La forma en la que los consumidores perciben una marca determinada es uno de los activos más importantes para cualquier empresa; caer en cualquier tipo de escándalo que pueda dañar seriamente su reputación es un riesgo que ninguna compañía darse el lujo de correr, por lo que es importante contar con estrategias para prevenir y en su caso contrarrestar una posible crisis.
Blindar una marca ante los posibles daños de reputación corporativa requiere de la implementación de prácticas responsables en cada aspecto de la organización, generar vínculos de confianza con sus grupos de interés y comunicar adecuadamente sus esfuerzos.
En la siguiente infografía encontrarás algunos consejos que si bien no significan un chaleco kevlar ante el corazón de la organización, sí reducen sus riesgos de manera considerable.
Fuente: Luis Maram