Adopta las tendencias ambientalistas como estilo de vida. Sigue sencillos tips en el día a día y contribuirás enormemente a cuidar la ecología y evitar un daño de fatales consecuencias.
El calentamiento global está en la mira de la comunidad científica desde hace tiempo, ya que si no se controla, enfrentaremos una de las crisis ambientales, más severas de todos los tiempos. Afortunadamente, cada vez más personas están poniendo su granito de arena para salvar nuestro mundo.
Tú puedes ayudar con pequeños tips en el hogar, en la oficina y en el trabajo, todo por ayudar al planeta, un ejemplo son las tres “R”, Reduce, Reutiliza Recicla.
(Redacción) Kena, Acciones, Núm. 301, p. 72, 74, 76, 78, 80 y 82,
Debemos adquirir la costumbre de seguir pequeños consejos o Tips que hagan nuestro actuar diario mas amable con el Medio Ambiente, he aquí algunos:
Tips para el cuidado del Agua
En el baño:
• Revisa regularmente las instalaciones hidro-sanitarias y equipos para detectar fugas.
• No utilices la taza del baño como basurero.
• Coloca una botella de agua de 1lt. en el depósito del agua, esto te ayudará a ahorrar un litro de agua por cada descarga.
En la limpieza personal:
• Cierra las llaves del agua mientras te enjabonas o afeitas y ábrelas sólo para enjuagarte.
• Coloca una cubeta para recoger el agua fría mientras sale la caliente; puedes usarla después en la limpieza de la casa, del coche o para regar las plantas. Al fugarse una gota por segundo, al final del día se llena una cubeta de por lo menos 30 litros.
• Enjuágate los dientes, después de cepillarte, con un vaso de agua
En la limpieza de la casa:
• Limpia pisos, paredes y vidrios con dos cubetas de agua; una para limpiar y otra para enjuagar. No abuses de los productos de limpieza.
• Aprovecha el agua jabonosa para lavar los escusados. Si la del enjuague está libre de productos de limpieza, utilízala para regar las plantas o el jardín
En la cocina:
• Antes de lavar los trastos, retira los residuos de comida y deposítalos en un bote o bolsa; no los arrojes por el drenaje ni los revuelvas
• Remoja los trastos de una sola vez; si tienen mucha grasa, utiliza agua caliente. Enjabónalos con la llave cerrada y enjuágalos rápidamente bajo un chorro moderado.
• Lava las verduras en un recipiente con agua; tállalas con los dedos o con un cepillo y desinféctalas. Reutiliza esta agua para el escusado o regar plantas
Al lavar la ropa:
• Remoja la ropa en jabón para que sea más fácil quitar manchas y mugre.
• Si lavas la ropa en el lavadero, no desperdicies el agua. Reutiliza con la que enjuagaste para remojar la siguiente tanda de ropa sucia .
• Si utilizas lavadora, úsala sólo para cargas completas. Esto ayuda a ahorrar agua y energía eléctrica.
• Utiliza poco detergente, no es necesario crear mucha espuma, basta con sentir el agua jabonosa, recuerda que lo que limpia la ropa no es la espuma.
• Utiliza detergentes biodegradables.
Para regar las plantas:
• Hazlo durante la noche o muy temprano, cuando el sol tarda más en evaporar el agua.
• Reutiliza el agua que juntaste de la regadera y de lavar las verduras para regar las plantas o el jardín.
• No retires las hojas que caen de la poza de la planta, para ayudar a mantener la humedad por más tiempo.
Tips para reducir las emisiones de CO2
Aquí te proponemos 20 consejos para ayudar a reducir las emisiones de CO2 (y ahorrarte además un dinero):
1. Utiliza las escaleras.
Un recorrido de 15 segundos en ascensor equivale a mantener encendida una bombilla de 60 vatios durante 1 hora. Sube andando en lugar de tomar el ascensor, es bueno para el medio ambiente y para ponerte en forma.
