Desde fabricar ladrillos con microorganismos hasta un biciauto, estas ideas son 100% eco amigables; conoce las empresas que están transformando su entorno de maneras innovadoras.
1. Creando ciudades peatonales
Walk (Your City), como su nombre indica, quiere que la gente muestre cuán transitable es su ciudad. Es la creación de Matt Tomasulo, un urbanista y activista.
“Un gran obstáculo para caminar es esta barrera percibida de que un destino está ‘demasiado lejos’, cuando en realidad se trata de una distancia posible de caminar”, dijo Tomasulo.
Después de una exitosa campaña de Kickstarter, Tomasulo lanzó la empresa en noviembre de 2013. Vende letreros personalizables que dicen cosas como: “Una caminata de 12 minutos hacia el centro” o “5 minutos a pie hasta la biblioteca”. Cualquiera puede ordenar los letreros en línea; Walk (Your City) los fabrica y los envía por entre 20 y 60 dólares, dependiendo del material.
“Los hacemos con plástico corrugado o aluminio, el cual es más caro”, dijo Tomasulo, añadiendo que las personas deben consultar con las autoridades antes de colocarlos en los lugares públicos.
Más de 5,000 letreros han sido hechos e instalados en ciudades como Santa Fe, Nuevo México, Grand Rapids, Michigan, y Atlantic Beach, Carolina del Norte
“Hemos estado bastante inundados”, dijo Tomasulo, quien también firmó un acuerdo con la aseguradora de salud Blue Cross Blue Shield de Carolina del Norte.
Él espera que sus esfuerzos promuevan una cultura de caminar e “incrementen el interés de las ciudades en invertir en infraestructura que apoye un estilo de vida más saludable”.
2. Biciautos amigables con el medio ambiente
La ‘ELF’ es el sueño de Robb Cotter hecho realidad.
“Siempre había querido crear un vehículo pequeño y eficiente que incorporara energía solar”, dijo Cotter, un mecánico y experto en diseño.
Y ha hecho eso y mucho más, con su bicicleta híbrido eléctrica de pedales de tres ruedas y 73 kilogramos llamada ELF.
“La ELF puede ayudar a reducir la huella de carbono en las ciudades”, dijo. “Es amigable con el medio ambiente, más segura que una bicicleta normal y se puede transportar carga en ella”.
El emprendimiento de Cotter, Organic Transit lanzó la ELF en 2012. La moto, con un precio de entre 5,500 y 10,000 dolares, es fabricada en Durham, Carolina del Norte, y cuenta con una cubierta en forma de huevo que protege al piloto de la intemperie.
Puede superar los 32 kilómetros por hora utilizando sólo energía eléctrica (el cargador de baterías se conecta en cualquier toma de corriente) y 48 kilómetros por hora pedaleando.
Organic Transit ha vendido más de 450 ELF, sobre todo a “individuos que lo utilizan como vehículo para transportarse y para ejercitarse”, dijo Cotter. “Una persona dijo que incluso lo condujo desde Ontario hasta Key West”.
Su próxima meta es hacer crecer el mercado más allá de su uso personal. “Hemos tenido interés por parte de empresas, universidades y organismos municipales tales como los departamentos de Policía”, dijo.
El emprendimiento está trabajando en un sucesor del ELF para cargas pesadas, que podría llevar a hasta tres pasajeros.
“Mi intención es que, con cada persona que utilice nuestro vehículo, eso ayudará a mejorar su salud y a reducir sus gastos de transporte”, dijo Cotter.
3. Cultivando ladrillos con bacterias
BioMASON comenzó como un experimento científico, de acuerdo con Gonger Dosier, que encontró una manera de “cultivar” ladrillos, similar a la manera en que se forman los arrecifes de coral.
Dosier, una exarquitecta, estaba interesada en materiales de construcción sustentables pero “se dio cuenta de que no había mucho de dónde elegir”.
Entre 2005 y 2007, mientras enseñaba en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Dosier descubrió un tipo de bacteria que se convertía en cemento cuando se mezclaba con arena, nutrientes y calcio.
La albañilería tradicional utiliza la arcilla y el fuego para crear ladrillos, y está lejos de ser amigable con el medio ambiente.
“Hay más de un billón de ladrillos hechos de esta manera en el mundo cada año”, dijo ella. “Eso significa mucho uso de energía y emisiones de dióxido de carbono”.
Su método es una alternativa verde. Dosier fundó bioMASON, con sede en Raleigh, en 2012. Desde entonces, ella ha recaudado casi 1 millón de dólares en subvenciones y financiamiento. El empredimiento cuenta con seis empleados y está trabajando con su primer cliente: una empresa en California que quiere usar los ladrillos para un patio.
4. Reciclar basura en materiales para arte
Lynn Quire era una costurera que “generaba una gran cantidad de material de desecho”, pero no quería tirarlo a la basura.
Pero cuando buscaba lugares para donar artículos sobrantes como tela y cierres, no pudo encontrar ninguno en su ciudad natal de Louisville, Kentucky.
Así que, en 2013, dejó su trabajo administrativo y lanzó una organización sin fines de lucro que recolecta basura; aunque Quire prefiere llamarlo “material reutilizable”.
“Hablé con muchos profesores y aprendí que había una gran necesidad de materiales para sus proyectos de artes y oficios”, dijo Quire, que dona los suministros a escuelas locales y centros comunitarios.
Abrió un almacén en noviembre de 2013 y el plazo de seis meses, su inventario creció hasta 1,360 kilogramos; con artículos desde papel para envolver hasta los calendarios viejos y piezas de repuesto industriales.
“El año pasado tomamos 4,000 kilogramos de material”, dijo Quire, quien dirige la operación con su esposo y voluntarios. “Está disponible de forma gratuita para los profesores y por un cargo muy mínimo para cualquier otra persona”.
Su negocio está casi en números negros, y Quire espera mudar Good Garbage a un espacio más grande en la primavera.
“Eventualmente quiero tener múltiples instalaciones en la región y ayudar a mantener estas cosas fuera de los tiraderos”, dijo.
5. Reutilización de aguas residuales
Tethis, que en griego significa “diosa del agua dulce”, persigue la misión de hacer reutilizables las aguas residuales industriales.
El emprendimiento ha desarrollado un material biodegradable similar a la espuma que se adhiere a los contaminantes, facilitando su absorción y eliminándolos del agua.
Por lo general, las aguas residuales industriales contienen material radiactivo, arsénico, sales y minerales. Es común que sean volcados en pozos inactivos, dijo el cofundador Scott Bolin.
“Este no es un método sustentable”, dijo. “Queremos no sólo limpiar el agua a la mitad del costo de los métodos tradicionales, sino también hacerla reutilizable”.
Bolin cofundó Tethis en septiembre de 2012 con otros dos socios, y ha recaudado casi 2 millones de dólares en fondos.
La empresa está en proceso de firmar sus primeros clientes industriales. “Estamos comenzando lentamente. Una vez que hayamos crecido, también estaríamos abiertos a trabajar con las ciudades para limpiar sus cuerpos de agua”, dijo.
Fuente: CNN Expansión