Si quieres tener un impacto positivo en la sociedad, actualmente tienes dos opciones: crear un negocio social, el cual tendrá fines de lucro además de ayudar, o una ONG, que naturalmente no tendrá el objetivo de hacer dinero. Muchos emprendedores están eligiendo la primera alternativa, y también está creciendo el capital disponible para «inversión de impacto, pero así como hay muy buenas razones para iniciar un proyecto de este tipo, también las hay muy malas.
Echoing Green, una OSC que ofrece fondos y capacitación técnica para negocios sociales, comparte 5 motivos equivocados por los cuales seguir la ruta del emprendimiento social, en lugar de crear una organización sin fines de lucro:
1. Sólo las empresas tienen «disciplina de negocios»:
Con solo leer un periódico se puede ver que muchas compañías son indisciplinadas (por ejemplo, GM y el escándalo de la falla en sus vehículos). Tener «disciplina de negocios» significa tener un enfoque donde los resultados se obtienen dando prioridad a los números, a lo racional y a la firmeza, y organizaciones sin fines de lucro como Teach for America (con un presupuesto anual de 250 mdd) o la Universidad de Harvard demuestran que las empresas con fines de lucro no tienen el monopolio de la disciplina.
2. Sólo las empresas pueden vender productos o servicios:
Esta razón demuestra un bajo entendimiento sobre cómo funciona la ley corporativa en la mayoría de los países. El que una organización tenga fines de lucro o no no suele afectar su habilidad para vender productos. Países como China o India son excepciones, pero en casi todo el mundo, las OSCs pueden vender y las empresas pueden aceptar donaciones.
3. Solo las empresas le pagan a los empleados:
Muchos emprendedores sociales que trabajan en organizaciones sin fines de lucro ganan un sueldo que les permite vivir bien. En sectores como el de salud o la educación, el salario suele estar al mismo nivel que el de las compañías con fines de lucro. Lo que sí es cierto es que los salarios de líderes de OSCs y ONGs son examinados y hasta criticados cuando son muy altos, y que no está en su futuro el ganar un cheque tan alto como el de un fundador de Facebook. El compromiso con el emprendimiento social puede significar ganar menos, donde sea que tu carrera se desarrolle.
4. Solo las empresas tienen un modelo de ingresos sostenibles:
Aquí hay dos malentenidos. El primero se relaciona con la razón número 2, sobre la posibilidad de tener ingresos, y el segundo es que las ganancias obtenidas por medio de filantropía son de alguna forma menos confiables que las obtenidas por medio de ventas. Según las estadísticas, más del 50% de las start-ups fallan en sus primeros cinco años, por lo que las ventas son también muy variables y pueden fallar.
5. Las OSCs y ONGs están «pasadas de moda»
Pocos emprendedores comunican esta opinión de forma abierta, pero es común, y se debe a que en la actualidad muchos de ellos tienen sus antecedentes en escuelas de negocios, donde les enseñaron acerca de emprendimiento social pero no sobre trabajo social o políticas públicas. Además, tanto en las escuelas como en la familia, el iniciar una empresa con fines de lucro tiene más prestigio que iniciar una OSC.
Fuente:
Harvard Business Review