» de pipas que la transportan. Además, la gente llega a pelearse a golpes para conseguir agua.
La CDMX, es una de las grandes ciudades en el mundo con probabilidad de quedarse sin agua, según un estudio hecho por científicos de varias instituciones de prestigio publicado en la revista Global Environmental Changen 2014.
De acuerdo con Rob McDonald, persona encargada del estudio, la ciudad tiene problemas con el uso de su agua subterránea lo que significa que «una gran parte de lo que está disponible está siendo usada».
Judith Varela, habitante de Iztapalapa y víctima de la escasez de agua, dijo en entrevista para BBC que tanto es el pleito por obtener agua que en alguna ocasión:
«Me pusieron una pistola en las costillas. Me pidieron que me bajara de la pipa en la que iba para llevar agua para la unidad habitacional donde vivo. El chofer que iba manejándola me dijo que obedeciera, que no valía la pena arriesgar la vida». «Estamos muy desesperados».
De acuerdo con datos de la BBC, Judith Varela trabaja como correctora de estilo para una casa editorial, y dedica buena parte de su tiempo libre a tramitar que las autoridades envíen agua en camiones cisternas al conjunto de 25 edificios, de 20 apartamentos cada uno, donde vive con su familia.
«A pesar de todos estos esfuerzos nos llega una pipa para todos los edificios cada 4 o 5 días. Y cuando llega se acaba en medio día».
Desde hace diez años, el problema se ha vuelto aún más severo y en los últimos años casi insostenible.
Según el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre, dice que la urbe «tiene un gran reto de resolver el tema de sustentabilidad de explotación de su agua subterránea, pero no es a 2 ó 10 años, sino que es a largo plazo».
Además comenta que los problemas se harán más grandes en 20 ó 30 años y que en 50 podría agotarse.
«Iztapalapa está lejos de las principales fuentes de abastecimiento, se requiere inversiones de al menos 6 años para poder mejorar el servicio de manera sustancial”.
Tener agua ya es un lujo
Para los vecinos de Iztapalapa, tener agua es el mayor lujo. Pero también es uno de sus más grandes gastos.
Cuando se termina el agua, algunas personas compran garrafones a mil 120 pesos al mes, cuando los ingresos de algunas familias apenas alcanzan los seis mil pesos mensuales.
«Cuando nos llega un poco de agua por la red llega muy sucia, amarilla o verde. A mi hija de 3 años la baño con agua de garrafón porque si no le salen ronchas».
Iztapalapa es una ventana al futuro de lo que pasará cada vez más en la Ciudad de México.
Para Alberto Székely, especialista en derecho de aguas, «el colapso de la Ciudad de México será por la falta de agua. La única forma de parar un poco el problema sería dejar de crecer pero eso no conviene a ninguna autoridad».
5 acciones que podrían acabar con el agua en CDMX
Estas son algunas razones por las cuales existe escasez de agua en esta zona de la Ciudad de México, puesto que la mayor parte del agua que se consume en la ciudad es sacada del subsuelo.
1.- La sobreexplotación del acuífero y la vulnerabilidad al cambio climático
Aproximadamente el 70% del agua que se consume en la Ciudad es extraída del acuífero. Esta reserva de agua es sobreexplotada por unos 591 millones de metros cúbicos anuales, según los datos oficiales. Los especialistas dicen que podría ser más, ya que en realidad no se sabe a qué velocidad se filtra el agua al acuífero.
«Sacamos mucho más de la que se recarga. Esto, además del problema de escasez de agua, causa el hundimiento alarmante de la ciudad», explica Miguel Ángel Montoya, asesor en la cámara de diputados en el tema del agua
Además, el suelo de la zona metropolitana es de arcilla muy poco permeable. Por eso el agua se filtra muy poco al subsuelo por lo que las reservas subterráneas se van acabando.
También, las construcciones de viviendas e infraestructuras van ocupando las zonas naturales, que son por donde se filtra el agua y se recarga el acuífero.
El cambio climático también es el responsable de la escasez de agua, además, el suministro podría ser afectado por él ya que la Ciudad de México también depende en parte del agua de fuentes externas.
Un 27% del agua se importa del sistema de presas de Cutzamala, en Michoacán, y de pozos de Lerma, en el Estado de México.
«En el contexto actual del calentamiento global, el sistema no está preparado para funcionar con más o menos concentraciones de lluvia», explica Alejandro de Coss, que estudia «La producción del agua urbana en la Ciudad de México: naturaleza, infraestructura y estado en el Sistema Lerma» para su doctorado en The London School of Economics.
«En algunas ocasiones estas tormentas han dañado los circuitos del sistema y nos han demostrado que son vulnerables».
2.- Fugas, infraestructura vieja y poco mantenimiento
La escasez de agua se agrava también por la gran cantidad de fugas que hay en la red de agua de la capital.
Según los datos oficiales, el 41% del agua se pierde por salideros. Estas fugas se deben a las viejas tuberías y al hundimiento diferenciado que las rompe.
«Los 13.000 km de tubería se están cambiando por materiales de alta resistencia, pero desde 1997 hasta hoy sólo se han sustituido 2.500 km», explica Daniel Salazar, Presidente de la Unidad de Gestión para el Desarrollo Sustentable AC.
3.- Crecimiento descontrolado
«Los proyectos de ingeniería hidráulica no han sido acompañados de una política de controlar el crecimiento urbano», señala Dean Mohammed, investigador sobre agua en la Ciudad de México de la Universidad de Stanford, Estados Unidos.
El crecimiento de la ciudad va por delante de su sistema de aguas. La Ciudad de México tiene unos 9 millones de habitantes, según las últimas cifras oficiales de 2015.
Pero cuando se suman los municipios aledaños del Estado de México y de Hidalgo que conforman la zona metropolitana, alcanzan más de 20 millones de personas, una de las aglomeraciones humanas más grandes del mundo.
4.- Cuenca abierta, el agua se saca
Hace muchos años, la cuenca de la Ciudad de México estaba cerrada. La ciudad estaba asentada sobre un lago y el agua se encontraba en un circuito cerrado.
Pero desde épocas coloniales se abrió un canal con el fin de controlar las inundaciones y sacar el agua sucia de la ciudad.
Después de ellas se construyeron otras infraestructuras como el Gran Canal, el Túnel Emisor Central y ahora se construye el Túnel Emisor Oriente, porque según las autoridades, su construcción es necesaria para mitigar el problema de inundaciones.
Sin embargo, Los expertos coinciden que esa agua, en lugar de sacarse de la cuenca, se podría reciclar y reutilizar.
Actualmente, según los expertos, hay intereses económicos y políticos para que no se reutilice esa agua en el Valle de México.
5.- Desperdicio el agua de lluvia
Se recarga un 9% del agua de la lluvia en el acuífero.
«Pero esta recarga es sólo teórica, ya que no es posible saber cuánta en realidad llega y además tarda mucho tiempo».
En la ciudad llueve un promedio de 920 milímetros al año, una cantidad de agua importante que sin embargo no es aprovechada.
«Esa agua se desperdicia. Por la impermeabilización del suelo poca se filtra al acuífero y, por si fuera poco, termina inundando la ciudad o en el drenaje”
