¿Qué es lo primero que piensas cuando alguien dice: «me gustaría hacerte un comentario»?. De acuerdo a una investigación, a muchos de nosotros nos provoca una sensación incómoda, como si estuviéramos solos en una noche oscura y alguien nos estuviese tocando el hombro continuamente: estrés.
Victoria Roos Olsson, consultora de liderazgo senior para FranklinkCovey, experta en desarrollo de liderazgo y entrenadora de líderes en todo el mundo, considera que este es el motivo principal por el cual postergamos o evitamos hacer comentarios.
Ella compartió para Thrive Global la forma de lograr una cultura de retroalimentación: «En cuestiones laborales, es imprescindible crearla», afirma.
¿En dónde comienza la cultura de la retroalimentación?
La cultura de retroalimentación comienza con el líder, sin embargo mientras más rango tenga éste, más difícil será que él pueda obtener comentarios honestos y directos.
Piensa: ¿qué comentarios recibes de tu equipo en este momento? Si solo escuchas cosas positivas o tal vez no escuchas lo suficiente, es probable que no exista una cultura de retroalimentación. Y para crearla se necesita un entorno de confianza y creatividad.
Las malas experiencias alientan el cambio
Después de que mi equipo pasó por un momento turbulento, decidí recalibrar todo haciendo un taller que generalmente dirijo a los clientes. Fue una forma creativa de discutir el estado actual de mi equipo de trabajo (¡y recibir comentarios!).
Les pedí a todos que dibujaran cómo percibían al equipo en ese momento, ilustrando nuestra comunicación, ejecución, espíritu de equipo, colaboración, logro de metas y más.
Este ejercicio generalmente tranquiliza a las personas, ya que en lugar de sentarse y discutir los comentarios, es posible ser creativo. ¿El resultado? Mi equipo estaba encantado con la idea, por lo cual comenzó a trabajar.
Sin embargo, para mi horror, el equipo regresó con una imagen de un vuelo frenético y de alta velocidad, conmigo como capitán usando una bufanda turquesa (prenda que utilizaba muy seguido para asistir a laborar), mientras ellos realizaban tareas dispersas en un entorno sumamente caótico.
Debo admitir que esa imagen se quedó grabada por siempre en mi mente. Si bien no me sentí muy bien con ella, estaba orgullosa de que mi equipo hubiera logrado ser tan sincero. Ahora nuestros problemas estaban a la vista para abordarlos.
Aprendí mucho de ellos en esa ocasión, y aunque teníamos un tono amistoso al momento de ver la imagen, sabía que mi reacción era la clave para crear una cultura de retroalimentación. Si me hubiese encontrado a la defensiva o comenzado a responder o discutir, habría establecido un tono distinto.
En cambio, les agradecí los comentarios y les pregunté si era posible hablar la forma para que pudiéramos contribuir a un lugar de trabajo más tranquilo y centrado. Creo que esa sesión marcó la pauta para nuestra cultura de comentarios sobre nuestro equipo, y para mí, como líder, fue más fácil dar retroalimentación a los miembros de mi equipo: ellos sabían y entendían las reglas.
Expok también tuvo la oportunidad de entrevistarla en el World Leadership Forum México 2019 y preguntarle más sobre el tema, te dejamos la entrevista.
Victoria Roos Olson comparte 6 pasos para obtener excelentes comentarios.
6 pasos para obtener excelentes comentarios
1. Prepara a las personas con anticipación y declara tu intención: Informa de antemano que solicitará sus comentarios y sobre qué temas. Por ejemplo, «Mañana durante la reunión de nuestro equipo, discutamos cómo todos podemos contribuir para dar y recibir mejores comentarios. Y por favor piensen en algunas cosas específicas que consideran que yo, como líder, puedo hacer para mejorarlas”
2. Solicita comentarios específicos: El uso de preguntas genéricas como: «¿cómo me está yendo como líder?» No arrojará muchas ideas. Proporciona información adicional, junto con un área específica en la que trabajar. Yo le pregunto regularmente a mi equipo: «¿qué es una cosa que crees que debería detener, comenzar y seguir haciendo durante nuestras reuniones 1 a 1?»
3. Escucha con empatía: No interrumpas, controla tus emociones, escucha y solo haz preguntas aclaratorias. Perdona la entrega incómoda. Muchos contribuyentes individuales no han recibido capacitación sobre cómo dar retroalimentación y tienen pocas oportunidades para practicar, así que mira más allá de la entrega y concéntrate en la sustancia de lo que se dice y la intención detrás de esto.
4. Reconoce los comentarios: resume lo que has escuchado. Verifica para asegurarse de haber entendido. Agradece a la persona que te da su opinión y recuerda que deseas que la persona se sienta tan bien al darte retroalimentación que pueda hacerlo nuevamente.
5. Evalúa los comentarios: tienes tres opciones cada vez que recibes comentarios: tómalo, no lo tomes o investiga un poco más. Pero de cualquier manera, sea que lo que la persona dice es lo que está viendo, en cierto sentido es su verdad.
6. Comprométete a la acción: Independientemente de tu decisión sobre cómo manejarás la retroalimentación, comunica tus intenciones a la persona que te la dio, ya sea durante la conversación inicial o después de haberlo pensado.
Recuerda que todo esto se debe aplicar, ya seas o no líder. Siempre es posible contribuir a establecer una cultura de retroalimentación en el equipo al que perteneces.