2. No malgastes la luz.
Apaga la luz cuando no sea necesaria. Aprovecha la luz natural, pinta de colores claros las paredes y los techos, reduce al mínimo la iluminación ornamental y limpia el polvo de las pantallas de las lámparas para aprovechar al máximo la luz.
3. Cambia tus bombillas.
Una bombilla de bajo consumo comparada con una normal (emitiendo la misma luz) ahorra en un año casi 60 euros. Si sustituyéramos cinco bombillas normales (con un uso de unas cinco horas diarias) por otras de bajo consumo evitaríamos unos 250 kg de CO2 al año. Basta con comprar lámparas y bombillas clase energética ‘A’ para lograr una mayor eficiencia y un ahorro a medio-largo plazo. Cambia primero las bombillas que están más tiempo encendidas en casa por LED, ésta es una tecnología aún algo cara, pero con claras ventajas, como su larga vida útil, su menor fragilidad y su menor disipación de energía (el 90% de la corriente que les llega se transforma en luz) Campañas como ‘Hoy cambio mi bombilla’ te dan más consejos.
4. Lava con agua fría y a carga completa.
Llenar la lavadora y el lavavajillas ahorra el consumo de energía: lavas más cosas de una sola vez. La temperatura de 30°C puede ser suficiente para la ropa muy sucia y permite ahorrar tres cuartas partes del consumo del ciclo más caliente. Si lavas con agua fría, el ahorro es del 80% de la energía.
5. No dejes los aparatos en ‘stand by’.
Los aparatos como televisores, ordenadores o vídeos en estado de espera consumen el 15% de su consumo total. En algunas viviendas, el consumo de estos aparatos en ‘stand-by’ puede llegar a sumar el 10% del consumo del hogar. Si colocamos una regleta con interruptor para cortar totalmente la corriente que les llega podemos reducir 39 kg de CO2 al año.
6. Desenchufa todos los cargadores.
El cargador consume aunque no esté conectado al teléfono. Desenchufa el cargador del móvil cuando no lo uses. Si dejamos el cargador siempre enchufado estaremos desperdiciando el 95% de la energía necesaria para cargar el teléfono.
7. Busca electrodomésticos eficientes.
Como ya vimos en anteriores artículos, escoger un electrodoméstico eficiente es sinónimo de ahorro. Después de diez años, periodo que equivale al tiempo de vida de cualquier electrodoméstico, habremos ahorrado un 74,7% del consumo eléctrico total con respecto al consumo de un electrodoméstico no eficiente lo que puede suponer más de 800 euros en algunos casos.
8. Haz un uso inteligente de tus electrodomésticos.
Podemos mejorar la eficiencia de nuestros electrodomésticos con un uso que aumente su rendimiento. Por ejemplo, si colocamos el frigorífico en un lugar fresco se ahorra hasta 150 kg CO2 al año. No abrir la nevera más de lo necesario o no introducir alimentos calientes son otros consejos para reducir el consumo eléctrico.
9. Prescinde de la secadora.
Tender la ropa al aire libre en lugar de usar una secadora eléctrica permite ahorrar unos 50 kg de CO2 cada año, además de evitar los 318 kg de CO2 emitidos en su fabricación.
10. Baja la calefacción
Reducir la temperatura sólo un grado basta para recortar un 5 %-10 % la factura de energía del hogar y evitar 300 kg de CO2 por casa y año. Ajustar el termostato a 20°C o bajarlo varios grados por la noche son medidas fáciles que sumadas a un correcto aislamiento con doble acristalamiento, burletes en puertas y ventanas, cortinas o aislando las cajas donde se enrollan las persianas (por donde se escapa calor y penetra el frío) nos ahorrarán hasta un 40% en el consumo de la calefacción.
