Cuando se habla de comunicar tu compromiso sustentable a tus stakeholders de la forma adecuada y motivarlos a involucrarse de forma participativa, es muy común escuchar que el tema debe convertirse en algo realmente interesante, e incluso sexy; una tarea que se dice fácil, pero de hecho es sumamente complicada, ya que por desgracia, el calentamiento global, el ahorro de energía, y el trabajo voluntario no son cosas que resulten atractivas por naturaleza. Así que, ¿cómo lograr convertirlos en algo irresistible?
En un artículo de TriplePundit, Sandra Stewart asegura que si bien no es necesario plagar la sustentabilidad de modelos en ropa interior sexy, si es necesario hacerla atractiva, por lo que propone algunas claves para lograrlo.
1. Humor
Se trata de una de las cualidades más atractivas y virales en la mercadotecnia, ¿por qué no invitarlo a formar parte de la sustentabilidad? Los anuncios divertidos son definitivamente más memorables y agradables que aquellos que resultan trágicos (como la mayoría de las campañas sociales.)
2. Emociones
Las emociones son sin duda la clave de cualquier excelente campaña de marketing, pero no se trata únicamente de una sensación de angustia o apelar a la compasión, sino de generar empatía a través de sentimientos los consumidores desean repetir una y otra vez.
Frases como «Podemos salvar al planeta o morir» y «Ellos te necesitan» tal vez funcionen una vez, pero difícilmente lograrán generar un compromiso a profundidad. De ahí que el storytelling se haya convertido en un excelente aliado.
3. Apariencia y funcinalidad
Apple, Ikea y muchas otras marcas han demostrado el poder que tiene un buen diseño para enganchar al consumidor. Un buen ejemplo de ello es Plum Organics, cuyos empaques de comida para bebé resultan irresistibles para los padres ocupados gracias a sus cualidades libres de derrames.
4. Inteligencia
Así es, aunque suene aburrido la inteligencia es un aspecto fundamental a cuidar en el proceso de hacer de la sustentabilidad un tema atractivo, ya que sin ella el producto simplemente no podría ser llamado sustentable.
Esta característica se refiere a que el producto en cuestión necesita ser técnicamente más avanzado que sus competidores, de forma que sus consumidores puedan desearlo y sentirse inteligentes al hacerlo.
5. Factor X
Este factor funciona exactamente de forma contraria a la inteligencia, y aunque no es esencial si se trata de algo sumamente atractivo, ¿quién no se ha enamorado de algo sin saber por qué? Ese detalle totalmente indescriptible es el Factor X, y conseguirlo requiere de mucho ingenio.