La frase «la unión hace la fuerza» tiene mucho de razón cuando se trata de crear impacto positivo en el mundo. Como muchas OSC y empresas han constatado, las alianzas intersectoriales son una de las formas más efectivas de levantar proyectos de responsabilidad. Más aun cuando se trata de resolver problemas complejos.
En un nuevo estudio llamado Joining Forces: Collaboration and Leadership for Sustainability, Pacto Mundial, MIT Sloan Management Review y The Boston Consulting Group analizan la creciente importancia de la colaboración y proponen 6 claves que ayudan a garantizar el éxito de estos proyectos.
Colaboración interna:
Las colaboraciones internas muchas veces marcan la pauta de cómo la empresa manejará las externas, además de que crea puentes dentro de la organización.
Una pieza clave de este tipo de colaboraciones son las voces externas que animan a todos a unirse. Esto son denominados «extrapreneurs» o personas que, como abejas, «polinizan» múltiples instituciones y abren puertas que demuestran un potencial que muchas veces los elementos internos no habían visto antes.
Un lenguaje común:
Con frecuencia, las empresas y ONG que intentan trabajar juntas descubren que no hablan el mismo idioma, algo que es crucial para tener éxito. Lo que los expertos recomiendan es contar con personas que puedan ayudar a sortear estas diferencias pero sobro todo aceptar que existen.
El documento cita el caso de Asia Pulp and Paper, que al comenzar a trabajar con Greenpeace creía ya saber todo sobre mejores prácticas y regulaciones, pero tuvo que aceptar que necesitaba un «traductor» para comprender a la ONG. Una vez que se acabó con la barrera del lenguaje, las organizaciones construyeron confianza y lograron que la empresa se convirtiera en una líder en el movimiento de la cero deforestación.
Debida diligencia:
Según Michael Arnold, director de alianzas corporativas de WWF Suiza, dice que las empresas deben comprometerse desde el inicio con «una agenda realmente transformadora». Sin embargo, un problema que tienen muchas alianzas es que no se crea confianza al principio de la la relación o no se hacen preguntas clave, como cuál es el resultado que esperan todos los involucrados. Una vez que esto se ha solucionado ya se puede pasar a otros temas.
Buenas estrategias de entrada y salida:
Las colaboraciones exitosas tienen estrategias explícitas de entrada y salida para todos los aliados, de forma que cada uno se enfoca en la parte del proceso en la que tendrá un mayor impacto. Por ejemplo, las fundaciones pueden ayudar a hacer el primer acercamiento, quedarse para las primeras etapas del proyecto y después salir. No es necesario que todos los involucrados estén presentes en todo momento.
También es importante delimitar con anticipación cómo terminará el proyecto, evitando así dilemas sobre abandonar a una comunidad cuando el trabajo no está listo o, por el contrario, sentir que el involucramiento se extendió demasiado.
La gente importa:
Es crucial encontrar a las personas adecuadas para llevar a cabo un proyecto. Cuando una colaboración incluye a varias organizaciones, es importante asegurarse de que todos los grupos de interés relevantes sean parte del proceso. Al saber qué es lo que se quiere lograr es más fácil encontrar a las personas correctas para convertirlos en aliados. Hay que tener claro que habrá organizaciones que hacen un buen trabajo pero no son el aliado correcto para el proyecto específico que se realizará.
Involucramiento del consejo:
Según los resultados del estudio, un consejo de dirección involucrado es un predictor de colaboraciones de RSE exitosas. En las empresas donde el consejo se percibe como un apoyo activo, el 67% de los encuestados dijo que las colaboraciones son muy exitosas, mientras que en las compañías donde el consejo no se involucra, la tasa de éxito se reduce a menos de la mitad de eso.