11. Ajusta la refrigeración.
Existen otras opciones al aire acondicionado. Utiliza sistemas pasivos para refrigerar tu casa, como aprovechar las corrientes. También puedes instalar ventiladores de techo. Si no puedes pasarte sin aire acondicionado, proteger del sol directo la unidad exterior del aparato permite ahorrar hasta un 10% en el consumo … y en la factura de electricidad. En verano, si ajustas el acondicionador a 25°C o más, reducirás el gasto de energía entre un 10% y un 20%.
12. Aísla tu casa con ventanas dobles.
Los cristales dobles evitan hasta 350 kg de CO2 al año. Las ventanas más eficientes reducen los gastos de calefacción y refrigeración hasta un 15%. Esta medida exige una inversión inicial, pero a la larga se recupera. Si utilizas materiales de mayor calidad, como ventanas de madera con doble acristalamiento de baja emisividad con relleno de gas argón, puede evitar hasta un 70% de pérdida energética por las ventanas.
13. Vístete según la ocasión.
Si procuras vestirte en casa según la temperatura, evitarás tener que encender el aire acondicionado o la calefacción cuando no es realmente necesario. Ponte ropa de abrigo en invierno en lugar de subir la calefacción.
14. Recupera los botijos en verano.
El botijo cuanto más calor hace más refresca el agua que contiene. Mucho mejor que enfriar el agua en la nevera. La campaña ‘Botijos contra el cambio climático’ te habla de este sencillo consejo.
15. No te bañes, dúchate.
Ducharse en lugar de bañarse divide el consumo de energía por cuatro. También puedes instalar una alcachofa de ducha y grifos de bajo caudal para ahorrar unos 230 kg de CO2 al año y reducir los costes de calentamiento de agua en un 10%-16%. Bajar el termostato del agua caliente también ahorra.
16. Cocina ahorrando.
Con un gesto tan sencillo como hervir sólo el agua que necesitamos al cocinar contribuye a ahorrar unos 25 kg de CO2 al año. Si usas un hervidor eléctrico, cubre por completo las resistencias. También puedes utilizar una olla exprés: disminuirás los tiempos de cocción, y por tanto, energía.
17. No dejes la plancha encendida.
Una hora de plancha equivale a 20 horas de televisión o a siete de ordenador. Intenta planchar grandes cantidades de ropa y apágala si no la estás utilizando.
18. En la compra…
Hacer la compra en el barrio tiene sus ventajas: evita coger el coche para desplazarte a las grandes superficies. Puedes sustituir fácilmente las bolsas de plástico por el carro o una mochila. Consumir productos locales de temporada y apostar por las verduras también ayuda: el transporte de productos en avión de un lado a otro del mundo genera unas 1.700 veces más emisiones de CO2 que si son transportados en camión a 50 km. Además, la producción de carne genera abundantes emisiones de CO2 y metano y consume grandes cantidades de agua.
19. Usa el transporte público.
Un autobús lleva tanta gente como diez coches completamente llenos, ocupa tres veces menos espacio en la carretera y emite la mitad de CO2 por kilómetro y pasajero. Una persona que viaja sola en coche produce tres veces más emisiones de CO2 por kilómetro que si va en tren.
20. Haz un uso eficiente de tu vehículo.
No uses el coche en pequeños trayectos en los que puedes ir caminando. Con la bicicleta ahorras hasta 240 kg de CO2 al año. Si no puedes pasarte sin automóvil, intenta al menos que vayan ocupados el mayor número de asientos en los desplazamientos. También resulta importante el modo de conducir y el mantenimiento del vehículo: Por cada 0,5 bar (7 psi) de presión de los neumáticos por debajo del valor correcto, el consumo puede aumentar un 5%.
Los datos de emisiones de CO2 reflejados en este artículo puedes recibirlos directamente en tu teléfono móvil. La Comisión Europea ha desarrollado la aplicación «MobGas» que informa de las emisiones diarias que producen las rutinas cotidianas. La descarga del programa es gratuita, está traducido a 21 idiomas y ha sido desarrollado, según sus responsables, para servir en todos los países de la Unión Europea.