Para la mayoría de las personas, el estrés es una parte inevitable de nuestras vidas. Causado no solo por el trabajo, sino por la vida personal y familiar, el estrés tiene muchas consecuencias negativas en la salud tanto física como mental, por lo que es importante encontrar formas de reducirlo y manejarlo. Tener un líder que comprenda esto y ayude a generar un ambiente de trabajo en el que esto sea posible es una gran ventaja.
Aquí 6 cosas que puede hacer un jefe para ayudar a su equipo a reducir el estrés y aumentar la productividad:
Enfocar al equipo en lo que realmente importa:
El primer paso es identificar qué es lo que el equipo aporta a la compañía que nadie más puede aportar. La respuesta a esta pregunta puede parecer sencilla, pero es importante involucrar a los colaboradores en el proceso de encontrarla. Una vez que todos están de acuerdo con el propósito del grupo este se convertirá en la guía con la cual todos deciden cómo ocupar su tiempo y en la prueba para decidir si tomar una nueva tarea o dejarla ir.
Editar la carga de trabajo:
Esto significa evaluar todos los proyectos para saber si cumplen con ciertas características: ¿van con el propósito del equipo?, ¿son acordes a las fortalezas de la persona?, ¿son importantes para las metas de la organización? Es la labor del líder ayudar a todos a ser más productivos y protegerlos de tareas de baja prioridad que sean impuestas por la alta dirección. Cuando surja un proyecto, el jefe debe considerarlo según las preguntas anteriores antes de decidir.
Agendar trabajo ininterrumpido:
Cuando una persona se distrae de su trabajo le toma al menos 20 minutos volver a concentrarse en la tarea. Lo que un líder puede hacer para evitar esto es pedirle a su equipo que designe al menos una hora cada mañana para hacer trabajo proactivo sin interrupciones, a menos de que sea una emergencia. Al hacer de esta una meta grupal, se aumenta la concentración colectiva y todos se ayudan a lograrla.
Otra estrategia es ayudar a los colaboradores a «partir» los proyectos grandes en tareas más pequeñas que puedan ser completadas en los momentos de trabajo concentrado.
Arreglar las juntas:
Las juntas de trabajo son inevitables, pero también pueden ser una gran pérdida de tiempo. Por eso, todas ellas deben tener no más de tres objetivos, para lograr discusiones productivas y toma de decisiones importantes. También se deben fijar límites para su duración y elegir bien a las personas que realmente necesitan asistir. Pero lo más importante es que antes de llamar a una junta el jefe analice si un correo electrónico o un memo pueden lograr el mismo objetivo.
Poner límites a los correos electrónicos:
La tecnología ha generado que todos estemos siempre en modo de trabajo, ya que este se puede filtrar en las horas de descanso o fines de semana gracias al correo electrónico. Esto es contraproducente porque las personas nunca sienten que tuvieron un descanso y si no tienen ese tiempo para recargar batería se generan niveles peligrosos de estrés y ansiedad. Un líder debe recordar que pocas cosas son urgentes y que es más importante conectar con lo que nos importa, tanto en temas personales como profesionales.
Liderar con el ejemplo:
Si el jefe quiere crear nuevas normas para su equipo debe estar listas para acatarlas también. Por ejemplo Jeff Weiner, CEO de LinkedIn, agenda tiempo para lo que él llama «nada». Si un líder quiere reducir el nivel de estrés debe poder hablar sobre esta meta con su equipo para así ajustar o eliminar estrategias que no estén funcionando.
Fuente:
Harvard Business Review