Uno de los retos más importantes a los que se enfrentan las organizaciones de la sociedad civil es el de recaudar fondos que les permitan continuar con la realización de su labor en beneficio del medio ambiente o de la comunidad en la que operan, ya que para lograrlo necesitan crear vínculos fuertes con personas afines a sus valores y comprometidas con su misma causa para crear una relación de cooperación y confianza.
Solicitar dinero a una persona o institución es una tarea que puede resultar pesada, engorrosa y frustrante para cualquier organización, ya que aunque podría parecer que, al dedicarse a una buena causa, resulta más sencillo para ellas conectar a nivel emocional con sus grupos de interés, lo cierto es que se trata de una tarea que requiere de una delicada construcción de mensajes y relaciones verdaderamente estrechas. Esto sin contar que existen causas que, de forma natural, resultan más atractivas que otras.
Por desgracia esta no es una tarea a la que las organizaciones no lucrativas puedan renunciar con facilidad. Tal como indica Jennifer McCrea en una entrevista reciente con Entrepreneur, para cambiar el mundo a veces necesira un montón de dinero y, aunque este nunca debe convertirse en el centro de todos los esfuerzos, la verdad es que se trata de un recurso que todas las organizaciones necesitan para funcionar, así que lo mejor es ponerse en marcha.
Por más de 25 años, McCrea ha trabajado con distintas organizaciones y líderes del tercer sector, así como con decenas de filántropos, ayudando con la recaudación de fondos para abordar los distintos problemas que aquejan a nuestro mundo. Además es investigadora del Instituto Hauser para la Sociedad Civil en Harvard, donde imparte un curso en esta materia.
Durante su entrevista con Entrepreneur, la experta reveló algunos de los secretos más valiosos en el proceso de recaudación en forma de lecciones que tu organización seguramente agradecerá. ¡Descúbrelos!
1. Evita que tus relaciones se centren en el dinero
McCrea explica que la razón por la que el dinero jamás debe constituir la parte central de la relación que mantienes con tus stakeholders, es porque al hacerlo le confieres determinado control sobre el poder; es decir, se establece una dinámica en función a él y, por tanto, quien posee los recursos económicos ejerce determinada autoridad, mientras quien los recibe se coloca en una posición sumisa. Este tipo de interés definitivamente no es bueno para las organizaciones sin fines de lucro.
Una vez que el dinero se coloca en un segundo plano y la causa se convierte en el centro de todo, es más sencillo trabajar sobre el propósito que la organización se ha planteado, de forma objetiva. «El dinero se convierte en el combustible. No es el coche, no es el conductor y no es el destino», destaca la experta.
2. Decide qué significa para ti lo que haces
Define si lo que haces constituye para ti un trabajo, una misión o un verdadero honor. Por trillado que parezca, realizar todas tus actividades con pasión tiene un resultado positivo en términos de productividad y perseverancia. «El trabajo agota a una gran cantidad de personas, pero la pasión las mantiene fuertes», señaló.
De acuerdo, a primera vista esta lección tiene muy poco que ver con la recaudación de fondos, pero la verdad es que si lo piensas detenidamente tiene bastante sentido. ¿Cómo involucrar a tus stakeholders y comprometerlos hasta la médula si tú mismo no crees en la importancia de tu propósito?
3. Deja de ser tu peor enemigo
«Nosotros somos nuestros peores enemigos, porque estamos constantemente creando obstáculos que bloquean el flujo de recursos», aseguró McCrea, y agregó que dicho flujo no está relacionado únicamente con el factor económico, sino también con el talento humano, la creatividad, los valores, las relaciones humanas y todo aquello que se puede activar para atraer aliados y, desde luego, donantes.
El desafío se encuentra entonces en identificar las barreras que cada organización ha puesto para activar todos estos recursos y convertirlos en fuerzas de impulso para alcanzar los objetivos planteados. Los obstáculos pueden presentarse en forma de un ambiente laboral hostil o un exceso de burocracia; cada caso es diferente.
4. Deshazte de tu miedo al rechazo
Una de las barreras más importantes que impiden a las organizaciones tener éxito en la recaudación de fondos es el miedo al rechazo que con frecuencia las obliga a ver en cada posible donante una oportunidad de fracaso en lugar de un aliado potencial.
La clave está en eliminar el rechazo de la ecuación y, nuevamente, dejar de hacer del dinero el elemento central de cada relación para comenzar a pensar en términos de recursos. Pregúntate inicialmente cómo puedes lograr que una persona o institución se comprometa con tu causa y acto seguido identifica qué pueden aportar a tu labor; quizá la respuesta no siempre tendrá un signo de pesos, pero sin duda esta visión te ofrecerá muchas más victorias.
5. Usa tu corazón como instrumento
McCrea asegura que la filantropía significa cuidar unos de otros, por lo que a pesar de que hay una gran cantidad de dinero fluyendo a través de ella, ésta necesita estar conectada de forma permanente al beneficio común.
Para la experta, esto significa que las personas necesitan utilizar su corazón como instrumento para construir su visión evitando que el ego se apodere de la estrategia de la organización y recordando siempre el principio para el que fue creada.
La razón por la que esto es tan importante es que aquellas organizaciones que pierden de vista su misión viéndose rebasadas por el proceso de recaudación de fondos pronto comienzan a ignorar la importancia de comunicar los resultados de su labor de forma efectiva y se ponen en riesgo de perder su activo más importante: la confianza de sus donantes y otros grupos de interés.