Por: María José Evia H. Google
Esta semana hemos visto el devastador efecto de las tormentas Ingrid y Manuel en los estados de Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca y Guerrero. Como consecuencia, algunas empresas (Walmart, TELMEX y HSBC, entre otras) lanzaron iniciativas para ayudar a los damnificados y seguramente el apoyo continuará en las próximas semanas.
Desgraciadamente, no se trata de la primera ni de la última vez que una zona será devastada por un desastre natural. Como consecuencia del cambio climático, este tipo de eventos son más comunes que en el pasado; a pesar de los preparativos de gobierno y sociedad, inevitablemente las ciudades y sus habitantes sufren daños. En estos casos, la comunidad internacional suele unirse para apoyar, y las empresas también buscan formas de ser parte de la solución.
A continuación, cinco estrategias de responsabilidad social que las compañías han implementado en el pasado para hacer frente a los estragos de los desastres naturales.
1. Poner a disposición del público los productos de la empresa:
No todas as compañías ofrecen productos que puedan ser de utilidad en momentos de crisis, pero otras pueden ser de mucha ayuda al ofrecerlos a las autoridades, a la Cruz Roja o directamente al público.
Ejemplos: Google cuenta con un localizador de personas, que ha servido en situaciones como los terremotos de Chile y Japón. Este recurso usa la misma tecnología del buscador para realizar una labor importante.
El otro caso, la compañía automotriz Chevrolet donó 50 vans a la Cruz Roja después del huracán Sandy, que causó daños en Nueva York el año pasado.
2. Conciertos o eventos masivos:
Muchas veces la ayuda llega en los primeros días o semanas siguientes al desastre, y poco a poco el público se olvida del asunto. Los conciertos y otros eventos masivos ayudan a que la comunidad internacional esté al pendiente, además de que ofrecen un espectáculo que puede levantar el ánimo de la zona afectada.
Ejemplo: después del ya mencionado huracán Sandy, se organizó el concierto 12/12/12, que contó con la participación de grandes estrellas, así como de una gran cantidad de empresas.
3. Suspensión de labores o home office:
Después de una catástrofe, muchas compañías deciden suspender labores o implementar el trabajo a distancia. Esto no solamente ayuda a que sus empleados puedan tener tiempo para atender asuntos personales, sino que también reduce el caos de la zona, permitiendo que los equipos de rescate realicen su labor con más facilidad.
Ejemplo: empresas como Toshiba, Sony y Toyota suspendieron las labores después del terrible terremoto que azotó a Japón en 2011.
4. Reducción de tarifas:
hay servicios y productos que se vuelven de primera necesidad después de un desastre. Las empresas, en lugar de beneficiarse por el aumento de la demanda, pueden optar por reducir precios y tarifas.
Ejemplo: como apoyo a los ciudadanos afectados por el huracán Sandy, empresas financieras como Wells Fargo y JP Morgan Chase eximieron cargos por pagos tardíos o sobre giros, mientras que el sitio web para viajes Airbnb ofreció su plataforma para que las personas pudieran encontrar, de forma gratuita, un lugar dónde quedarse.
5. Promoción y voluntariado:
Las empresas tienen una gran capacidad para promover el apoyo a zonas damnificadas, tanto con sus empleados como con sus clientes. Al dar a conocer las necesidades de las personas afectadas, fungir como centros de acopio y fomentar el voluntariado entre su fuerza de trabajo, las compañías pueden lograr una gran diferencia.
Ejemplo: A través de sus canales de televisión, Disney se unió a la campaña «Day of Giving» de la Cruz Roja, e invitó a su auditorio a hacer donaciones después del huracán Sandy.