Los estándares inalcanzables de belleza impuestos durante años a mujeres de todo el mundo han afectado seriamente a distintas generaciones, sin embargo hace aproximadamente un año Pantene nos recordó que éstos no son los únicos estereotipos que alimentan el sexismo que prevalece no sólo en los medios de comunicación, sino también en el mercado laboral.
Ahora Christy Rutherford, coach de éxito de Peak Performance, ha decidido retomar el tema a través de LinkedIn compilando algunos de los estereotipos negativos con los que comúnmente se identifica a las mujeres en el mundo de los negocios, así que por qué no damos un vistazo y los analizamos brevemente.
1. Visualizan el comportamiento masculino
De acuerdo con Rutherford, con frecuencia en un esfuerzo por ser tomadas enserio, muchas mujeres de negocios adoptan de forma consiente o inconsciente algunas actitudes similares a sus contrapartes masculinas y a menudo eso es lo que se espera de ellas.
Sin embargo, esta percepción bien podría deberse al prejuicio de que las mujeres son generalmente demasiado sensibles, apacibles y bondadosas, por el que difícilmente se les asocia con cualidades relacionadas con el liderazgo, como un poseer un carácter firme, dedicación o poder de persuasión.
2. Son despiadadas
A menudo el prejuicio de que las mujeres son siempre una maraña de emociones invade el mundo de los negocios, por lo que cuando se desprenden de ellas para desempeñar su papel profesional de forma objetiva con frecuencia son calificadas como despiadadas.
Las mujeres con alto nivel de desempeño que se esfuerzan por conseguir sus metas suelen lidiar con enormes cantidades de estrés derivadas tanto de sus actividades profesionales como del sexismo que las obliga a trabajar más que sus colegas masculinos para obtener un lugar en el mercado, por lo que de acuerdo con Rutherford, frecuentemente corren el riesgo de quedar atrapadas en la competitividad y dejan de identificar cuándo es momento de detenerse.
3. Tratan a su contraparte como el enemigo
Cuando se trata de negocios, las mujeres no sólo deben trabajar arduamente para conseguir un lugar dentro de un equipo de trabajo; una vez que lo han logrado deben luchar por mantenerlo todos los días demostrando sus capacidades y recordando sus credenciales de forma regular y con mucha paciencia a colegas y clientes que dudan de sus habilidades, por lo que siempre están preparadas para la batalla. Si operas en medio de un ambiente como este, a veces puede ser complicado distinguir entre amigos y enemigos, aunque si estas dispuesta a invertir el tiempo necesario, seguramente podrás construir relaciones valiosas.
4. Se convierten en mártires
Las mujeres que buscan su desarrollo profesional necesitan esforzarse en un 120% y con frecuencia sacrifican gran parte de su tiempo personal y familiar entrando en un círculo del que salir resulta sumamente difícil; adoptan la cultura organizacional a un nivel tan alto que llegan a perderse dentro de ella.
En su artículo, Rutherford cuenta que cuando quiso abandonar su trabajo anterior, muchas personas se opusieron alegando una pérdida importante para la organización. «Un amigo dijo: no te puedes salir porque se supone que rompiste las barreras para las mujeres afroamericanas (…) tu eres la elegida, debes sacrificar tu vida por la causa. Le colgué», recuerda.
¿Realmente está ligado el empoderamiento de la mujer con el sacrificio a favor de su desarrollo laboral, o se trata del poder de elegir lo que cada una quiere en su vida profesional, personal y familiar también?
5. Son antisociales
Personalmente les juro que las mujeres en el mundo de los negocios sabemos lo que significa conversar con otra persona, tener una relación e incluso salir a divertirse, pero claro que como cualquier ser humano sentimos agotamiento en más de una ocasión.
En palabras de Christy Rutherford, nosotras no nos vemos a nosotras mismas como víctimas o decimos que no podemos lograr algo porque somos mujeres, no hay por qué convertirse en mártires, pero si es necesario procurar compartir el tiempo con personas que impulsen nuestro desarrollo personal o profesional.
