Para quienes desean tener un impacto positivo en el mundo, el camino suele estar lleno de obstáculos. La buena noticia es que existen líderes que ya pasaron por ellos y pueden compartir lo que han aprendido. Cheryl Dorsey, pionera del movimiento de emprendedurismo social y presidente de la ONG Echoing Green ofreció estos 5 consejos de liderazgo al sitio web de la Fundación Tory Burch:
1. Establece una comunidad y contribuye:
Ya sea que te unas a una comunidad formal de líderes que estén comprometidos y apasionados por sus proyectos o crees una nueva, ser parte de un grupo ayuda a fortalecer tu liderazgo. La comunidad es clave, es un espacio interconectado que te da energía. Además, recuerda que la mentoría puede llegar de muchos lugares: puedes aprender de una joven emprendedora social que inicia su negocio o de un inversor social de Silicon Valley e incluso tus colegas pueden ser mentoras.
2. Usa tu formación a tu favor:
Usa lo que ya tienes para obtener lo que necesitas y prepárate para escuchar tu propia sabiduría; con frecuencia ya tienes las herramientas que te llevarán a la respuesta que buscas. Laura Weidman Powers, cofundadora de la organización CODE2040, trabajó para startups de tecnología y notó la falta de representación de personas negras y latinas. Después se inspiró en esta experiencia para idear un programa modelo que acabara con las barreras estructurales a las que se enfrentan estos grupos. Ahora su organización trabaja para cultivar el talento emergente y poco representado. Comenzar con tu propia experiencia y conocimiento de un tema es una de las mejores formas de hacer la diferencia.
3. Reinventa:
Como líder normalmente te encuentras al frente, pero eso no significa que no puedas mirar a tu alrededor y entender qué está sucediendo en otras posiciones. Mantente abierta a caminos alternos para abordar el problema que quieres solucionar. Alexandria Lee está trabajando para proveer de entrenamiento académico y socioemocional a chicos afroamericanos que son considerados «población en riesgo.» Aunque su primer lugar para enseñar fracasó, sabía que su idea era buena. En lugar de tratar por la misma vía decidió desarrollar una alianza para con una escuela ya existente, un acuerdo que beneficiará a ambas partes.
4. Escucha y aprende:
La mejor forma de recordar siempre la misión de tu trabajo es crear canales de retroalimentación que te impulsen a rendir cuentas. No hay nada más poderoso que preguntarle a tu comunidad «¿qué necesitas y cómo puedo ayudarte a obtenerlo?», ya que el éxito no llega si se trabaja en el vacío. Elizabeth Scharpf creó su compañía Sustainable Health Enterprises porque observó e hizo preguntas, descubriendo que el hecho de que las niñas acudan menos años a la escuela tiene que ver con la menstruación. Al preguntarle de forma directa a las personas afectadas por un reto podrás descubrir respuestas que te sorprendan.
5. Fracasa de forma inteligente:
Manejar el fracaso inicia con comprender por qué y como sucedió. Fallar no significa acabar, pero aceptar y comprender lo que pasó te ayuda a superarlo. Los momentos de fallas personales y profesionales son los que nos ayudan a discernir quién queremos ser y cómo queremos presentarnos ante el mundo. No puedes responder estas preguntas si no tienes el valor de ser honesta contigo misma sobre lo que no está funcionando. Este es un trabajo que no tienes que hacer sola– sé humilde y pide ayuda– pero en definitiva sí tienes que hacerlo.
