La forma en la que un líder se involucra con su equipo de trabajo refleja en gran medida su identidad y la manera en la que sus colaboradores lo perciben, por lo que influye considerablemente en el ambiente laboral determinando el nivel de confianza e incluso parte del salario emocional que ofrece a las personas con las que trabaja.
Por ello es muy importante que los líderes identifiquen aquellas características que definen su estilo de liderazgo a fin de aprovecharlas al máximo para crear un mejor entorno laboral y optimizar los procesos que llevarán a un equipo a lograr las metas planteadas.
Al igual que una firma, el estilo de liderazgo es único en cada persona y puede cambiar a lo largo de los años, ya que depende de la personalidad y de la experiencia acumulada. De acuerdo con Kathryn Cramer, experta en liderazgo, cada líder tiene su propio sello de presencia que hace que su estilo de dirección sea único.
En su libro “Lead Positive: What Highly Effective Leaders See, Say, and Do”, Cramer escribe sobre las dificultades que la mayoría de las personas enfrentan para identificar su verdadero estilo de liderazgo y asegura que para ello es muy importante la retroalimentación, por lo que propone las siguientes preguntas para lograrlo.
1. Cuando estoy en mi mejor momento, ¿cómo me describiría a mi mismo?
2. Cuando recibo cumplidos, ¿qué es lo que las personas aprecian con regularidad? ¿Es lo mismo que yo aprecio?
3. ¿En que tipo de situaciones me desenvuelvo con mayor confianza y fluidez?
4. ¿De que forma suelo ayudar a sus compañeros de trabajo?
5. ¿En que situaciones y de que forma pueden contar conmigo las personas que me conocen?
Si se responden con precisión, estas preguntas ayudarán a identificar las características que definen el estilo de liderazgo de una persona, sus fortalezas y sus debilidades, lo que permitirá crear mejores vínculos de comunicación con sus colaboradores y realizar las actividades necesarias de forma más eficiente.