¿Viajar de modo sostenible es posible? Es una pregunta que me hago cada vez que realizo un viaje. La razón de la cuestionante es simple. Los seres humanos, como las empresas, tenemos una huella ecológica y social en el mundo; es decir, cada una de nuestras actividades produce un impacto en el planeta, y cuando viajamos, esto se acentúa, sin mencionar que no solo afectamos nuestro entorno cotidiano sino incluso otros que no están acostumbrados a nuestra presencia.
Piénselo, usted se levanta muy temprano y en vez de tomar su acostumbrado auto a la oficina o el transporte público, lo que hace es pedir un taxi al aeropuerto. A eso debemos sumar las emisiones del vuelo per se. Al llegar a su destino y hospedarse en un hotel, consume productos de aseo e higiene que muy probablemente no se terminará y serán desechados después de un día, como el shampoo y el jabón. Si su estancia es por 24 horas, como suelen ser muchos de los viajes de negocios, la ropa de cama deberá irse a la lavandería en cuanto usted parta, y así una larga lista de acciones cuyo impacto ambiental y social es mayor al de nuestras jornadas cotidianas.
No podemos evitar tener impactos cuando viajamos, sin embargo podemos reducirlos con ciertas actitudes durante nuestras salidas, no importa si se trata de un destino de negocios o placer.
Seguramente a estas alturas, usted se preguntará ¿Pueden convivir el hombre y la naturaleza durante los viajes? Por supuesto que sí. Hay algunos destinos donde ver este equilibrio es posible; de hecho, hace unos días, visitando el Facebook de Royal Holiday Ofertas, me encontré con un fantástico ejemplo: Thunderball, un acuario natural dentro de una gruta a la que se accede haciendo snorkel. Su puerta de entrada es en Cayo Staniel una de las 360 islas de Bahamas; una belleza que nos demuestra que el hombre puede conocer espacios naturales sin alterarlos.
¿Cómo podemos lograr que cuando viajamos nuestros impactos sean mínimos?
En México no existe una guía de criterios sustentables para un turismo responsable, sin embargo, aquí te dejamos 5 tips prácticos:
1. Respeta la flora y fauna silvestre. No compres souvenirs o productos elaborados a partir de plantas o animales silvestres como caracoles, corales, conchas, piedras, plantas, etc. del lugar.
2. Reduce tu consumo de agua: un cuarto de hotel puede requerir hasta 2,500 litros de agua al día. Especifica si no deseas que se laven tus toallas y sabanas.
3. Reduce tu consumo de electricidad: Apaga las luces y no uses el aire acondicionado si no es necesario. Aunque la electricidad no te cueste genera gases de efecto invernadero y colabora al cambio climático.
4. No tires tu desechos salvo en sitios señalados para ello; mantén limpias las playas, bosques y otros puntos turísticos. El hombre puede convivir con la naturaleza sin dañarla, justo como una especie más.
5. Consume lo local. Tu viaje puede contribuir al desarrollo económico y social. Compra artesanía y productos locales para apoyar la economía del lugar, y atente para ello a los principios del comercio justo.