Pasamos más tiempo en el trabajo que con los amigos o la familia. En México la gente está por lo menos 9 horas en la oficina. Eso es mucho tiempo.
El valor de los amigos en el trabajo
Es importante tener amigos en el espacio laboral.
Mira estas estadísticas:
- Un estudio encontró que el 36 por ciento de los adultos han conocido por lo menos a uno de sus amigos más cercanos en el trabajo.
- Una investigación de Gallup reveló que las personas con un mejor amigo en la oficina tienen siete veces más probabilidades de participar plenamente en su trabajo.
- Estas personas también encuentran que su trabajo es 50 por ciento más satisfactorio.
Tener amigos de trabajo puede ser beneficioso, pero muchos de ellos son solamente supuestos y pueden resultar ser algo mucho más peligroso: frenemies.
¿Qué es un frenemy?
Es la combinación o fusión de los términos en inglésfriend (amigo) y enemy (enemigo), y se refiere a un enemigo disfrazado como amigo, o alguien que es tanto amigo/colaborador como rival/competidor en el lugar de trabajo.
Un frenemy se acerca lo suficiente para encontrar tus puntos débiles y actúa como tu amigo hasta que, de repente, decide apuñalarte en la espalda.
Un frenemy es una persona con la que pasas tiempo, disfrutas hablando, pero en la que no puedes confiar completamente; son personas inteligentes y manipuladoras.
Todos hemos tenido frenemies en el lugar de trabajo, por ejemplo, un colega que está decidido a verse bien a costa de ti. Estos supuestos amigos muchas veces roban tus mejores ideas y se las presentan a tu jefe como suyas.
¿Qué provoca que una persona se comporte de esa manera?
La respuesta simple es el miedo. El comportamiento es resultado de los celos y puede ser muy frustrante. Estas personas te ven como un enemigo y podría causarte daño. Por eso es muy importante interactuar con la gente en la oficina y dejarlos que ganen tu confianza con el tiempo.
Sigue leyendo para conocer las relaciones con frenemies más comunes, según una nota en Entrepreneur:
Clientes
Puede que tengas un cliente favorito y disfrutas hablar con esa persona, pero también puedes temer su llamadas, porque sabes que lo que debería ser una conversación de 20 minutos se convertirá en una hora como resultado de lo platicadora que es la persona. Eso es una pérdida de tiempo que se puede invertir en algo productivo.
Gerentes y mentores
De acuerdo a los investigadores, puedes sentirte ambivalente acerca de tus supervisores si tienen estándares altos, pero sabes que quieren que tengas éxito. «La ambigüedad también puede ser más probable que ocurra en relaciones que son difíciles de terminar, como una relación supervisor-subordinado».
Los mentores, asimismo, son más propensos a tener relaciones ambivalentes con los protegidos que alcanzan el estatus de los pares con respecto a los que permanecen estado más bajo, explican los investigadores.
Personas ansiosas
El lugar de trabajo puede ser estresante, pero para las personas que ya son propensas a la ansiedad, puede conducir a relaciones ambivalentes, especialmente si uno quiere llegar a conocer a alguien pero teme ser dejado de lado.
Dos gotas de agua
Si tienes una amistad con alguien en el trabajo y tienes muchas cosas en común, en vez de convertirse en amigos cercanos se puede realmente crear una relación más ambivalente.
Gente observadora
Si eres muy consciente de tu entorno y tienes la capacidad de comprender las emociones o los pensamientos de la gente en la oficina, también podrías encontrarte en relaciones ambivalentes con tus colaboradores. Las fortalezas que tienes para los negocios pueden ayudarte a notar incluso los cambios más leves en las amistades que tienes en el lugar de trabajo.
Cómo manejar a los frenemies laborales
Enfrentar al frenemy
Hazle saber que estás consciente de lo que hizo a tu espalda y que no te gustó. Puede que logren resolver sus diferencias para bien o por lo menos aclarar cualquier falta de comunicación. No obstante, si el frenemy no está dispuesto a arreglar las diferencias, pídele por lo menos que te trate con el mismo respeto que tú le ofreces.
Mantenerlo profesional
Es importante conservar la calma, tratar de evitar el chisme en la oficina y enfocarse en el trabajo. No es necesario entrar en peleas o situaciones desagradables por culpa de los frenemies. Es importante mantenerse profesional, pero al mismo tiempo no dejar que esa persona te haga daño.
Los motivos de los frenemies están mezclados. Te aman, pero te odian al mismo tiempo. Este tipo de personas encuentran maneras de sabotear tu confianza y tu imagen en el trabajo. Por ejemplo, pueden:
- Darte malos consejos.
- Difundir chismes sobre ti.
- Tratar de cambiar la carga de trabajo a su favor.
- «Olvidar» compartir información importante que deberías saber.
- Rotar la responsabilidad por errores a ti.
Este tipo de comportamiento por parte de los frenemies puede tener efectos negativos sobre tu salud, incluyendo:
- Aumento de la presión arterial.
- Menor resistencia al estrés.
- Mayor riesgo de depresión.
En realidad uno no puede confiar en la gente. Incluso si alguien parece un buen amigo, nunca se sabe, sobre todo en el lugar de trabajo. Hay que saber escoger a los amigos bien, especialmente en la oficina. Pasamos un tercio de la vida adulta en el trabajo, por eso es importante asegurarse de que estás en una compañía llena de personas que no quieran hacerte daño, ya sea abiertamente o a través de intenciones ocultas.
¿Has tenido frenemies en el lugar donde trabajas? ¿Cómo lo enfrentaste? ¡Cuéntanos tu historia!
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